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Una vida mejor para mujeres de escasos recursos

Si alguien le hubiera dicho a Belquis Encarnación el giro que daría su vida luego de su designación en 2006 como microdistribuidora del Programa Plan Barrio, de Nestlé, no lo habría creído. “Mi vida ha cambiado de una manera maravillosa”, dice a LISTÍN DIARIO la mujer oriunda de Barahona y contadora de profesión. “Yo había trabajado en un almacén de provisiones, pero cuando conocí el proyecto estaba sin empleo”, dice. Encarnación es una de los 57 microdistribuidores que en todo el país trabajan con Plan Barrio, uno de los programas de responsabilidad social corporativa de Nestlé Dominicana. Miguel Vásquez, manager de Proyectos BoP de la empresa informa que los microdistribuidores son pequeños suplidores y líderes del programa. Se encargan de reclutar vendedoras en su zona y facilitarles los productos de venta. Ambos (microdistribuidor y vendedora) ganan un porcentaje por venta, además de una serie de beneficios adicionales. “Belquis Encarnación fue la pionera. El programa empezó en Barahona, con ella montamos el plan piloto de lo que ya es un proyecto establecido, con siete años de éxito y en plan de expansión”, indica. Una experiencia distintaEn 2006, cuando fue entrevistada para el puesto de microdistribuidora de Plan Barrio, Belquis se dio cuenta de que era algo distinto. “Pensé que sería un trabajo de oficina, pero cuando me dijeron que tenía que buscar mujeres en barrios y municipios para integrarlas a la venta y que necesitaría una licencia y un carro, yo cambié, en pensamiento pasé a otro nivel”, revela la microdistribuidora. Al aceptar el empleo recibió ayuda de la empresa para solicitar un préstamo y comprar su vehículo. Como parte de su gestión de venta empezó a conocer mujeres, la mayoría de sectores y comunidades muy deprimidas de Barahona, a las cuales Belquis también les cambiaría la vida. “A mí siempre me gustó el contacto con la gente, pero gracias a este trabajo he podido convivir en hogares muy pobres, hemos llegado a sitios donde hay mujeres que tenían una dependencia total de lo que conseguía su esposo, tenían que conformarse con lo poco que le daban y hacer malabares”, testimonia. Belquis se acercaba y les explicaba qué es Plan Barrio. A muchas les dio la oportunidad de comenzar aunque no contaran con un capital mínimo. Comenzó con unas pocas mujeres y hoy son 53 las que le solicitan mercancía para vender en su comunidad. “Las vendedoras realizan venta directa, puerta a puerta. No son empleadas fijas”, indica Vásquez. Añade que lo que se vende son combos de productos comestibles de Nestlé, salvo fórmulas infantiles, cuyo expendio libre se prohíbe por políticas de la empresa y regulaciones nacionales. Los microdistribuidores se manejan a través de un gran distribuidor de Nestlé, de éstos reciben los productos a un precio que les permite lograr su margen de ganancia. “El microdistribuidor percibe entre un 10 a un 14% y las vendedoras tienen un margen de beneficio entre un 20 a 30%”, detalla Vásquez. Beneficios adicionalesPlan Barrios es un programa que no solo persigue ser un mecanismo de venta y generación de ingresos para mujeres de escasos recursos, también busca que ese sector, uno de los más vulnerables de la población dominicana, reciban formación continuada. “Periodicamente se realizan talleres de educación financiera, charlas de nutrición, cursos de cocina, todo esto lo provee Nestlé a las vendedoras a través de un programa talleres y actividades con apoyo del Banco Adopem”, explica Vásquez. Belquis Encarnación comenta que las vendedoras con que labora le han externado su agradecimiento por la oportunidad de formarse y desarrollarse. Y hay incentivos: “Se dan muchos premios donde se pueden ganar electrodomésticos. Hacen dos rifas en el año, para el día de las madres y en diciembre. Yo he visto ganar a muchas mujeres que no tenían televisor en su casa y ahora tienen”, dice emocionada Belquis. Ganar y aprender“Puedo decir que mis ingresos se han triplicado. Cuando trabajaba en el almacén ganaba unos 12,000 pesos, después ya siendo empleada gané 25,000, más del doble, y como microdistribuidora gano más, porque depende de las ventas”, comenta Belquis. También ha visto fortalecerse su crédito bancario, lo que le ha abierto muchas posibilidades. Ya ha tomado préstamos en tres bancos distintos y parte del dinero la ha usado aumentar el capital de venta y seguir avanzando. En adición, también ha aportado para su hogar: “Cuando comencé en el programa mi esposo y yo habíamos empezado a construir la casa y vivíamos en ella, pero no tenía piso, todas las ventanas estaban con playbook, hoy ya está terminada a mi gusto, incluso con las metas que pone Nestlé al persona del programa pude armar mi habitación con aire y plasma”, dice con alegría y orgullo Belquis. “También puedo seguir ayudando a mi esposo y a mis hijas”. Su experiencia de éxito se extrapola a la de sus vendedoras. Muchas de ellas han aprendido a manejarse con sus propios ingresos y han pasado a ser mucho más que amas de casa. Otras han empleado la venta como un ingreso adicional a su trabajo fijo, e incluso algunas mujeres que no tenían una profesión han encontrado en Plan Barrios el dinero necesario para hacer una carrera, se han graduado y han conseguido un empleo mejor. Belquis admite que el programa y sus progresos la han sensibilizado mucho más “ahora siento más cercanía con la gente y más deseo de ayudar a los que tienen menos”. Sus metas son seguir creciendo y buscar cada día a más mujeres que quieran incorporarse a la venta. “Ahora tenemos un proyecto de tener al menos dos vendedoras en cada región de Barahona”. Cambio de vidaMiguel Vásquez explica que cada microdistribuidor de Plan Barrio tiene un territorio asignado. “La idea es que haya tantos microdistribuidores como la ubicación geográfica permita. Tenemos mapeado el país y una cantidad de personas por territorio atendiendo a la cantidad de viviendas que da el censo, pues tenemos que dar un espacio para que las vendedoras hagan su trabajo”, dice. Señala que aunque Plan Barrio no se limita a mujeres, sí son el sector prioritario. En el grupo de microdistribuidoras y vendedoras muchas son madres solteras, que carecen de ingresos porque no pueden salir a buscar empleo sin tener quien cuide a sus hijos “Esto les permite hacer sus ventas dentro de su barrio, volver antes del mediodía, poner la comida, y tener flexible horario flexible para hacer sus actividades cotidianas y obtener ingresos que le permitan vivir dignamente sin depender de sus parejas, además de recibir el reconocimiento social y aprender cosas nuevas pues en curso les damos un certificado. Además, muchas han estudiado con esos ingresos y han podido obtener un título universitario, ese es precisamente el valor compartido que Nestlé busca, generar una oportunidad”, dice. Venta y educación al consumidorAl formar a sus vendedoras en temas de nutrición, Plan Barrio les da información valiosa que es, además de una herramienta de venta, un medio de educación para el consumidor de zonas deprimidas a donde llega el programa. “Estamos creando esa cultura a través de un trabajo lento y sostenido”, dice Miguel Vásquez. Alianza para la expansiónRecientemente se aprobó un acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a través del Fondo de Inversiones Múltiples. “Tenemos una alianza ADOPEM-Nestlé-BID, para expandir Plan Barrio y poder seguir educando pero sobre todo ayudando desde el punto de vista financiero a las mujeres que formen parte”, comenta Vásquez.

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