MEMORIAS DE VIAJES
Rica comida en bistro de ‘mall’ criollo
Al Ágora Mall llego dispuesta a pasar un par de horas entretenida mirando vitrinas, y a la expectativa de los shows que por esta temporada se presentan a ciertas horas, junto a su gigantesco árbol navideño. Termino comprando dos pantalones en Mango, pues mantenían descuentos del día anterior: Black Friday. Al escuchar un coro en vivo entonando cánticos navideños, bajo para verlo de cerca en el primer piso. Son adolescentes del grupo Armonia Kids, que están en los tramos “escenario” del “árbol cantante”. Finalizan con el movido popurrí “Venimos de lejos”. Los aplausos no se dejan esperar. Con el ánimo navideño decido almorzar en el bistro Sonoma, nombre del valle donde nació la industria del vino en California, situado en un ancho pasillo del tercer piso. Tiene un menú apetecible. Le eché un vistazo ratos antes. En la carta, los tintos que ofrecen son chilenos. A ver qué tal el vino Tarapaca Sarmiento Merlot (RD$ 170). Tras fijarme en la descripción de cada plato, elijo “Alfredo¥s new style fetuccini”: pechuga al grill sobre cremosos fetuccini gratinados con mozzarella y tocineta (RD$ 425). En el entorno no hay señal de estufa alguna, ni olor a comida. “¿Dónde cocinan?”, pregunto a un camarero. “La cocina está allá atrás”, señalando hacia un pasillo. Cerca de mi mesa, dos señores de pelo blanco acompañan con cerveza su comida, mientras una pareja treintañera prefiere el vino. El lugar es agradable. Pasa bastante rato y no llegan mis fetuccini. Una chica indica “prepararlos toma tiempo”. Un mozo advierte: “Es que la cocina es pequeñita”. Ambos tienen razón. Cuando al fin llega lo encuentro muy rico. Y es muy rico también el postre que escojo, a sugerencias del camarero Ernesto: Pudín de pan con dulce de leche. Trae helado en plato aparte. (RD$ 280). Agregando té de manzanilla, “tip amount” e ITBI, la cuenta asciende a RD$ 1,228.80. He comido muy a gusto. Mientras deambulo por el centro comercial oigo por el altavoz una voz varonil cantando en inglés. Luego una chica que toca saxofón. (Son del grupo Leo Suberví). El saxofón me recuerda la orquesta del colegio Santo Domingo, donde yo tocaba el corno francés. Con tal remembranza salgo de Ágora mall, hasta mi próxima visita.