Preocupa caso de adolescente que presuntamente golpea a su madre en Santiago

Una madre angustiada pide ayuda a las autoridades debido a la violencia que sufre de parte de su propio hijo, un niño de 11 años. El hecho se registra en el ensanche Mella I, en el distrito municipal Santiago Oeste, en la provincia de Santiago.

Según las declaraciones de Rosa Domínguez, madre del menor de 11 años, el comportamiento problemático de su hijo comenzó con ausencias escolares, durante las cuales deambulaba por la barriada. 

En el poco tiempo que pasaba en casa, agredía físicamente a su madre y amenazaba sus hermanas. Domínguez espera que las autoridades puedan brindarle un seguimiento psicológico para su hijo.

“Cuando mi hijo está conmigo, me produce un estado de nervios y depresión, y a veces no sé cómo enfrentar la situación”, explicó la madre. 

Además, manifestó su frustración ante la agresividad de su hijo, y en varias ocasiones se ha visto obligada a solicitar la intervención de una patrulla policial para controlar la situación. En un video que circuló en redes sociales, se puede ver a los agentes transportando al menor en la camioneta de la Policía.

Domínguez es madre soltera de cuatro hijos, incluyendo al niño agresivo, quien señaló que en los últimos días su hijo no quería asistir a la escuela ni alimentarse adecuadamente, ya que pasaba el día entero caminando por el barrio.

Esto la obligó a ir constantemente a los parques en busca de él. En una ocasión, su ausencia fue tal, que tuvo que ir a la policía, allí presento su foto para que las autoridades intentaran localizarlo; afortunadamente, días después pudieron encontrarlo.

Rosa también aprovechó la oportunidad para compartir su dura realidad. Además de enfrentar el extraño comportamiento de su hijo, se encuentra criando a una niña con necesidades especiales, lo que complica aún más su situación como madre soltera que debe atender a sus otros tres hijos.

“Soy pobre y humilde, y tengo necesidades porque mi niña especial requiere mucha atención. No puedo dejarla con nadie para trabajar. Su padre me ayuda en lo que puede, pero es muy difícil lidiar con el cuidado de un niño con condiciones especiales. La situación es muy costosa y, como se dice, tengo que depender de la misericordia de Dios”, concluyó Rosa, reflejando su difícil realidad.