VIOLENCIA
Así era la vida de José Gómez, uno de los evangélicos ultimados en la autopista Duarte
Tan solo en agosto del pasado año, Gómez Jiménez había logrado convencer a su pareja sentimental, Carolina Cuevas, de que esta aceptara por fin casarse
El reloj marcaba las 8:40 de la noche cuando Yeimi Gómez Jímenez recibiría la llamada que marcaría su vida.
"Tu hermano tuvo un accidente, no puede hablar ahora porque está muy golpeado", fue lo que le comunicó una voz femenina al otro lado del teléfono del hoy occiso José Manuel Gómez Jiménez, quien supuestamente habría sido víctima de un asalto, donde resultó herido de bala, la misma que minutos más tarde le arrebató la vida.
"A mi hermano lo reanimaron tres veces, veía como dejaban pasar a todo el mundo menos a mi cuñada y a mí", manifestó Gómez a la llegada del entierro de su hermano.
Según cuentan los familiares de la víctima, de 38 años de edad, al momento del hecho este se dirigía a buscar unos equipos para una actividad de la iglesia, junto a Javier Hernández Jesús, de 28, quien también falleció producto del hecho ocurrido en el kilómetro 32 de la autopista Duarte.
Hoy el dolor y el sufrimiento se han estacionado, sobre ambas familias. Preguntándose "el porqué se les fue Joselo (apodo con el que se le conocía)", sus familiares y allegados claman por justicia y que "el crimen no quede impune".
"Nos ha ganado la delincuencia fueron dos muchachos buenos, cristianos que asesinó la delincuencia; la delincuencia nos ha ganado, el presidente ha dejado que la delincuencia nos gane y que se esté llevando la juventud buena", fueron las palabras de la suegra de la víctima.
Tan solo en agosto del pasado año, Gómez Jiménez había logrado convencer a su pareja sentimental, Carolina Cuevas, de que esta aceptara por fin casarse.
"Ella temía que el amor se acabara si firmaba un papel, por eso no había aceptado antes", dijo su cuñada.
Pero lo cierto es que Carolina Cuevas define a su esposo como un hombre "perfecto".
"Yo ya ni me siento, mi bebé tiene dos mesesitos, y tan contento que él estaba con su muchachita. El llegaba del trabajo y era soltar todo y coger para donde su muchachita que le alegraba la vida, era perfecto", aseveró Cuevas.
Y es que su fenecido esposo procreó tres hijos más, pues además de la bebé que engendró junto a ella tuvo un varón de 10 años, y dos hembras de 15 y 11 años, respectivamente.
Además, su esposo hasta el momento de su muerte practicaba softbol todos los domingos desde hace alrededor de 11 años, formando parte de la liga “Los novatos del Brizal”.
Asimismo, la víctima trabaja como transportista en la fábrica de cerámica Cerarte y había pasado los últimos cuatro años sumergido en la iglesia.
Los restos de José Manuel Gómez Jímenez fueron sepultados la mañana del sábado en el cementerio Cristo Redentor, mientras que los del también fallecido Javier Hernández Jesús, de 28 años fueron trasladados al cementerio de Pedregal.