Financiamiento de la Educación Superior, la Ciencia y la Tecnología

 La Educación Superior juega un papel importante en el desarrollo sostenible del país, ya que en este nivel educativo se forman los profesionales en las diferentes áreas, y entre estos los profesores que a su vez forman a los niños y jóvenes en los niveles inicial, primario y secundario, y de sus capacidades dependerá en mucho el desarrollo del país. Por otra parte, está demostrado que el nivel superior es el de mayor rentabilidad social en el sistema educativo.

Como se estableció en la Conferencia de Educación Superior del Instituto de Educación Superior para América Latina y el Caribe (IESALC), en el año 2008, “La Educación Superior es considerada como un bien público social, un derecho humano y universal, y un deber del Estado. El concepto de “bien público social” se configura a partir del reconocimiento del papel fundamental de la Educación Superior como un espacio privilegiado donde se forja el futuro de una sociedad, como portador de un bien o servicio de interés colectivo permanente.

Como “deber del Estado”, resulta su obligación de asegurar el cumplimiento de los principios básicos en los cuales se fundamenta la formación de los ciudadanos, velando porque ella sea pertinente, de calidad en inclusiva”.

“Una educación superior comprometida con la creación de una agenda regional para el fortalecimiento de la ciencia, tecnología e innovación que apunten a la generación de conocimientos necesarios para el desarrollo de nuestras sociedades y a la construcción de plataformas científicas y tecnológicas que nos permitan participar del desarrollo de las tecnologías emergentes y del esfuerzo mundial para solución a los problemas comunes de todos los países”.

La Constitución de la República Dominicana del 2010, en su Artículo 63 dice: “Toda persona tiene derecho a una educación integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones”.

En su numeral 10 señala: “La inversión del Estado en la educación, la ciencia y la tecnología deberá ser creciente y sostenida, en correspondencia con los niveles de desempeño macroeconómico del país”.

La Ley 1-12 Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, en el capítulo VII, artículo 25, en su objetivo específico 3.3.3, propone: “Consolidar un sistema de educación superior de calidad que responda a las necesidades de desarrollo de la nación”, y en el objetivo 3.3.4, establece: “Fortalecer el sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación para dar respuesta a las demandas económicas, sociales y culturales de la nación y propiciar la inserción en la sociedad y economía del conocimiento”.

Tomando en consideración los fines y objetivos de la Educación Superior, la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, establecidos tanto a nivel internacional como nacional, la misma requiere cuantiosos recursos económicos para su cumplimiento.

En nuestro país, tradicionalmente la inversión en este nivel educativo ha sido precaria.

Con el objetivo de contribuir a impulsar la inversión, en la gestión gubernamental del doctor Leonel Fernández se inició un incremento en el presupuesto en este nivel, continuado de manera progresiva, hasta pasar de una asignación de $1,582 millones en el año 2004 a $7,789 millones en el año 2012.

El incremento en el sector además incluyó una amplia inversión en infraestructura en la UASD incluyendo, en la sede central:

- Edificio Administrativo para la gestión universitaria.

- Ocho edificios de aulas.

- Biblioteca Pedro Mir, con instalaciones de tecnología de punta, conectada a universidades internacionales, un área para curetaje de documentos, salas digitales, y un auditorio para la proyección cinematográfica.

- Edificio para la Facultad de Artes.

- Edificio para la Investigación y la Innovación en las áreas de ingeniería.

- Comedor Económico con capacidad para dos mil estudiantes.

- Hospital Universitario con capacidad para el tratamiento del Cáncer, con instalaciones adecuadas de punta.

- Parqueo de automóviles para profesores y estudiantes.

En el interior del país se impulsó de manera significativa la extensión universitaria con la construcción de edificios para la docencia en ocho centros regionales, ubicados en Santiago, Bonao, Mao, Puerto Plata, Nagua, Barahona, San Juan de la Maguana e Higüey. Cada centro dispone de edificios de aulas, laboratorios de ciencias, laboratorios de Informática, conexión a internet, instalaciones deportivas, salón multiusos y auditorio con instalaciones para la proyección cinematográfica.

La construcción de estos centros ha permitido ampliar la democratización de la Educación Superior, contribuyendo a la formación de miles de jóvenes, hoy profesionales e insertados a la producción; así como el impulso al desarrollo de las regiones indicadas.