Lo sicosocial y la salud cardiovascular

Existen evidencias científicas de que algunos factores psicosociales como la depresión, la ansiedad, la falta de apoyo social, el aislamiento social y las condiciones estresantes familiares, sociales y laborales, influyen significativamente en la aparición de los principales factores de riesgo en las enfermedades coronarias y su evolución.

Otros factores psicosociales como el bullying, la hostilidad, los modelos de comportamiento tipo A, la ansiedad y los trastornos de pánico, muestran cierta asociación con las enfermedades cardiovasculares, pero de forma inconsistente.

Otros estudios también han descubierto una estrecha asociación entre la depresión y la cardiopatía coronaria. La depresión demostró ser una variable predictiva de riesgos de infarto del miocardio, sin distinción de raza, lugar de procedencia y sexo.

La depresión afecta negativamente la calidad de vida y cuando se realiza el tratamiento adecuado de dicha condición mejora significativamente el cuadro clínico y el funcionamiento en los pacientes, incluso (infarto) aquellos que han sido hospitalizados con síndrome coronario agudo.

Un estudio de 25.6 años de duración encontró que los trabajadores de la industria metalúrgica con gran tensión laboral (grandes exigencias laborales y escaso control del trabajo), tenían un riesgo de mortalidad cardiovascular 2.2 veces mayor que sus colegas con tensión laboral baja.

Hay también algunos datos de que el aislamiento total y la falta de apoyo social de calidad son factores independientes de riesgo de aparición de cardiopatía y su pronóstico. Esta asociación se ha demostrado en individuos de diferentes países y diversos grupos de edad, afectando predominantemente a las mujeres.

Para concluir, debemos tener presente estas condiciones para hacer el diagnóstico y el tratamiento en procura de mejorar su calidad de vida y su rendimiento laboral.