El arte urbano: Murales que embellecen la ciudad
Santo Domingo y Santiago se convierten en un llamativo lienzo donde los colores y la cultura se entrelazan gracias al talento de pintores dominicanos.
Con su pincel como herramienta y su creatividad como guía, estos artistas del arte urbano embellecen la ciudad con obras que envían mensajes a quienes observan y disfrutan de estos murales, que, en su mayoría, reflejan la identidad e historia de nuestro pueblo.
Estos murales llenan de vida algunas de las calles más transitadas del país, transformando espacios que en algún momento fueron tonos grises en expresiones coloridas de arte que invitan a la reflexión y conectan a la comunidad con sus raíces culturales.
La primera ruta cautivadora que retrata la cotidianidad del dominicano se encuentra en el sector Santa Bárbara, ubicado en la Zona Colonial. Allí reposan grandiosos murales y graffitis que con las edificaciones coloniales desafía a los espectadores a crear un diálogo con el entorno
En Ciudad Nueva, las paredes y frentes de algunas casas se convirtieron en un museo a cielo abierto con 12 obras, en las que figuran personalidades de la historia dominicana, entre ellas las hermanas Mirabal, Concepción Bona, la caída del tirano Rafael Leónidas Trujillo y el trabucazo de Matías Ramón Mella.
Otra ruta de arte está ubicada en el Malecón. Esta colorida galería de imágenes reúne la obra en un señor comiendo Yanique, la del juego de dominó, niños saltando la soga y señoras con rolo.
Mientras que la ruta de los kilómetros de la Independencia resalta personalidades reconocidas en el mundo del entretenimiento.
En el sector Don Bosco, los alrededores de las calles Doctor Guerrero y Monseñor Ricardo Pittini luce espléndida a raíz de la intervención de más de 20 artistas (entre ellos, invitados de Chile y México) que crearon 16 vistosos murales como parte de la iniciativa ¡Vive Don Bosco!
Las fachadas del Cementerio Nacional Máximo Gómez también captan el folclore, la biodiversidad, la música, la cultura y las personalidades destacadas de la zona. Este resultado fue logrado por trabajo de un grupo de 14 artistas, 11 de ellos dominicanos y tres extranjeros para el festival ‘Villa Juana Pop’.
Valor al arte
Estos vistosos mulares, que visten la capital del país de colores, son los resultados de iniciativas asumidas por algunas instituciones y organizaciones que buscan valorar el talento dominicano a la vez que resaltan la cultura.
Algunos de estos proyectos fueron desarrollados por la Alcaldía del Distrito Nacional y Pinturas Popular en colaboración del gremio que agrupa a los muralistas Monumental RD. También el Proyecto Artístico Transitando y la organización de Modafoca.
La ciudad corazón y ruta visual
La ciudad de Santiago también ha estado de moda con los grandes murales en los que se observan mariposas, paisajes, lechones y caricaturas, así como retratos de personas dominicanas emblemáticas.
Con estos murales, la urbe recibe una bocanada de color que, a través de las pinceladas de varios artistas locales, sacan a las personas de la rutina visual de la ciudad, y generan un gran interés en turistas nativos y extranjeros que van a tomar fotografías.
“Un país que cultiva el muralismo es un país donde la cultura va avanzando. Esas son obras de arte”, comentó el profesor de arte Crispín Rosario, de 68 años, ante este atractivo de pintorescas calles que ofrece la ciudad de corazón, que él mismo estaba apreciando.
Además de lo que artísticamente representa esta ruta cultural, ha cambiado la vida de las comunidades que impactan, así como de residentes en zonas aledañas, quienes a través de estos paisajismos e ilustraciones artísticas en diversas calles y avenidas de esta ciudad, ven un “entusiasmo” esperanzador.
Así lo expresa Martha Contreras, quien a pesar de no vivir en el sector Los Pepines, creció allí, y corrobora que estas obras han marcado un antes y un después en su vida, así como el resto de comunitarios.
Pero el arte no solo se queda allí, el “embellecimiento” al que hacía referencia la señora Contreras también se extiende a la calle Juan Goico Alix, esquina Jacinto Dummit, donde está el denominado “Paseo de Hollywood”.
En este mural fueron plasmados los rostros de destacados actores dominicanos, entre ellos Frank Perozo y Manny Pérez, al igual que algunas actrices de ascendencia dominicana como Michelle Rodríguez y Zoe Saldaña.
Un homenaje a figuras de la actuación, que también se esparce al mundo de la música, donde se retrató con pintura a grandes merengueros, entre los que figuran Fernando Villalona y Fefita la Grande, mientras que también recuerdan la memoria de los fenecidos Johnny Ventura y Ñico Lora.
Ruta Cultural
La Alcaldía de Santiago ofrece una ruta cultural por estos espacios donde se combina la música, el cine, los deportes y el arte, ruta que además de ser declarada como Patrimonio Cultural de Santiago, ha sido recorrida por numerosas delegaciones diplomáticas.
Este recorrido incluye también el popular “Son de Antonio Keka”, donde cada domingo decenas de personas acuden a esta área del sector Los Pepines, espacio que se ha convertido en una estampa de la ciudad, a bailar entre coloridas calles con música en vivo.
El muralismo: un arte contestatario
De acuerdo con Omar Angurria, muralista con más de 50 obras realizadas en el país, más allá de embellecer la ciudad el arte mural históricamente ha servido para comunicar.
“A principio del siglo XX, con el crecimiento del muralismo ha cumplido la función de llevar mensajes a la sociedad, por ejemplo el ‘muralismo mexicano’, era una manera de protestar y poner de manifiesto la necesidad de un pueblo. Es un arte contestatario”, comentó Angurria.
Agregó que, últimamente, esta manifestación se está utilizando para embellecer los espacios públicos, a la vez que sirven como fuente de integración de la misma comunidad, donde se plasman elementos culturales o sencillamente se busca una conexión con el mismo entorno.
El compromiso de preservar estos espacios
Según Angurria, uno de los retos más grande de estos murales es la preservación. Menciona que en el país se han perdidos murales bellísimos de artistas que han fallecido.
“Estos murales se deterioran y los borran. Un gran crimen que ocurrió fue cuando borraron el mural del pintor Ángel Haché en la Universidad Tecnológica de Santiago (Utesa), tenía apenas meses que había muerto y literalmente le pasaron rolos”, manifestó.
Enfatizó que el gran reto, además de los recursos que están escaseando, la preservación de los murales en espacios públicos es esencial.
“Una obra se convierte parte del ecosistema y el paisaje urbano y déjalo que se deteriore… para mí es como… ¿tanto trabajo para qué? Para nada?”, cuestionó.
Dijo que en términos generales en el país existe una especie de olvido con la preservación de cualquier tipo de obras.
Sin vandalismo, cultura por doquier
El ser humano desde su existencia es considerado como un ente social que siente la necesidad de comunicar cosas y por ello ha desarrollado los medios necesarios para hacerlos. Siendo el arte una de las formas más creativas y llamativa ante el ojo humano.
Dentro de esta técnica está el graffiti, uno de los primeros métodos artísticos que se conoce como un medio de expresión que eran utilizados para enriquecer paredes, pero también para ensuciarla con firmas y garabatos insultantes.
Este tipo de arte emplea herramientas más callejeras y se destaca por ser un movimiento cultural diverso y vandálico a la vez.
A diferencia del arte urbano o moderno, que su única intención es embellecer los entornos donde son pintados, así como resaltar elementos de una cultura.