CAMINOS DE DIOS

Volverse como niños

Para convertirse a Cristo y entrar en su reino, hay que volverse como los niños. El que se hace pequeño como un niño y no busca el honor que viene de los hombres, sino la gloria que proviene de Dios entrará en el reino de los cielos. Los pequeñuelos no aspiran a grandes puestos, no consideran las distinciones externas, están dispuestos a confiar en sus padres. Su dependencia es absoluta, sencilla y confiada en sus progenitores, pues no poseen recursos propios de qué valerse. Y estos son rasgos de la infancia que la convierte en ejemplo de la fe y la mente humilde de un auténtico cristiano. *** Jesús dijo: “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 18:3).

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