BIOÉTICA
Conabios advierte sobre el uso de células madre
Cobrar por terapias cuya eficacia e inocuidad no han sido certificadas por estudios clínicos es “una forma de engaño”, dice el director ejecutivo de la institución
República Dominicana no cuenta con una legislación que regule el uso de células madre y por eso el Ministerio de Salud Pública prepara una resolución que regule el trasplante de células y tejidos humanos, un tema “muy delicado” que, según el director ejecutivo del Consejo Nacional de Bioética en Salud (Conabios), “se ha ido de las manos”. “Las células madre son un tema relativamente nuevo y países como el nuestro, donde no hay un ordenamiento jurídico muy fuerte, no tenían previsto esto”, dice Miguel Montalvo Batista. “Los países grandes ya lo tienen, pero nosotros estamos en el proceso de tenerlo”. Montalvo Batista dice que las únicas terapias con células madre cuya efectividad e inocuidad han sido comprobadas en investigaciones clínicas son leucemia, algunas anemias y algunas enfermedades hemato-oncológicas. Esta fue una de las conclusiones de la X Cumbre Global de Comités de Ética y Bioética, realizada en México en junio, y en la cual participaron representantes de 68 países, entre ellos República Dominicana. “Luego de eso, todos, absolutamente todos los tratamientos que se están ofreciendo hoy día en el mundo para fines de tratamiento con células madre no están basados en investigaciones científicas concluidas”, advierte el director ejecutivo del Conabios, organismo de Salud Pública responsable de velar por el cumplimiento de los principios y normas en las investigaciones biomédicas que involucren a seres humanos. InvestigaciónToda investigación médica se inicia con ensayos preclínicos en animales y luego pasa a ensayos clínicos en humanos en cuatro fases: en la fase I un pequeño grupo de voluntarios que reúnan ciertos criterios de inclusión reciben el tratamiento para comprobar si resulta nocivo o no; en la fase II se amplía el número de voluntarios y se puede incluir un grupo de control para comprobar la efectividad del tratamiento; en la fase III se aplica el tratamiento a una población aun mayor; y en la fase IV se pasa a la comercialización. De acuerdo con Montalvo Batista, “todos o casi todos” los estudios con células madre que se están llevando a cabo en el mundo se encuentran en fase dos o tres del proceso de investigación científica, pero “no hay ninguno en fase cuatro”. No obstante, en el mercado existen ofertas de tratamientos a base de células madre y el funcionario advierte que estas “pueden ser perjudiciales para su salud”. El médico aclara: “No estamos diciendo que las células madre no sirven para nada, no; todo lo contrario: las células madre son y podrían ser la salvación de la humanidad, pueden ser la parte que vaya a cambiar la medicina en un año, en diez años, en veinte añosÖ pero hay que dejar primero que se compruebe su efectividad y su inocuidad, y no comenzar a querer sacar dinero aprovechando la desesperación de la gente”. Cobrar altas sumas de dinero por terapias cuya eficacia e inocuidad no han sido certificadas por estudios clínicos constituye, según Montalvo Batista, “una forma de engaño”. Es, además, una forma de aprovecharse de grupos vulnerables, esto es, pacientes que ven en las terapias que se les ofertan su última alternativa para recuperarse. “No podemos someter a una persona, porque esté desesperada, primeramente a la posibilidad de que algo le haga bien si al final le puede hacer daño, y aparte de eso cobrarle”, añade Montalvo Batista, ginecólogo e investigador con más de 30 años en la medicina. (+)ÁREAS DE AVANCE EN EL TEMARespecto a las áreas en las cuales las investigaciones con células madre han reportado mayor avance, el director ejecutivo del Conabios, Miguel Montalvo Batista, dice que hay “muy buena evidencia” en la parte osteoarticular. No obstante, ramas como cardiología, neurología y endocrinología están muy lejos de poder ofrecer alternativas terapéuticas seguras. A pesar de eso, señala, existen instituciones que prometen al público tratar enfermedades como Parkinson, lesiones de médula e incluso diabetes sin que haya estudios concluyentes al respecto.