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En Las Ochocientas sobreviven con el miedo de despertarse un día haberlo perdido todo otra vez

Cada que llueve para ellos es motivo de pánico y activa un rápido accionar en el buscan poner a salvo primero a sus niños. 

Cañada de Las Ochocientas se desborda cuando llueve y pone en peligro la vida de quienes viven en la cercanía.

Cañada de Las Ochocientas se desborda cuando llueve y pone en peligro la vida de quienes viven en la cercanía.Raúl Ascencio

La noche del 4 de noviembre de 2022 marcó un antes y después en la vida de decenas de personas que residen en el sector “Las Ochocientas”, en el Distrito Nacional, quienes perdieron bienes materiales e inmuebles a raíz de una intensa corriente de lluvia que arrasó ese día.

De acuerdo con los testimonios, cada que llueve para ellos es motivo de pánico y activa un rápido accionar en el buscan poner a salvo primero a sus niños. Sobre todo estos días en los que las lluvias han sido tan constantes y que ya se encuentra vigente la temporada ciclónica.

“Hasta que no terminen de trabajar en esa cañada, que arreglen eso, nosotros no vamos a tener paz. Aquí vivimos asustados, con el miedo constante de que un día empiece a llover y tengamos que repetir lo que pasó en noviembre”, contó Marialy, quien además agregó que desde que el día se nubla su primer reacción es tomar a sus niño e ir a refugiarse en casa de un familiar que vive retirado de la cañada.

El gran desagua pasa literalmente por la parte trasera de su hogar, e inmediatamente llueve sube y se toma las calles donde viven, incluso sus casas.

Trabajos en la cañada

En Las Ochocientas se quejan por la supuesta lentitud con la que perciben que avanzan los trabajos de desviación de la cañada sobre la que sobreviven.

Según contaron, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (Caasd) empezó hace dos meses con las labores de saneamiento de la hondonada que les mantiene inseguros, debido a que cuando llueve sube a altos niveles y ya tienen experiencias traumáticas con su desborde.

“Tienen dos meses desde que empezaron, pero no son dos meses trabajando. Esa gente viene cuando le da su deseo, algunas tres veces en la semana, y mientras tanto nosotros vivimos con el miedo de que caigan dos gotas y tengamos que salir corriendo”, expresó Nelson Brito.

De acuerdo con los testimonios, quienes viven en Las Ochocientas no están contentos con el ritmo laboral que ha establecido la Caasd y afirmaron que llegan épocas en las que los obreros se detienen por mucho tiempo y regresan cuando empiezan a hacer ruido diciendo que van a salir a protestar.

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