Presentan medicamento pionero para el tratamiento del asma severa
LONDRES.- Científicos británicos y canadienses presentaron hoy el Mepolizumab, un medicamento que puede ser pionero para el tratamiento del asma severa y "ofrecer una nueva esperanza" para los aquejados por esta dolencia. Así lo afirma en un estudio publicado en la revista médica "New England Journal of Medicine" (NEJM) el profesor británico Ian Pavord, director de la investigación, quien destaca que este medicamento alivia los síntomas de las personas que sufren asma en grado extremo y evita el tratamiento con cortisona y esteroides. El hallazgo "es increíblemente emocionante", en palabras de Pavord, quien explica que "los estudios han mostrado que el Mepolizumab reduce en un 50% la intensidad de los ataques de asma". Se considera que el asma se convierte en severa cuando el afectado no responde positivamente al tratamiento con dosis máximas de corticosteroides inhalados y beta agonistas adrenérgicos. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el asma en este grado es más común en las mujeres, principalmente en el grupo de edad de 18 a 30 años. Pavord subraya que, además de aliviar el sufrimiento respiratorio que representa un ataque de asma, este medicamento, que se suministra mediante una inyección, "es una terapia que puede permitir a los pacientes detener su tratamiento con esteroides, que en la mayoría de los casos presentan efectos secundarios". El estudio se centró en los asmáticos que tienen una inflamación respiratoria persistente y que presentan eosinofilia (exceso de un determinado tipo de glóbulos blancos en la sangre). El profesor Paul O'Byrne, de la Universidad McMaster (Canadá), coincide en que "el Mepolizumab bloquea la eosinofilia, de manera que podemos mejorar el asma, reducir la necesidad de prednisona (un corticosteroide) y demostrar que la eosinofilia es importante a la hora de causar síntomas asmáticos en estos pacientes". O'Byrne indica que la conclusión es el resultado de seis meses de trabajo, en los que se hizo un seguimiento a veinte asmáticos severos que durante nueve años habían sido medicados con prednisona. A nueve de ellos se les suministró Mepolizumab y a los otros once un placebo, sin que ninguno de ellos supiera si era una cosa o la otra, y se constató que los que tomaron el nuevo medicamento "redujeron de manera muy marcada" sus dosis de prednisona porque ya no lo necesitaban para aliviar los ataques de asma.