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Un tributo a la naturaleza

LISTÍN DIARIO CONVERSA CON LAS GANADORAS DEL PRIMER CONCURSO “LETRA NATURAL”

Las ganadoras del primer concurso literario Letra Natural, de la Fundación Propagas, adoran leer y les gusta la ecología. 

¿Qué mejor motivación para escribir relatos orientados a crear conciencia sobre el medio ambiente y a mejorar la relación entre los seres humanos y la naturaleza? 

El resultado del concurso, en el que participaron estudiantes de 40 centros educativos del país en edades entre los 14 y los 18, es un libro en el que los protagonistas son los parques nacionales del país, los árboles y los animales, las especies en peligro de extinción y las acciones humanas, buenas y malas. 

Además de los tres relatos ganadores, Fundación Propagas decidió incluir en esta primera edición seis cuentos que merecieron menciones. Con ilustraciones de Laura López del Tejo, la obra está dedicada a Camila Henríquez Ureña y a Eugenio de Jesús Marcano. LD conversó con Sarah Suzaña, Karina Rodríguez y María Gabriela Caram, ganadoras del primer, segundo y tercer lugar, respectivamente. 

Las jóvenes aseguran que el proceso de investigación y escritura les ayudó a afianzar el compromiso que desde antes tenían con la conservación de los recursos naturales. 

OBJETIVO DEL CONCURSO DE LITERATURA

“La Fundación Propagas tiene como objetivo trabajar en la educación y sensibilización medioambiental desde una perspectiva amplia; como parte de los programas, creamos el año pasado el proyecto Letra Natural”, explica Claudia Catrain, directora general de la Fundación Propagas, acerca del concurso de literatura. 

La estrategia para motivar a los estudiantes va más allá del concurso, indica, pues la fundación convoca a expertos para que impartan talleres en los colegios sobre temas locales de medioambiente y técnicas de escritura. 

1ER. LUGAR 

SARAH SUZAÑA, COLEGIO VÉRITAS 

La historia de “Cuando todo está oscuro” se desarrolla en la reserva forestal Cabeza de Toro, en la provincia de Azua. Elegir para su relato el sur dominicano tuvo para Sarah, de 17 años, un significado especial: su mamá es de Barahona y ella vivió hasta hace tres años en San Juan. 

Aunque conoce la reserva, debió investigar mucho sobre la flora y la fauna del lugar, tanto que hasta se desanimó y estuvo a punto de no participar. “Quería escribir un relato pero incorporarle algunos elementos de la poesía”, dice Sarah. 

Y lo logró. El jurado le otorgó el primer lugar por haber creado “una pieza de rigores artísticos excepcionales, de un colorido prosístico que se asemeja a un cuadro pintado con palabras, haciendo alusión a un ecolenguaje”. 

Y el Sur, explica la joven, “lo elegí porque tenía la idea de que, si ganaba, la gente lo conociera más, porque es la zona menos conocida del país”. ¿Qué ocurre en el bosque cuando todo está oscuro? La Lechuza Sabanera, guardiana eterna de la noche, es la encargada de contárselo al lector. 

2DO. LUGAR 

KARINA RODRÍGUEZ, 14 AÑOS 

Para investigar y aprender a fondo todo lo relativo a Valle Nuevo, el parque nacional donde tiene lugar “Fortalecidos en la esperanza”, Karina se auxilió de los vídeos educativos de la Fundación Propagas y de sus padres, oriundos de La Vega. 

En su cuento, merecedor del segundo lugar, un grupo de animales y flores de Valle Nuevo sospecha que unos niños son los culpables de la desaparición de Zonolis, la cigüita; indignados, deciden vengarse de una forma violenta y poco ejemplar. 

¿Lo consiguen? ¿Alguien los enfrenta? ¿Qué ocurrió realmente con Zonolis? 

“En mi relato los animales parecen ser muy crueles porque así es exactamente como nos comportamos los humanos. Es irónico que tratemos a la naturaleza así, porque sin plantas y animales no estuviéramos nosotros aquí”, expresa Karina, del colegio Fernando Arturo de Meriño. 

El jurado, presidido por María Amalia León, reconoció la fina perspectiva con que Karina mostró “las profundas virtudes de la solidaridad humana”. 

3ER. LUGAR 

GABRIELA CARAM, COLEGIO LOYOLA 

“Ébano Muerto”, el relato de María Gabriela Caram (15 años), es un cuento redondo. Impacta desde la primera línea y su conclusión le deja al lector la sensación de haber formado parte de un acontecimiento digno de contarse, aunque, en este caso, se trate de un hecho lamentable. 

Gabriela narra la muerte de un árbol vista y sufrida desde la perspectiva del árbol. Como siempre le ha gustado escribir, cuando participó en el taller ya sabía el tema que trataría. Sólo tuvo que ubicar el escenario y elegir una especie importante de la flora dominicana que fuera compatible con su historia, dice. Le han dicho que el relato, tercer lugar del concurso, es fuerte y cruel. 

“Y sí creo que es verdad, que es fuerte, pero creo que tiene sentido que vean que es cruel y fuerte porque lo que estamos haciendo es cruel y fuerte, sólo que pensamos que simplemente se trata de un árbol; por eso quise hacerlo como si tratara de un ser humano, porque si una persona le hace daño a un ser humano la gente piensa guao, qué cruel”, afirma Gabriela.