Los murmullos en el Metro al otro día del choque
Desde 2009, año en que inició a operar el servicio, esta es la primera ocasión en la que ocurre un incidente de esta magnitud
Movilizarse en una de las líneas del Metro de Santo Domingo era una de las tareas habituales de miles de usuario cada día, que al hacerlo se sentían completamente seguros al abordar uno de los vagones, hasta la tarde del sábado, cuando dos trenes chocaron de frente dejando al menos nueve personas heridas.
Un día después de la colisión, los rostros expectantes, la mirada cautelosa, unos pocos murmullos y la incertidumbre sobre la posibilidad de que vuelva a ocurrir una situación similar, es el fiel acompañante de los usuarios.
“Viene con el corazón en la boca, ponte positiva mi hija que eso no pasa todos los días”, fueron las palabras de aliento de un señor a una joven a bordo de un vagón desde la estación Peña Batlle, en la línea uno en dirección Mamá Tingo, a las 9:30 de la mañana de este domingo.
La joven solo procedió a asentir con una sonrisa cautelosa mientras miraba a su alrededor.
“Eso pasa en todos los países, tranquila”, fue otra intervención de otra señora a la misma chica que no emitió una sola palabra.
“¿Están hablando del choque de ayer del metro?”, interfirió un señor a lo que el primer caballero procedió a explicarle que sí y que el incidente era el “miedo de la joven” a la que tenían minutos alentando.
A la conversación se unió un cuarto caballero asegurando que un incidente como el registrado pasada las 11:00 de la mañana de este sábado 16 de septiembre entre la estación Gregorio Urbano y Mamá Tingo, no vuelve a ocurrir, debido a que habrá mayor precaución.
“Eso no vuelve a pasar en todo esto, va a haber más precaución”, fueron sus palabras.
A este punto del recorrido, el tren se aproximaba a la estación Máximo Gómez, cercana al río Isabela, y las teorías sobre las posibles causas del choque era el tema de conversación, aventurándose a considerar que el uso del celular o un descuido humano de parte de uno de los conductores involucrados, fue el motivo.
“Es una responsabilidad que llevan”, fue lo último dicho al momento de volver al silencio del recorrido y las pocas personas a bordo del tren.
Los demás usuarios se mantuvieron en un profundo silencio hasta el final del recorrido en la estación Mamá Tingo cuando el reloj marcó las 9:47 de la mañana.
Desde 2009, año en que inició a operar el servicio, esta es la primera ocasión en la que ocurre un incidente de esta magnitud. El hecho ocurrió pasada las 11:00 de la mañana y dejó un saldo de al menos nueve personas lesionadas.
Hasta el momento no se han ofrecido mayores detalles sobre lo ocurrido desde la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret).