Vuelo 603 de RD: cuando 102 vidas se apagaron en dos minutos en el Mar Caribe
Las autoridades determinaron que la causa del accidente en el vuelo 603 fue la falla de ambos motores y pérdida de control

Portada del Listin Diario de fecha 17-02-1970
Bastaron dos minutos para que se desatara lo que, en su momento, fue considerada la peor tragedia antrópica de República Dominicana: el vuelo 603 de Dominicana de Aviación se precipitó en el mar Caribe tras despegar del Aeropuerto Internacional Las Américas rumbo a Carolina, Puerto Rico. El saldo fue fatal: 102 personas fallecidas —97 pasajeros y cinco miembros de la tripulación—. El mar guardó sus voces.
Fue el 15 de febrero de 1970. Era domingo por la tarde. De aquella catástrofe ha pasado ya más de medio siglo. Para ser exactos: 55 años y dos meses. Las imágenes, desgarradoras, aún navegan en la memoria colectiva del país.
“Recuerdo vívidamente las crudas fotos de los periódicos y uno que otro vídeo”, dice a Listín Diario un señor, que se presentó como PG. “Se veían a los rescatistas que desde los botes con ganchos halaban los trozos de cuerpos flotantes hacia los botes. En su mayoría eran torsos sin cabezas, brazos ni piernas”.
PG, cuyo hermano trabajó como voluntario en las labores de rescate, dice que los cuerpos quedaron amarrados a los asientos con el cinturón de seguridad de la aeronave.
Las autoridades determinaron que la causa del accidente fue la falla de ambos motores y pérdida de control. Primero, el motor derecho perdió potencia. Y, segundos después, el motor izquierdo se apagó.
Entre los fallecidos estaba el excampeón mundial de boxeo de peso ligero dominicano, Carlos (Teo) Cruz, su esposa y sus dos hijos; once jugadoras de la selección femenina de voleibol de Puerto Rico y su entrenador; y la esposa, hija y hermana de Antonio Imbert Barrera.
Tiburones hambrientos
Miguel Franjul, actual director de Listín Diario y entonces reportero del diario, recuerda la tragedia como el primer día de su cobertura en su más reciente reflexión dominical.
El 16 de febrero, al amanecer, Franjul estaba en la parte trasera de la lancha “Capella”, navegando hacia la zona donde el mar “escupía” algunos restos del vuelo 603.
“El aire olía a sal y a muerte”, describe el veterano periodista. Aquello que halló le erizó la piel: cuerpos mutilados flotando en el mar Caribe y tiburones hambrientos, marcando territorio.
“El capitán me dijo que bebiera agua salada para contener los vómitos y las náuseas”, cuenta. “No sirvió de mucho. Años después, todavía me parece sentir el sabor amargo de aquel día”.
La nave tenía un mes de vuelo
El periodista Alfredo Freites también recordó la noche del 15 de febrero de 1970. Cuando los 102 pasajeros cayeron al mar, Freites estaba en el parque Duarte. “Enseguida crucé mi casa y llamé al jefe de redacción del Listín Diario (Milcíades Ubiera)”, reseña en su artículo: “Los Padres huérfanos no tienen nombre”.
La nave DC-9, según el periodista, tenía apenas un mes de vuelo y era tripulada por dos pilotos cubanos y tres asistentes de vuelo. Al otro día de la tragedia, las autoridades instalaron una base de operaciones desde el Club Náutico.
“Cámara en mano, me integré al rescate soñando encontrar sobrevivientes en un silencioso ambiente donde la garúa salitrosa de las olas disimulaba las lágrimas ante el dantesco paisaje de desnudos cuerpos mutilados flotando con el fúnebre baile de las olas”, describe Freites.
La tragedia del siglo
55 años después, una nueva catástrofe antrópica (o de origen humano) volvió a sacudir y enlutar al país. Esta ha superado en gran medida el impacto del vuelo 603: el techo de la discoteca Jet Set colapsó, provocando la muerte de 231 personas y dejando decenas más heridas. Al menos 189 personas fueron rescatadas con vida, según las autoridades.
Ha sido denominada como la “tragedia del siglo”.
El techo del club nocturno Jet Set se derrumbó la madrugada del 8 de abril, cuando cientos de personas disfrutaban de un concierto del merenguero Rubby Pérez. El cantante dominicano falleció.
El gobierno ya ordenó una investigación, en la que participan expertos nacionales e internacionales, de acuerdo con el gobierno. Ayer, peritos de la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura (Onesvie) evaluaron la zona cero.
La Fiscalía del Distrito Nacional ya recibió la primera querella en contra de los propietarios de la discoteca Jet Set. La querella, que también incluye al Estado dominicano, fue presentada por los familiares de Virgilio Rafael Aponte Cruz y Rauny Cedano en contra de Antonio Espaillat López y su madre Ana Grecia López.