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Extensión de Metro de Villa Mella: una construcción sin principio ni fin

Las casas y negocios, que fueron marcadas para demolición por el supuesto levantamiento de la ruta del monorriel antes de diciembre de 2022, continúan estáticas y gozan de una tenue estabilidad.

Negocios ennumerados para ser demolidos para la construcción de vías para la extensión de la Línea 1 del Metro de Santo Domingo.

Negocios ennumerados para ser demolidos para la construcción de vías para la extensión de la Línea 1 del Metro de Santo Domingo.Leonel Matos

A más de un año del anuncio de su construcción en 2021, y a unos ocho meses desde que se dijo que iniciaría la obra, la extensión de la Línea 1 del Metro de Santo Domingo en Punta, Villa Mella, en el municipio Santo Domingo Norte, luce, simplemente, estancada.

No hay avance alguno al ojo público; las casas y negocios, que los propietarios afirmaron que fueron marcadas para demolición por el supuesto levantamiento de la ruta del monorriel antes de diciembre de 2022, cuando se informó que empezarían, continúan estáticas y gozan de una tenue estabilidad debido a que las conversaciones con los dueños por una “pronta movilización” son inexistentes.

“A nosotros no se nos ha dicho nada. Esa gente vinieron hace casi un año, como el año pasado por estas fechas, marcaron las casas y dijeron que esto lo iban a demoler por la construcción del metro, pero no han vuelto más. Por lo menos nosotros no hemos sabido nada más”, contó Estefanía Rondon, la propietaria de un negocio de venta de empanadas enumerado por la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret).

De acuerdo a las informaciones oficiales que había ofrecido en principio el director de la Opret, Rafael Santos Pérez, la obra debía comenzar a levantarse a finales de 2022, pero debido a que aún se estaban haciendo los diseños estructurales se había retrasado para mediados de este año.

A siete meses del 2023, las visitas del equipo por el área, la gente refiere, han sido pocas, y la última vez fue para realizar unas mediciones de tierra hace algunos días, pero siempre el contacto con ellos ha sido limitado.

“Con nosotros se ha hablado poco. Ellos vinieron hace algunos días, pero fue solo a medir la tierra y uno a mi me dijo que la obra estaba cerca, pero en ese relajo tienen ellos más de un año y no fue nada formal”, indicó Antonio Román, propietario de una barbería en la calle principal, en la proximidad de la estación Máma Tingo, la primera de la línea.

Pierden la estabilidad

A la mayoría de los que el frente de sus locales de casas o negocios les han sido tachados, les preocupa el hecho de que tan pronto como sean sacados de ahí, perderán su único sustento; sin embargo, se aferran fielmente a que inmediatamente el metro llegue hasta sus sectores los resultados no serán más que positivos. .

“De está barbería es que yo vivo. Mi casa está aquí cerca y no se que va a ser cuando tenga que moverme, pero imaginate, es un avance para el sector y es lo que todo el mundo quiere”, contó el mismo Román, quien además se unió a una larga lista de testigos que refieren que el tema monetario o de ofertas por la pérdida de sus terrenos, ha sido completamente obviado.