batalla de la fe
Ezequiel Molina: el pueblo está “desviado” por la “mala calidad” de pastores y sacerdotes
“Tenemos una cantidad de teólogos, entre comillas, interpretando la biblia a su antojo y comodidad, que eso está matando la fe de la gente”
En medio de la celebración de la Batalla de la Fe, el pastor Ezequiel Molina Rosario dijo ayer (miércoles) que el pueblo dominicano se encuentra “desviado” por la “mala calidad” de algunos dirigentes espirituales, como pastores y sacerdotes.
Se trata de una situación que, desde ya, según dijo el religioso, se ha reflejado en un comportamiento “liviano” (u obsceno), y “superficial” de “una sociedad sin valores morales”.
“Amigos y hermanos, a Ezequiel Molina Rosario le da miedo lo que estamos mirando”, afirmó el pastor, de 80 años, al referirse a aquellas personas que están buscando “beneficio material” en nombre de Dios.
“Vemos gente, además, que está ocupando su tiempo en interminables y estériles discusiones teológicas; otros saben tanta biblia que descalifican lo que dice la palabra de Dios. Es decir, tenemos una cantidad de teólogos, entre comillas, interpretando la biblia a su antojo y comodidad, que eso está matando la fe de la gente”, estalló Ezequiel.
La culpa de esa situación, que el pastor la vaticinó de “desvió espiritual”, la tienen los pastores, sacerdotes, guías espirituales, profetas, maestros, y los hombres y mujeres a quien “Dios ha mandado a predicar y a enseñar su palabra”, dijo.
“Da miedo lo que estamos mirando”, reiteró, y añadió: “Porque nosotros somos responsables de decir la verdad. Le duela, o no le duela a la gente. Tenemos un compromiso, ante Dios, de decir lo que enseña la biblia, lo que nosotros aprendemos, digerimos, y asimilamos de la palabra de Dios”.
El religioso habló en esos términos durante su discurso que tuvo como eje central las “cisternas rotas”, un pasaje bíblico que hace referencia a una cisterna que no retiene agua o a una satisfacción momentánea en la vida.
La Batalla de la Fe, la concentración evangélica nacional, reunió ayer a miles de feligreses en el Centro Olímpico. Fue la edición número 61. Contó con la participación de artistas y pastores como: Marcos Witt, Arianny Aquino y Cales Louima.
Ingobernabilidad y violencia
Ezequiel Molina dirigió su mensaje, por unos minutos, hacia la política, al señalar que en República Dominicana y en el mundo “hay un espíritu de ingobernabilidad”, ya que, “todos los países están en problemas”.
“Un presidente es electo y a los 100 días tiene una huelga. Eso pasa en Argentina, en El Salvador, en Brasil (…) eso pasa donde quiera, porque hay un espíritu de ingobernabilidad”, dijo el pastor.
Y añadió: “Hay una violencia generalizada. La gente como que respira ser violento y esto quiere decir que, una solución equivocada, conduce al fracaso irremediable”.
Otros temas: corrupción y feminicidios
El pastor también se refirió a las medidas anticorrupción que se han implementado en el país, y señaló que las autoridades han logrado “muy poco” para acabar con ese flagelo.
“La gente percibe, la gente piensa, que todos los funcionarios públicos son ladrones, que todos los políticos son mentirosos, charlatanes. Hay una buena cantidad que son así, pero no es la mayoría. Creo que la mayoría piensa y la mayoría se respeta (…)”, dijo.
Ezequiel Molina, además, estalló contra los hombres (o verdugos, como les llamó) que le han quitado la vida a sus parejas sentimentales, y se cuestionó la gran cantidad de “hombres malos” en el país.
“No nacieron del vientre de una mujer. No fueron enseñados, criados o instruidos por una madre. Qué les enseñaron sus madres a esos verdugos. Son preguntas (…)”, apuntó. El pastor dijo que el “materialismo” ha sido el culpable de los feminicidios y el aumento de la delincuencia callejera.
“Afán de progreso. La necesidad de adquirir bienes. Asegurarle un futuro promisorio a los hijos, conducen a una conclusión lógica: papá y mamá están obligados a producir más ingresos, para darle buena alimentación a sus hijos, para tener techo seguro (…) por lo tanto, papá y mamá, salen temprano de la mañana y regresan tarde de la noche a su casa, porque están trabajando para buscar mayores ingresos. Y entonces, ¿quién cría a los hijos de hoy?: el televisor, el celular (…)”, reflexionó.