Las voces de la concordia
Más voces se han dejado sentir a favor del rescate de la concordia y el entendimiento en una sociedad cargada de abrumadores conflictos.
El llamado del Listín Diario a esta cruzada por una mejor coexistencia social ha calado en distintos sectores.
La exhortación ha sido dirigida, en especial, al liderazgo político, empresarial, laboral y social, cuyas fuerzas son determinantes en este esfuerzo por restablecer el clima de armonía en medio de tantas tensiones y desafíos.
El expresidente Leonel Fernández, líder de la Fuerza del Pueblo, comparte la iniciativa y propone diseñar una agenda de trabajo para abordar las problemáticas nacionales.
También se han sumado a esta causa el siempre sensible y humanista obispo de La Altagracia, monseñor Jesús Castro Marte, así como el presidente de la Junta Central Electoral, Román Jáquez, y el Defensor del Pueblo, Pablo Ulloa.
Igualmente, las comunidades pobres de la capital agrupadas en la Coordinadora de Organizaciones Barriales Don Bosco, de la Fuerza Nacional Progresista y otros ciudadanos.
Pero no basta con emitir apoyos individuales.
Para que este movimiento de concordia sea efectivo y sostenible, se requiere la articulación de un pacto nacional que trascienda las diferencias ideológicas y sectoriales.
Sólo a través del consenso podremos enfrentar los desafíos estructurales que alimentan las tensiones: desigualdad, inseguridad, corrupción y falta de oportunidades.
El diálogo debe convertirse en una herramienta cotidiana, y no en una acción de emergencia.
Las diferencias, inevitables en toda sociedad plural, deben gestionarse desde el respeto mutuo y con el propósito común de construir un país más justo y equitativo para todos.
Por eso, el Listín Diario reitera su compromiso de seguir siendo un puente entre las distintas voces de la nación, promoviendo el entendimiento y rechazando cualquier forma de división.
El rescate de la concordia no sólo es necesario, sino urgente, para que juntos podamos avanzar hacia un porvenir de paz y prosperidad compartida.