El encierro es la opción anti-asalto en El Valiente
- El mayor reclamo. Amas de casa, propietarios de negocios, religiosos y dirigentes comunitarios de El Valiente reclaman con urgencia que las autoridades dispongan una vigilancia policial permanente para frenar los asaltos.
Como “muy difícil”, definen los residentes en el sector El Valiente de Santo Domingo Este, la vida que llevan, debido a los constantes asaltos que les impiden actuar con normalidad tanto en el día como en la noche
Las familias, los comerciantes, los choferes, los religiosos y los miembros de la junta de vecinos dicen estar desesperados y angustiados por la delincuencia y piden que la policía vigile el sector para llevar tranquilidad.
Durante un recorrido realizado por periodistas de Listín Diario, personas consultadas expresaron su angustia por los constantes atracos que viven día a día y lo que los obliga a “encerrarse en sus casas temprano”, para no ser víctimas de los antisociales.
Propietarios de negocios, además de recurrir a las verjas para proteger sus propiedades se ven en la obligación de cerrar sus puertas temprano por el miedo a ser “atracados”.
Testimonios
Para Israel de los Santos, de 61 años, quien es propietario de un pequeño negocio, dice que en su sector, además de la delincuencia le preocupa la falta de energía eléctrica, la escasez de agua y la deficiente recogida de basura.
Afirma que abre su negocio, del cual sostiene a su familia, a las 7:00 de la mañana, pero el tiempo en que cerraba a las 9:00 o 10:00 de la noche quedó atrás. Ahora, por inseguridad, debe cerrar a las 6:00 de la tarde porque la delincuencia en que vive su sector no le permite extender su horario.
“La delincuencia es terrible. Ayer enterramos uno que lo mataron para quitarle lo suyo. Por aquí atracan todos los días. Por la mañana, cuando las mujeres se van para el trabajo, le quitan los celulares y hasta la comida. Desde que dan las 9:00 de la noche, las calles son de los delincuentes”, manifestó De los Santos.
Verónica Santana, quien es madre de dos pequeñas, dijo que debe cerrar las puertas de su casa antes de las 9:00 de la noche y no sale a menos que sea “muy necesario”, por temor a la delincuencia y los atracos que se producen en El Valiente.
“La delincuencia está acabando con uno, los atracadores quitando los motores a la gente que trabaja y uno que se tiene que trancar temprano”, expresó Santana, cabizbaja por tener que vivir en el miedo.
Dice que los dueños de colmados se ven obligados a colocar verjas y otros protectores en sus negocios, para evitar futuros robos. Cierran temprano y salen rápido del local para no ser sorprendidos por desaprensivos.
Es el caso de Jorge Núñez, negociante en un colmado que se encuentra en el sector. “La delincuencia es muy fuerte por aquí porque atracan mucho. Tengo que cerrar temprano para cuidarme de un atraco e irme rápido a trancar en mi casa”, informó Núñez, entre risas al recordar las acciones que toma para protegerse.
Nadie se salva
Alexis Castillo, presidente de la junta de vecinos del sector El Valiente, expresó que es penoso que los antisociales se encuentren atracando personas por la zona. Contó cómo unos delincuentes le quitaron sus pertenencias a miembros del ayuntamiento, que se encontraban trabajando en la zona a tempranas horas de la mañana.
“Es penoso como los antisociales andan atracando por aquí; hasta a unas personas del ayuntamiento que estaban limpiando vinieron y le quitaron lo poco que tenían”, explicó Castillo inconfome por la falta de accion policial.
Cándido Carela, líder religioso, expresa que la iglesia “trabaja para que la delincuencia se reduzca, dando charlas y cultos a los jóvenes para ayudarlos a crear conciencia”.
Dice que donde llega la palabra de Dios, toca el corazón y el alma. “La palabra de Dios va directamente al interior de la persona y trabaja en lo espiritual”, manifestó Carela.