EDUCACIÓN ALTRUISTA
Escuela comunitaria
PETRONILA GENAO GÓMEZ DESEA CONTINUAR LAS CLASES EN LA SALA DE TAREAS DE LA JOYA
SANTIAGO.- Petronila es vecina de los camiones de repollos y las montañitas de verduras del Hospedaje Yaque. Vive en La Joya, antiguo barrio de Santiago y albergue innato de los lechones joyeros. La vecindad regada por el cauce del Yaque fue, hace catorce meses, inundada. La riada por el desague inesperado de la Presa de Taveras, llegó hasta el segundo nivel de edificios de tres. Y entre otros espacios y artículos valiosos, barrió con los enseres del Club Félix B. marte donde actualmente funciona el Modelo Comunitario de Sala de Tareas, fundado hace tres años por Petronila Genao Gómez. El proyecto está dirigido a niños y niñas de familias pobres, a la infancia de su entorno que tiene pocas opciones de ocupar el tiempo en que sus padres y madres se ganan el sustento. Interrumpida y amenazada por limitaciones económicas, la Sala de tareas, la única de La Joya, sólo necesita trece mil pesos para sostenerse mensualmente. “Aceptaríamos ayuda de cualquier institución interesada, pues aquí hay muchos vicios y los niños y niñas pasan mucho tiempo solos”, expuso la maestra y madre biológica del pianista (becado en Berkley) Miguel Andres Tejada. “Mi propósito es alquilar un lugar exclusivo para niños y niñas porque las actividades del club limitan el ritmo del aprendizaje”, aseguró. En los veranos, pretende realizar talleres para que en ese tiempo “no se sientan en el aire”. VocaciónPetronila nació apegada a la enseñanza, a las letras, a la tiza. A los 17 años fundó una escuelita con su amiga Fanny Rodríguez (actual dueña de un colegio) y años mas tarde estudió educación en la Universidad Abierta para Adultos. En su barrio primero comenzó alfabetizando adultos y luego se dio cuenta que la mayor orfandad estaba en los infantes. Y con la población infantil, siguió desarrollando su vocación. “Quiero seguir enseñando porque hay que devolver algo a la sociedad”, expuso. La dinámica de la Sala de Tarea es la siguiente: La niñez cumple allí con los encargos de la escuela, se le explican temas, usan el diccionario y la computadora. También son orientados tanto por Petronila como por Erika Peña Alcántara, quien funge como facilitadora. LA FALTA DE RECURSOS ATENTA CONTRA LABORLa pobreza ahoga a las familias de sectores similares a La Joya. Los progenitores de niños y niñas desean que Petronila siga con su escuela abierta, pero las condiciones económicas atentan contra sus deseos. Por eso, ruega colaboración para seguir recibiendo cada tarde a infantes frente al pizarrón. En el curso también funciona una directiva. Marcel Beatriz Blanco Rodríguez tiene diez años y es presidenta de la Sala de Tarea. “Me siento muy comprometida con hacer las cosas bien”, expone la amiguita de Brenda Liz y Heidy Milagros, con quienes realiza los dibujos que adornan el salón. Petronila, residente en un sector donde sólo existen dos escuelas formales que no poseen cobertura para nuevos niños, solicita mensualmente doce mil pesos para cubrir el aporte al club Félix B. Marte, limpieza, material gastable y el pago de las facilitadoras. La dirigenta comunitaria e integrante del grupo Ercilia Pepín de la Coordinadora de Mujeres del Cibao, quiere seguir esparciendo semillas de esperanza.