educación
El almuerzo escolar les gusta a algunos, a otros no
El 50 por ciento de los estudiantes decide no consumir los alimentos.
Los centros educativos Mauricio Báez y República Dominicana viven realidades distintas en la forma en que reciben y consumen el almuerzo escolar. En uno el tema marcha bien, aunque no del todo, pero en otro la realidad es muy distinta a la que se espera.
En la escuela República Dominicana, ubicada en el sector Villa Juana, su directora, Yidaira Medrano, explicó que el almuerzo que llega está en óptima calidad y no suelen tener irregularidades con el mismo, enfatizando que de acuerdo con el ciclo escolar del estudiante es como imparten la cantidad de alimentos. A pesar de ello, se han presentado casos en que la comida no es suficiente.
En este centro de estudios, el almuerzo está previsto iniciar a las 11:30 de la mañana y es repartido a más de 500 estudiantes.
“Todos los cucharones vienen con sus medidas que dicen las onzas que debe tener el plato. Hay una medida para los más grandes y para los más pequeños”, explicó Medrano. El menú escolar es el mismo que se distribuye en todas las escuelas; “lo único que puede variar es la forma. Por ejemplo, yo solicité que en vez de hacer arroz con sardina, sea un locro. Ya que es más atractivo para el niño”, dijo.
El Departamento de Nutrición del Inabie es el encargado de elaborar el menú que se distribuye en 25 combinaciones de platos en cinco semanas, para garantizar la variedad y que puedan recibir los nutrientes necesarios.
El Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie) es la entidad encargada de la alimentación de los estudiantes de las escuelas públicas del país a través de diferentes empresas, que califica como suplidores o distribuidores.
Liceo Mauricio Báez
Al liceo Mauricio Báez, también en Villa Juana, el almuerzo escolar llega y se imparte muy diferente a la Escuela República Dominicana. Aquí no llega de forma habitual a las 11:30 de la mañana como se tiene previsto; en ocasiones llega casi a las 12:00 del día.
Para repartirlo, la escuela divide las raciones en dos partes: una parte va a la tercera o cuarta planta y la otra se queda en la planta baja.
Los estudiantes que desean la comida son quienes consumen; según explicó uno de los docentes del centro que decidió no revelar su nombre, el promedio de estudiantes que decide no consumir los alimentos es más del 50%. La docente manifestó que alrededor de 500 son los estudiantes del centro educativo, de estos, solo unos 200 consumen el almuerzo. Ayer, el menú escolar era moro de guandules con sardinas y ensalada de repollo con zanahoria.
En el liceo la ensalada llamó la atención, pues no llegó lo que se había preparado para el martes, lo que llegó fue una ensalada de pepino, tomate y lechuga, “generalmente ellos tienden a mover el menú a su parecer”.
Como postre lo que tocaba era un cóctel de frutas, en el menú escolar se refleja que debe ser impartido más de una vez a la semana, pero esto nunca ha llegado, lo que llega es una banana todos los días. Los encargados de la alimentación de ambos centros educativos explicaron que la razón por la que no llega el cóctel de fruta es porque los distribuidores no tienen los envases.
¿Y el aguacate?
Otro de los platos que debería llegar es la ensalada de aguacate, en el menú se especifica que es repartido en la temporada, pero en el liceo Mauricio Báez solo han llevado este plato dos veces desde que empezó el año escolar a finales de agosto de este año.
Los envases donde se lleva la comida son grandes, cajones almacenadores, están bien protegidos y tapados. Para el día de ayer sobró uno completo de arroz, alrededor de una cuarta parte de la sardina y la ensalada por igual.
La razón por la que la mayoría de estudiantes deciden no consumir no fue revelada por los maestros, estos prefirieron que los mismos alumnos sean quienes expliquen su posición de estos. Una joven dijo que en ocasiones la comida llega cruda y sin sabor “a veces el arroz no lo dejan el tiempo suficiente, los espaguetis no saben a nada, llegan desabridos”. Otro alumno que si consume los alimentos, relató que deben variar el postre “está bien, pero deberían variar un poco más el postre que comer guineo todos los días da sueño”, como se había mencionado, solo reciben una banana cada día.
La maestra explicó que ha enviado varios reportes al Inabie sobre la situación de la comida y los suplidores, pero no han tenido respuesta ante sus peticiones, a pesar de esto, no pueden solicitar cambio de suplidor.
Entiende que la entidad debería hacer un levantamiento en los centros “debe de haber la intención de que ellos se lo coman. O sea, no vamos a estar gastando parte del presupuesto en una comida que al final más del 50% no se lo comen