SITUACIÓN

El que juega con fuego...

LAS QUEMADURAS CONSTITUYEN UN GRAVE PROBLEMA DE SALUD, ESPECIALMENTE EN LOS PAÍSES DE BAJOS INGRESOS, DONDE SE PRESENTAN MÁS CASOS

Desde 1993, la unidad de quemados Pearl F. Ort del hospital Luis Eduardo Aybar ha recibido alrededor de 12,487 pacientes, de los cuales 3,267 necesitaron hospitalización debido a la gravedad de sus lesiones. 

La Emergencia de ese hospital recibe un promedio anual de 300 niños que, luego de recibir las primeras atenciones, son referidos al hospital Robert Reid Cabral, que cuenta con un área para quemados, igual que el hospital Arturo Grullón, de Santiago, que en cuatro años ha recibido cerca de 1,425 menores con quemaduras. 

Los datos, suministrados por la fundación Pro Vida Paciente Quemado (Provipque), ilustran la situación de las quemaduras en el país. 

“En República Dominicana las injurias por quemaduras se han convertido en un problema de salud a consecuencia del creciente número de pacientes quemados que se reciben día a día en nuestros centros hospitalarios”, explica un documento preparado por Provipque. 

La fundación, creada el año pasado para educar a la población y prevenir el daño por quemadura, informa que este tipo de lesión constituye un problema de salud grave en los países de bajos y medianos ingresos, donde ocurre el mayor número de casos. 

Las quemaduras son un grave problema de salud

Aspectos socioeconómicos y culturales definen los factores de riesgo de quemaduras. 

En República Dominicana, por ejemplo, según la experiencia de la unidad de quemados Pearl F. Ort del hospital Luis Eduardo Aybar, la principal causa de quemaduras en adultos es la explosión de tanques de gas, que se estima representa el 25% de los casos, seguida de la descarga eléctrica, con un 18%. 

Esas emergencias tendrían relación con la manipulación inadecuada de tanques de gas y el uso de este combustible en el transporte, así como con las conexiones eléctricas ilegales y el mal estado del cableado eléctrico, comenta Dalia Granados, presidenta de la fundación Pro Vida Paciente Quemado (Provipque). 

De todos modos, es necesario profundizar en los distintos factores de riesgo que ocasionan quemaduras para trabajar la prevención, una de las razones por las cuales nació Provipque hace ya un año. 

Granados informa que en el país también se reportan quemaduras por combustión de gasolina (16%) y hay un aumento en la incidencia de lesiones por químicos, especialmente el conocido como ácido del diablo, utilizado intencionalmente como agente agresor. 

Los niños no escapan a esta problemática de salud. Los pequeños, casi siempre menores de siete años, sufren principalmente por escaldaduras, esto es, quemaduras producidas por líquidos calientes. 

“Los niños se queman con agua, aceite, café, o sea que es descuido lo que hay”, dice Rosario Valdez, secretaria de Provipque. 

De hecho, según informan las doctoras, la mayoría de las quemaduras se producen en el hogar por negligencia o conductas temerarias. 

“Todas las enfermedades son prevenibles y este problema de las quemaduras lo es”, comenta Valdez. 

Tratamiento

Aunque al problema de las quemaduras recibe mayor atención mediática en diciembre, como consecuencia de los accidentes producidos por fuegos artificiales, este tipo de emergencias médicas se presentan a lo largo de todo el año con consecuencias nefastas para los afectados y sus familiares. 

Si bien el costo del tratamiento varía dependiendo de la gravedad del paciente, el mínimo invertido ronda los 30 mil pesos diarios. 

En las tres unidades especializadas con que cuenta el país -una para adultos en el hospital Luis Eduardo Aybar y sendas unidades para niños en el Robert Reid Cabral, de Santo Domingo, y el Arturo Grullón, de Santiago- los pacientes reciben atención en su fase aguda. 

Una vez se recuperan les aguarda otro proceso difícil: reintegrarse a la sociedad. 

“El manejo del paciente es sumamente complejo, sumamente costoso, pero después de eso vienen las discapacidades con que queda”, expresa Valdez. 

Aun cuando sobreviva al trauma, la víctima sufre pérdidas materiales y emocionales que afectan su salud psicológica y que en muchas ocasiones le impiden reintegrarse con normalidad a la vida social y laboral. 

“Nadie es capaz de imaginarse el trauma sicológico que pueden sufrir tanto el paciente como el familiar”, comenta la presidenta de Provipque, organización que cuenta con un blog (provipque.blogspot.com) en el cual publica consejos y orientaciones sobre este tema. 

Consejos

En el caso de escaldaduras, que afectan con frecuencia a los niños, la fundación aconseja alejar a la víctima del líquido caliente, quitarle cualquier prenda que se haya mojado para que el líquido impregnado en la ropa no siga en contacto la piel; enfriar el área escaldada, pero no demasiado, pues el herido puede sufrir más daño; secar delicadamente la piel y cubrirla con mantas limpias y secas, y evitar el uso de cremas, pastas o cualquier otra sustancia sobre la piel, ya que pueden causar más daño. 

Cómo actuar en caso de llamas

La prioridad es extinguir la llama, haciendo rodar al paciente por el suelo, aplicando mantas o abrigos o utilizando agua o espuma antiincendios. 

- Retire las ropas quemadas. 

- Retire anillos, pulseras y adornos metálicos para evitar el efecto de torniquete que produce el edema.

- Si la ropa está adherida a la piel, no la hale, recórtela. 

- Cubra a la víctima con paños limpios o mantas (no necesariamente estériles). 

- No enfríe con agua (si el agua fría se aplica en superficies mayores al 10% se corre el riesgo de hipotermia). 

- Si las llamas de un incendio por gasolina queman a alguien, aleje a la víctima, apague las llamas, quite la ropa, enjuague la piel y tape a la persona hasta que llegue el personal médico. 

Fuente: Provipque

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