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La academia como nicho de solución a las afecciones mentales
Las escuelas de formación se deben a la necesidad de ofrecer experiencias prácticas, fomentar la salud mental de los propios estudiantes y no olvidar los servicios comunitarios.
Siguiendo el objetivo del Foro de Salud Mental, que busca proponer iniciativas de abordaje a la problemática en un esfuerzo conjunto del Listín Diario y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), verificar los programas de las academias se situó como vital. Por esto, el segundo bloque se concentró en el impacto de las escuelas de psicología, con las ponencias de cinco expertas.
Mariela Nova y Nathalie González, quienes ocupan la condición de directoras de la carrera de psicología en los campus de Santiago y Santo Domingo de la alta casa de estudios, formaron una mutual desde el podio explicando las actividades de formación que llevan a cabo.
Indicaron que las escuelas de formación se deben a la necesidad de ofrecer experiencias prácticas, fomentar la salud mental de los propios estudiantes y no olvidar los servicios comunitarios. Esto es lo realizado en las aulas de la PUCMM, integrando la teoría y la práctica con el uso de la cámara Gesell, así como acuerdos con instituciones a cuyos empleados evalúan bajo supervisión.
Mostraron los programas de pasantías, haciendo que los estudiantes completen 320 horas en las áreas de su interés, impulsando el aprendizaje a la vez que cumplen con un servicio comunitario.
A estas les sucedió Margie Sánchez, la directora de Orientación en el campus de Santiago. Desde allí, de acuerdo con la explicación, se promueve una adecuada adaptación del estudiantado.
En lo adelante, daba a conocer que uno de cada tres universitarios sufre problemas de salud mental, por lo que el departamento a su cargo tiene una gran responsabilidad. Dijo que, con cerca de tres mil atenciones en 2023, el 71 por ciento fue en busca de consejería para temas personales, mientras que un 27 por ciento lo hacía por temas académicos, y apenas el dos por ciento acudió por iniciativa propia.
Laura Pérez, en calidad de directora de Servicios para la Inclusión de la PUCMM, tomó el micrófono para comunicar los roles de la universidad sobre el tema. Compartió que 10 de cada 40 personas que les solicitaron asistencia tuvieron alguna situación de salud mental. “Estamos en la segunda pandemia, una pandemia de salud mental. Es importante tenerlo en cuenta”, manifestó Pérez.
De los usuarios comunes, expresaba que quienes fueron por salud mental presentaron los trastornos del espectro autista y del aprendizaje, además de déficit de atención, inatención o hiperactividad. En general, las otras condiciones obedecieron a la discapacidad física (movilidad reducida, limitaciones y condiciones médicas), seguidas de las discapacidades auditivas o visuales (total o parcial).
Keyla Aybar, quien es docente de la universidad, sacó a la luz el Proyecto SAP-PUCMM, diseñado con el propósito de brindar servicios de atención psicológica, bajo el slogan de “evaluar, cuidar y preservar”. Nace con el fin de ofrecer accesibilidad a la salud mental, apoyo integral a la comunidad, y formación práctica y profesional.
Con este proyecto planean dar atenciones a personas y organizaciones, mejorar el clima laboral, impulsar la investigación y formar a doctorandos en intervenciones prácticas y reales.
“No solamente vamos a trabajar con el individuo; vamos a trabajar desde un enfoque clínico, también educativo, organizacional y empresarial, ayudando al recurso más importante de las empresas, que es su recurso humano”, dijo la también coordinadora de la maestría en línea de Dirección Ejecutiva de Gestión Humana.
“Señores, manos a la obra. Vamos a trabajar, que muchas manos hay y muchos cerebros, para contribuir a la mejora de la salud mental”, dijo en la conclusión de su ponencia.