SE DIVIDEN EN DE BAJA Y ALTA COMPLEJIDAD

Bebés por encargo

El país cuenta con absolutamente todas las técnicas de reproducción asistida que existen en el mundo para que parejas con problemas de fertilidad puedan tener un hijo.

Las probabilidades de que una pareja sana conciba un hijo de manera natural son de apenas un 20%, aunque en caso de problemas de fertilidad en algunos de sus miembros la cifra puede descender a cero. “Con algunas técnicas de reproducción asistida la probabilidad de embarazo aumenta hasta llegar al 45%”, asegura Alexander Montes de Oca, ginecólogo obstetra y especialista en Fertilidad y Técnicas de Reproducción Asistida. El experto asegura que el país cuenta hoy con absolutamente todas las técnicas de reproducción asistida que existen en el mundo. Dependiendo del problema que tenga la pareja se evalúa hacia dónde debe dirigirse el tratamiento. “Vamos desde coitos programados hasta fertilización in vitro dependiendo las necesidades del paciente que evaluamos previamente”, expresa. Montes de Oca explica que las técnicas de reproducción asistida, dirigidas a pacientes infértiles, se dividen en las de baja complejidad y las de alta complejidad. Dentro de las de baja complejidad cita los coitos programados, “que es planificar cuándo deben darse las relaciones sexuales para tener mayor probabilidad de éxito en la concepción” y la ya conocida inseminación artificial, “que es cuando se medica a la mujer para inducir la ovulación, luego se toma semen del hombre, se capacita y se introduce dentro de la cavidad uterina de la mujer. Luego esperas una prueba de embarazo positiva”, detalla. Qué incideEn la fertilidad de una pareja inciden diversos factores que pueden ser masculinos o femeninos. Entre los factores masculinos están la calidad del semen, si hay o no hay semen, su capacidad de movimiento, cantidad, las formas de la calidad espermática y si hay o no erecciones. En cuanto a la mujer se evalúa si hay alteraciones anatómicas sea en el útero o las trompas de Falopio, se verifica si éstas están abiertas o no, si hay disfunción ovulatoria o algún tipo de infección vaginal que ha llevado a que las trompas se tapen. “Dependiendo de la evaluación de todos esos factores uno ve cómo puede ayudar a la pareja”, dice el médico. Tecnologíapara ser padres Ser padres ya no tiene por qué ser un sueño imposible. La tecnología ligada a la fertilidad ha avanzado y en el país están disponibles todas las técnicas, que se dividen en de baja complejidad y de alta complejidad. Alexander Montes de Oca, ginecólogo obstetra y especialista en Fertilidad y Técnicas de Reproducción Asistida de la Unidad Médica Integral Femenina comenta que entre las de alta complejidad está la fertilización in vitro, “que es cuando medicas a la mujer para que ovule y luego tomas ese óvulo y lo fertilizas con el esperma masculino fuera del útero, ya en el laboratorio”. Otra técnica compleja es la Elipsis, en la que se toma un solo espermatozoide y se inyectas dentro del óvulo. “Luego que tenemos embriones formados se pasan a la cavidad uterina”, detalla Montes de Oca. Probabilidad de éxito El éxito en estas técnicas va a depender de cada caso, pero obviamente las de baja complejidad tienen menos éxito que las de alta complejidad. “Con las técnicas de baja complejidad logras entre 25 a 30% de éxito, pero ya con fertilización in vitro vas llegando al 40 a 45% de tasa de embarazo por ciclo”, informa el experto. Añade que el tratamiento no es inaccesible pero sí costoso, tanto los estudios diagnósticos como el procedimiento terapéutico. “Una fertilización in vitro está oscilando entre los 4,500 a 5,000 dólares, aproximadamente. No incluye esto los estudios previos. Una inseminación artificial es menos cara, cuesta entre los 24 a 25,000 pesos”, señala. Los estudios previos necesarios pueden incluir, de-pendiendo del caso, estudios hormonales, una histerosalpingografía para ver la cavidad uterina, las trompas, o una histeroscopia. “En el país no hay cobertura de seguros para estos tratamientos”, dice el médico. Montes de Oca comenta que la parte mental y emocional de los pacientes incide mucho en el éxito deltratamiento. “Tenemos muchas parejas que concluyen un tratamiento sin éxito, se van, se olvidan de esto y al tiempo ocurre el embarazo”, indica. Sin embargo, dependiendo del grado de estrés de la pareja, se puede solicitar el acompañamiento de un psicólogo que les explique el proceso y las probabilidades reales de éxito.

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