ALGO QUE CONTAR...
¿Qué son los sueños?
Mientras transitaba por una avenida observé una valla, en la que Lugelín invitaba a perseguir nuestros sueños “Alimenta tus sueños”, y me dije por un momento: “Un sueño es tener pa’l de pesos en el bolsillo y encontrar para comer”. Quizás esté equivocada, pero en un país donde ser amigo de un funcionario o estar “pegado en el Gobierno” significa “una beca”, no hay mucho que perseguir. Quizás esté siendo cruda o realista, pero muchos saben que es así. La realidad de muchos está sujeta al dinero de “unos pocos”. Nuestra realidad es rehén de aquellos que tienen privilegios para pasar por los aeropuertos sin ser revisados, aquellos que con un simple “tarjetazo” solucionan el más insignificante problema, aquellos que por ser amigos de un burócrata salen ilesos de la cárcel aún cometiendo el más grande delito, y de aquellos que por ser hijos de millonarios hacen lo que quieran de un país que con tanto esfuerzo “tres ilusos” (Juan Pablo Duarte, Francisco Sánchez del Rosario y Matías Ramón Mella) levantaron. Y digo “ilusos”, sin ánimo de faltarles el respeto, porque estoy segura de que si se hubiesen imaginado el desastre que “unos pocos” ocasionarían no hubiesen perdido su tiempo, su coraje y su valentía creando una patria libre de toda dominación extranjera. Hoy vemos funcionarios que con ardor enarbolan la bandera imitando ser próceres de la independencia, y son los que pisotean y asquerosean a la mayoría (nosotros). Entonces: ¿Cuáles son los sueños que debemos perseguir? ¿Dónde están los ideales que debemos imitar?, si cuando “la clase media” quiere estudiar no puede por falta de un empleo digno. A lo mejor, los narcotraficantes no tienen culpa de hacer ese tipo de trabajo. Simplemente no tienen otra salida. Y no los estoy justificando, solo estoy tratando de entender la realidad que tiene que vivir la mayoría cuando “unos pocos” quieren dominar y crear un imperio con algo que es de todos. En definitiva... un verdadero sueño es: estar en paz con Dios.