EDUCACION

¡A ayudarlos con sus tareas!

Revisa las instrucciones y asegúrate de que tu hijo las comprende. Debes apoyarlo y orientarlo, pero no le des las respuestas, ni hagas su trabajo.

Ser padres implica involucrarse en todo lo relativo a la vida de los pequeños y eso incluye las tareas. No se trata necesariamente de sentarse a hacerlas con ellos, pues el nivel de involucramiento dependerá de la edad del menor, pero sí de darles un seguimiento permanente. Como dice Natanael Valenzuela en su texto “24 estrategias para ayudar tus hijos en edad escolar”: “Al revisar las tareas de tus hijos, tú puedes darte cuenta del progreso de tu hijo como estudiante de la escuela. Al revisar sus tareas, él se dará cuenta también de que estás monitoreando su progreso”. María Consuelo Chupani, de la sala de tareas El Principito, dice que involucrarse en las tareas de los hijos va más allá de la simple supervisión, en el sentido de que fortalece los lazos al permitir a los padres compartir con sus vástagos una etapa tan importante como la escolar. “Es una manera de que el niño se sienta amado, querido, y es un deber de la madre involucrarse en todo lo relativo a las actividades de su niño, no solamente escolar, también deportivas y demás”, expresa la educadora. ((Seguimiento Al día en el colegio María Consuelo Chupani, del maternal El Principito y la sala de tareas del mismo nombre, comenta que muchos colegios organizan reuniones de padres al inicio del año escolar, con la finalidad de dar a conocer los objetivos del año y de orientar a los padres sobre cómo involucrarse en la vida de la escuela. Esta asamblea sirve de punto de partida para que te propongas apoyar a tus pequeños en todo lo relativo a la vida escolar y de modo especial en el seguimiento a sus deberes o tareas. Tips para ayudarlos con sus tareas con sus tareasLa manera en que ayudes a tus hijos con sus tareas cambia con el paso de los años. En la época pre-escolar tu pequeño depende mucho de ti y debes involucrarte mucho más en sus deberes. En cambio, cuando pase a la educación básica y más o menos hasta octavo, tendrás que darle seguimiento mientras comienzas a dejarlo que asuma sus propias responsabilidades y las consecuencias de sus actos. En el bachillerato, el muchacho tiene cierta independencia y te tocará intervenir dependiendo de los reportes de sus calificaciones y las reuniones con sus profesores. “A medida que el niño va creciendo se va haciendo más independiente y los padres no deben sentarse con un muchacho de octavo grado a hacer una tarea, ya esa es su responsabilidad, sí deben vigilarlo y proporcionarle las condiciones para que la pueda hacer solo”, comenta María Consuelo Chupani, propietaria de la sala de tareas El Principito. Chupani da una serie de recomendaciones para ayudar a los hijos a hacer sus deberes escolares. 1. Aparta un lugar tranquilo, bien iluminado y sin distracciones. Tus hijos no deben hacer la tarea en la mesa del comedor, en la cocina o al lado de un teléfono, pues se distraerían. Si no tienen un cuarto de estudio, aparta un espacio bien iluminado y ventilado en su habitación y coloca una mesa o escritorio para hacer las tareas y repasos. El lugar, dice Chupani, tiene que estar ordenado “porque si hay un y desorden así mismo está la mente”. 2. Establece un horario de estudio. De 3:00 a 5:00 o de 4:00 a 6:00, por ejemplo. “No es cuando el muchacho quiera”, advierte Chupani, quien insta a procurar que el niño esté bañado y fresquito, además de haber comido y descansado luego del colegio. “Eso de hacer las tareas de corrido hasta con el uniforme no favorece, porque el cuerpo y la mente no están en la mejor disposición para hacer la tarea”, explica la educadora. 3. Ayuda a tu niño a reunir y ordenar todos los materiales que necesitará para completar sus asignaciones: diccionarios, lápices, borras, cartulinasÖ Debe tener todo lo necesario a la mano antes de comenzar para que no se distraiga luego en mitad de sus deberes. 4. Antes de poner manos a la obra, revisa la agenda de tareas. Según Chupani, algunos colegios envían la lista de asignaciones al correo electrónico de los padres, de modo que estos lleven un control de las obligaciones del menor. Una vez completes la revisión, guía a tu pequeño para que realice las asignaciones según el grado de dificultad. “Yo recomiendo las tareas más difíciles primero, porque el niño está en una mejor disposición, menos cansado y fluye más”, dice Chupani. 5. Revisa las instrucciones y asegúrate de que tu hijo las comprende. Debes apoyarlo y orientarlo, pero no darle las respuestas, ni hacer tú el trabajo. Puedes desarrollar un primer ejemplo, pero el resto de la asignación debe completarlo el propio chico. 6. ¿Ni tú ni tu niño comprenden las instrucciones o la asignación? Busquen ayuda en Internet o en otras personas, incluso pregúntele a la maestra personalmente o dejándole una nota en el cuaderno. Reconoce con franqueza si no entiendes las instrucciones y prométele a tu hijo que vas a investigar. Claro que el niño también debe prestar suficiente atención cuando sus maestros dejan la asignación; es parte de su responsabilidad. 7. Si es posible, aparta los fines de semana para realizar los proyectos y trabajos en grupo. Así tú y los padres de los demás niños pueden involucrarse y reunirse en casa de alguno de los alumnos. Además de supervisar el proyecto, dice Chupani, los padres deben motivarlos invitándoles a comer algo rico al terminar el trabajo, y no dejarlos solos porque suelen perder el tiempo en vez de avanzar el trabajo. Los padres que asuman parte del proyecto deben llevar el material completo el día de la reunión, en vez de comenzar a buscarlo en ese momento. 8. Mientras tu hijo hace sus deberes, haz tus propias tareas cerca de él o desde donde puedas apoyarlo y supervisarlo. Puedes leer un libro, redactar un mensaje o avanzar algún trabajo de la oficina como una forma de dar ejemplo y de darle a entender al pequeño que ambos comparten la hora de los deberes. 9. Refuerza sus logros y avances y recompénsalo por su buen desempeño permitiéndole hacer algo que le guste, no necesariamente prometiéndole recompensas materiales, pues fomentarías el interés material. Chupani sugiere comentar con los demás miembros de la familia sobre los logros del niño. Hazlo, por ejemplo, durante el desayuno o la cena. 10. Si está cansado, dale un breve descanso, pero no permitas que coma mientras haga sus deberes escolares, porque existe el riesgo de que se ensucie el trabajo. Si está muy agitado o activo, trata de calmarlo con caricias, con un abrazo, con palabras dulces o invitándolo a orar para pedirle a Dios que los ayude a hacer bien sus deberes. 11. Ten paciencia, especialmente con los más pequeños. Chupani considera que la paciencia es un don que no todos desarrollan y por eso recomienda a los padres que no se sientan en capacidad de ayudar a sus hijos con la suficiente paciencia que busquen ayuda. “Un niño no puede hacer la tarea con un ambiente de estrés o de negativismo y tensión: se bloquea”. 12. Haz que el niño comprenda que tu amor no depende de sus calificaciones. “El niño no debe sentir nunca que es amado en función del resultado obtenido”, explica Chupani. 13. Si tu hijo está en una sala de tareas, no te desentiendas de tu responsabilidad. Cuando salga de este espacio, revisa su mochila y sus cuadernos o toma un tiempo en la noche o los fines de semana para ayudar a tu hijo en los proyectos especiales. “Hay padres que piensan que la responsabilidad es del colegio y de la sala de tareas. No, tú también tienes que involucrarte, revisar la mochila y ver qué ha hecho el niño”, concluye Chupani. Tips para ayudarlos (( Revisa las instrucciones y asegúrate de que tu hijo las comprende. Debes apoyarlo y orientarlo, pero no le des las respuestas, ni hagas su trabajo.

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