MIGRACIÓN
Personas de Baní y la capital son los más propensos a irse por la “vuelta”, según experto
De acuerdo con estadísticas, el corredor México-Estados Unidos tomó un papel más importante a partir de 2010, pero no fue hasta 2021, cuando la ruta de dominicanos se intensificó debido a la popular “Vuelta por México”.
La migración irregular de dominicanos hacia Estados Unidos ha experimentado un aumento significativo en la última década, según datos del Instituto Nacional de Migración de México (INM).
Pese a que históricamente los dominicanos migraban por vías aéreas y marítimas hacia territorio estadounidense, las nuevas rutas por la frontera sur de Estados Unidos han ganado popularidad.
De acuerdo con estadísticas, el corredor México-Estados Unidos tomó un papel más importante a partir de 2010, pero no fue hasta 2021, cuando la ruta de dominicanos se intensificó debido a la popular “Vuelta por México”.
Los casos más comunes de los que se van por la Vuelta son de Baní (Peravia), Bonao (Monseñor Nouel), Santo Domingo, San Francisco de Macorís (Duarte) y Cotuí (Sánchez Ramírez), quienes son reclutadas por "buscones" locales que los ayudan a organizar y financiar los viajes, a menudo a través de familiares y amigos cercanos, dijo en conversación con Listín Diario Pedro Valdez, investigador asociado de la Universidad de Texas en Austin.
El flujo migratorio de dominicanos ha tenido un impacto significativo no solo en República Dominicana, sino también en los países de tránsito. En particular, Guatemala, El Salvador y Honduras han sido puntos clave para los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos. Sin embargo, en febrero de 2023, Guatemala introdujo requisitos de visa para los dominicanos, pero esto no ha detenido la migración irregular.
De hecho, solo entre enero y mayo de este año se registraron al menos 18,301 eventos de dominicanos con estatus irregular presentados ante el Instituto Nacional de Migraciones de México. En los diez años anteriores se sumaron 12,506 de estos eventos, lo que significa que en solo cinco meses de este año se registraron más casos que en diez años anteriores.
Mientras que entre 2013 y 2023, el número de solicitudes de asilo de dominicanos en Estados Unidos alcanzó los 2,863, con los picos más altos en los años 2022 y 2019. Asimismo, entre 2013 y 2022, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos (CBP) registró 3,737 aprehensiones de ciudadanos dominicanos, siendo 2014, 2016 y 2013 los años con mayor cantidad de detenciones.
Pero a pesar de la constante amenaza de deportación, muchos dominicanos se sienten obligados a seguir adelante debido a las grandes sumas de dinero invertidas en el proceso migratorio. Es usual que estos inviertan hasta 18,000 dólares para hacer la vuelta.
Valdez, quien conversó con algunos migrantes dominicanos que intentaron o llegaron a Estados Unidos a través de la Vuelta por México, dijo que también algunos de ellos no les gustaba el estilo de vida estadounidense y que se arrepentían de haber ido.
“Pero ellos dicen: ¿Cómo yo me devuelvo? Porque yo pagué un dinero, para pagar esto, además la gente no hace esto sola, también lo hace con familia, ellos se involucran en la organización, en el financiamiento, mucha gente vende propiedades, que son de patrimonio familiar… Entonces la familia dice nosotros hicimos esa inversión en ti, tú no te puedes devolver”, explicó el experto.
En el caso de los haitianos, de acuerdo con Valdez, han tomado otras rutas para llegar hacia Estados Unidos. Luego de que ocurriera el terremoto mortal de 2010, en el que fallecieron más de 200,000 personas, los haitianos recibieron ayuda humanitaria y flexibilidad en migración, sobre todo de países como Chile y Brasil.
Valdez indicó que Brasil fue el que más recibió y que se estima que en un momento hasta el 90% de los migrantes haitianos en sudamérica, fueron usados para mano de obra para la Copa del Mundo de Brasil, de 2014; los Juegos Olímpicos de Río, de 2016.
“Brasil estratégicamente recibió un montón de migrantes y dijeron vamos a ayudar a esta gente y también vamos a ayudarnos a nosotros”, dijo Valdez.
La trayectoría de un haitiano hacia Estados Unidos
Leslie tuvo que pisar 20 territorios hasta llegar a Estados Unidos. De acuerdo con el estudio presentado por Valdez, el joven haitiano salió de Haití por su preferencia sexual, y por la violencia de su país.
Leslie nació en Côtes-de-Fer. Pero su madre murió cuando él era un niño.
Una de sus tías maternas lo adoptó y lo llevó a Puerto Príncipe. Por su orientación sexual, fue constantemente amenazado y, luego del asesinato de Jovenel Moise, en 2021, decidió irse a un sitio donde fuera fácil migrar: en Turquía solo tenía que solicitar una visa electrónica y viajó allí en noviembre de 2021.
En un principio le fue bien, consiguió un trabajo en un restaurante, pero al año tenía miedo de no regularizarse y no tuvo de otra que intentar migrar hacia Estados Unidos, un recorrido que lo llevó por 20 territorios y más de siete meses.
Primero llegó a la otra punta del continente americano, en Chile. Para llegar allí pidió una visa de turismo, pese a que fue fácil de entrar, no lo era tanto para conseguir trabajo.
Rápidamente pasó hacia Perú, y luego a Ecuador donde tuvo que tomar taxis para transportarse y pagarle a un coyote para que lo pasara por la frontera de Colombia, donde se tuvo que mover en transporte público. Pero uno de los puntos más difíciles fue llegar al Tapón de Darién, donde se mantuvo estresado ante la incertidumbre de qué encontraría en el siguiente paso.
En Costa Rica utilizó coyotes para moverse hacia Guatemala. Ya estando en este punto, fue hacia Tecún Umán y cruzó el río Suchiate en un barco hecho de gomas de camión.
En febrero de 2023 llegó a Tapachula, donde solicitó un documento para moverse dentro del país pero no lo obtuvo.
Se fue a Tuxtla en autobús y tomó otro a Puebla, pero fue detenido por un oficial de migración, y enviado a un centro en Veracruz por un par de días. Allí le dan un ultimátum para irse del país antes de 30 días.
Aunque en un principio pensaba irse a Tijuana, cambió el plan hacia Monterrey, donde estaba aún más cerca de la frontera sur de Estados Unidos, donde sería más fácil solicitar el CBP One.
Cuatro meses después, obtuvo una cita del CBP One en el cruce fronterizo de Matamoros-Brownsville.
Ahora vive en Nueva York junto con su hermano.
El trayecto de una dominicana por la Vuelta
Aureliana, quien es mencionada en el estudio de Valdez, había solicitado visa estadounidense en varias ocasiones, sin tener éxito. Por esto, y otras presiones sociales, decide irse por la “Vuelta”, y compró a una persona un paquete todo incluido por 18,000 dólares que incluía boletos aéreos, transporte, hoteles y comida.
Tenía hasta tres oportunidades para intentarlo, por la alta cantidad de presupuesto invertido.
Todo se inició en Guatemala, donde su “guía” la estaba esperando. Al día siguiente la trasladaron a un hotel ubicado en Santa Rosa, donde se quedó por una semana. Se sentía insegura y desconfiada de su alojamiento.
Luego salió de su hotel y cruzó la frontera de Guatemala-México. Allí se trasladó desde Chiapas hasta Oaxaca en camiones. Y su recorrido tuvo una parada en un rancho de Puebla, donde había personas fuertemente armadas. Para su suerte, la trasladaron hacia una casa privada en Guanajuato, donde pagó 1,500 dólares.
Le dieron una identificación falsa para viajar a Monterrey en avión, y allí se quedó en una casa y fue enviada hacia Piedras Negras.
En diciembre de 2021, cruzó el desierto hacia Estados Unidos y se entregó a la patrulla fronteriza, pero no fue recibida, sino devuelta a México.
No fue deportada a República Dominicana, porque se declaró guatemalteca.
Lo intentó por segunda vez, en esta ocasión cruzó la frontera por la Ciudad Acuña, en el norte de México, y cruzó hacia San Antonio, Texas. Pero otra vez es devuelta a Villa Hermosa en el sur de México, donde es detenida durante un mes en el centro de detención del Instituto Nacional de Migración de México.
Por última vez trata de hacer la vuelta. Consiguió otra identificación falsa y viajó de Ciudad del Carmen a Ciudad de México, pero al llegar al aeropuerto es capturada nueva vez y la trasladaron al centro de detención de Veracruz.
Ya para esta ocasión estaba agotada porque era su tercer intento cruzando la frontera.
Pero no se rindió. Comenzó desde Puebla, y se movió hacia Guanajuato y allí aprovechó para ayudar a transportar a otros migrantes, a quienes cobraba de más para usar ese dinero para su cuidado personal.
Ya en Monterrey, le pide a la mujer que la acoge que la ayude a arreglar su cabello, para crear más confianza al momento de cruzar la frontera.
En marzo llegó a Piedras Blancas y cruzó de nuevo la frontera. Un taxista la trasladó hacia Austin.