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Mitos y verdades sobre la donación de sangre

El Día Mundial del Donante de Sangre se conmemora hoy bajo el lema “Dona sangre para las que dan vida. Sangre segura para una maternidad segura”. Conozca qué hay de cierto en algunas de las ideas más extendidas sobre este acto voluntario que salva vidas.

En torno a la donación de sangre existen mitos y dudas. También ideas parcialmente ciertas. Algunos de esos mitos e ideas se encuentran muy difundidos entre la población y hacen que no pocas personas se cohíban de participar en este acto solidario que contribuye a salvar vidas. 

Juan Merayo, especialista en Medicina Transfusional, comenta diez de las afirmaciones más extendidas en torno a la donación de sangre. 

1. “Los adultos mayores no pueden donar sangre”.

Actualmente sólo hay edad mínima: 18 años. Entre 16 y 17 años se puede donar con consentimiento de un padre o tutor. La edad máxima existe en algunos países en Europa principalmente para proteger al donante potencial mayor de 65 años, pero, en general, si el donante puede realizar actividades físicas normales y se encuentra en buen estado de salud, no hay límite de edad para donar sangre. 

2. “La mujer no puede donar por causa de la menstruación”.

Las mujeres que desean donar sangre durante su período menstrual no deben ser diferidas como donantes de sangre, siempre que se sientan bien en el momento de la donación y que cumplan con todos los requisitos de selección. Si el período es más abundante de lo usual o tienen dolor asociado, entonces deben consultar a su ginecólogo y no donar hasta recupersarse completamente. 

3. “Las personas de bajo peso no pueden donar”.

El peso mínimo para poder donar una unidad de sangre es de 110 libras (50 kilos). Esto es para evitar que los donantes presenten reacciones adversas debidas a una extracción de volúmenes excesivos. Una unidad estándar de sangre corresponde a 450 +/- 50 mililitros, lo cual no debe representar más que el 12.5% del volumen sanguíneo del donante. 

4. “El proceso de donación duele o produce debilitamiento”.

El pinchazo tan solo se siente por unos segundos en el momento de canalizar la vena (venopunción). Después, el proceso de 5 a 10 minutos no debe doler. El donar sangre no produce cambios mayores en el cuerpo del donante; el cambio principal es la donación de cerca del 10% del volumen sanguíneo que ocurre temporalmente hasta que se recupera completamente en las siguientes 24 a 48 horas. Por eso es recomendable tomar suficiente líquido (no alcohol) y manternerse hidratado antes, durante y después de la donación voluntaria de sangre. Donar sangre no debilita, ni adelgaza, ni engorda a la persona que lo hace siguiendo las recomendaciones nacionales e internacionales sobre la donación voluntaria de sangre de forma regular. 

5. “Puedo contagiarme de alguna enfermedad al donar”.

No. Al donar sangre en un establecimiento aprobado para estos fines se utilizan agujas y bolsas de sangre de uso único, estériles y desechables. 

6. “Hay personas que producen mucha sangre y por eso deben donarla”.

La seguridad de la sangre donada depende en gran parte de la salud del donante y su deseo de hacerlo de forma voluntaria sin esperar algún beneficio económico o de salud personal por ello. Si una persona produce muchos glóbulos rojos (poliglobulia, policitemia o eritrocitosis) y necesita que se le extraiga sangre para su tratamiento, existe la donación terapéutica. Un donante terapéutico necesita una prescripción de su doctor con el diagnóstico, frecuencia de donación y valor mínimo de hemoglobina o hematócrito al cual se le puede realizar el procedimiento. La sangre de donantes terapéuticos no se debe usar para transfusión.

7. “Personas tatuadas o con perforaciones no pueden donar”.

Luego de 12 meses de una exposición de alto riesgo a contaminarse con sangre de otros, como tatuajes o perforaciones, transfusiones de sangre, pinchazos con agujas o jeringuillas, encarcelado por más de 72 horas consecutivas, la persona es elegible para donar nuevamente, siempre que no haya contraído alguna enfermedad infecciosa. 

8. “Condiciones como la diabetes impiden donar”.

Personas con enfermedades crónicas controladas con medicamentos o dieta, como diabetes mellitus (azúcar alta), hipertensión (presión alta), hipercolesterolemia (colesterol alto) pueden donar. Si la persona es diabética y utilizó insulina derivada de vacas de Inglaterra después de 1980, debe ser diferida permanentemente de donar sangre por el riesgo de haber sido expuesta a la enfermedad de la “vaca loca” (vCJD). 

9.“Pacientes que sufrieron hepatitis en la infancia no deben donar”.

Personas que sufrieron de hepatitis antes de los 10 años de edad pueden donar sangre. Si sufrieron de hepatitis viral (A, B o C) después de cumplir 11 años de edad, deben ser diferidas permanentemente. 

10. “No se debe donar sangre cuando se está bajo medicación”.

Hay ciertos medicamentos que pueden afectar al receptor de la transfusión si es una embarazada (por ejemplo, etretinato y retinoides); otros, como los derivados de la aspirina que afectan a las plaquetas, pueden afectar el producto. En general, el riesgo de tomar medicamentos en los donantes depende de la condición por la cual lo está tomando y si está bajo control con estos.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informa que en 2011 en América Latina y el Caribe se produjeron alrededor de 4,400 muertes maternas, de las cuales el 15.3 % se debió a hemorragias. 

En países como República Dominicana, el riesgo de morir por hemorragia posparto es de 1 en 1,000 alumbramientos. 

Juan Merayo, especialista en Medicina Transfusional, estima que si en 2009 unas 200,000 mujeres dieron a luz en el país, alrededor de 200 perdieron la vida a causa de una hemorragia. 

La donación voluntaria de sangre contribuiría a paliar este problema y por eso el Día Mundial del Donante de Sangre se celebra hoy bajo el lema “Dona sangre para las que dan vida. Sangre segura para una maternidad segura”

“Todos podemos contribuir organizando colectas de sangre en universidades, empresas, clubes deportivos, centros comunitarios y de salud”, afirma Merayo, quien fue director de Referencia Banco de Sangre, único en el país acreditado por la Asociación Americana de Bancos de Sangre. 

“Es vital que los donantes de sangre donen de forma segura -señala el médico-, con personal técnico preparado, un área privada donde responder un cuestionario de preguntas de riesgo de enfermedades infecciosas, medir el nivel de hemoglobina, proteína que contiene hierro en los glóbulos rojos de la sangre; equipos de colecta estériles, balanza que calcule el volumen de sangre colectado en la bolsa de sangre, y luego el donante debe recibir refrigerios para recuperar fluidos”.

Todo el proceso dura entre 45 y 60 minutos. En ese tiempo el donante aporta el 10 % de su sangre para con ella salvar hasta tres vidas. Merayo dice que, en el país, cuatro millones de personas son elegibles para donar sangre y que la meta es que 500,000 ciudadanos acudan regularmente a donar al menos dos veces al año. 

“En Estados Unidos alrededor del 10 % de la población dona sangre voluntariamente y sin remuneración; en nuestro país solo cerca del 1 % lo hace”, lamenta Merayo.

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