San Cristóbal, desinformación estratégica

La explosión de San Cristóbal mató a 32 dominicanos, también murió la “transparencia” del gobierno del presidente Luis Abinader. Nunca tantos organismos oficiales han tardado tanto tiempo, van 11 días, en una investigación sin rendir su informe.

Aquí investigan la fiscalía de San Cristóbal, la Policía Nacional, el Cuerpo de Bomberos Civiles y la inteligencia de las Fuerzas Armadas. Parecería que todos son una partida de ineficientes, pero sabemos que esta gente tiene historia verificada de hacer muy bien su trabajo.

Todos ellos fueron muy bien entrenados para buscar la verdad, no para ocultarla, que parece ser su misión en el caso de San Cristóbal, resulta sumamente extraño.

Así lo ven muchas personas y el obispo de Baní. Monseñor Víctor Masalles Pere dijo en una misa en el Politécnico Loyola, que quizá nunca sepamos toda la verdad de lo ocurrido.

“Acuérdense, que cuando hay situaciones comprometedoras, se guardan, no sé si pasará ahora, pero eso puede pasar, es una posibilidad”, dijo el obispo en su reflexiva homilía.

La propuesta del flamante director de “proyectos especiales” del presidente Abinader, Roberto Ángel Salcedo, es construir una gran plaza en el lugar, confirmando la intención de ocultar. Quiere sellar el área con hormigón armado, no sabemos si es idea suya o de Abinader.

Salcedo es increíblemente coherente, su propuesta ha sido tan rechazada como sus miserables, absurdas y ridículas “producciones cinematográficas”.

La fiscal de San Cristóbal, Fadulia Rosa Rubio, dice tener evidencias que “comprometen la responsabilidad penal” de los dueños de una recicladora de plástico. ¿Fue intencional?

Mis enemigos políticos me acusan de promover la “Pentagonología Felina Macútica”, que es el fino arte de estar siempre buscándole la quinta pata al “gato entre macuto”.

Esto luce como una desinformación estratégicamente dirigida.

Cubrirlo todo con hormigón armado y darle dinero a las víctimas, ¿por qué Abinader no hace eso con las víctimas de todas las tragedias?

Abinader decidió destruir el prestigio y la credibilidad de nuestras Fuerzas Armadas, policía, bomberos y otras respetables instituciones para ocultar lo ocurrido, mató su muy cacareada “transparencia”.

Sacrificar todas estas instituciones puede tener un solo objetivo: salvar al gobierno.