Panorama político.
Estados Unidos trata con doble cara a los haitianos
El inusual rechazo de buena parte de la clase empresarial, políticos y funcionarios del gobierno a las acusaciones sobre xenofobia y racismo que atribuye la embajada de Estados Unidos a República Dominicana, es una toma de posición importante en el devenir de los asuntos domInico-haitianos.
La forma y el fondo de la declaración pública de la embajada en la cual señala que ha recibido quejas de afroamericanos que han visitado el país, sobre la forma en que los ha tratado Migración, algo que atribuyen a la persecución de haitianos ilegales que están siendo despachados hacia su país, es mal vista.
Los sectores que se quejan observan también la manera fuera de las normas diplomáticas con que la misión norteamericana manejó el lenguaje de su comunicado, que pudo tratarlo con sutileza y haberlo presentado directamente a la Cancillería dominicana, en términos respetuosos, a la espera de una respuesta.
La escasa presencia de empresarios y funcionarios del gobierno en el almuerzo tradicional de la Cámara Americana de Comercio (AMCHAMDR) el pasado miércoles, por la celebración del Día de Acción de Gracias, puso de manifiesto el malestar entre los dos sectores por el inusual comunicado norteamericano.
Las quejas, que también se han reflejado en los editoriales de los medios de comunicación, refieren un cierto cansancio, también en la población, de que Estados Unidos trate mal a la parte dominicana, atribuyéndole, sobre todo en cuanto al manejo de los temas de Haití, abusos inexistentes.
Que hay racismo y xenofobia contra los ciudadanos de Haití pudiera ser un despropósito. Lo que ocurre es que la población haitiana residente y transeúnte sobrepasa los límites razonables, sobre todo porque de más en más ellos están sustituyendo la mano de obra dominicana en muchos servicios.
Hace años durante mi época de reportero para la radio y el periódico Ultima Hora, el parte policial diario casi nunca traía un suceso en el cual se involucraban personas de Haití. Hoy, los sucesos y crímenes en que se ven envueltos haitianos saltan a las portadas por los graves y constantes.
USA sanciona a Romana
La decisión de Estados Unidos de suspender de inmediato las compras de azúcar y otros productos derivados al Central Romana, el principal proveedor de esos bienes a Estados Unidos, con alrededor del 60% del total de las compras, echó agua muy fría a la cabeza de muchos dominicanos.
Si bien se afectarán mayormente los capitales que han invertido en esa empresa durante muchos años, también los trabajadores dominicanos y haitianos, cortadores de caña cuando está a punto de comenzar la zafra del 2022-2023. Parecería todo muy calculado.
Estados Unidos mira con recelo a las empresas azucareras en general desde hace tiempo cuando comenzó a recomendar una serie de medidas para mejorar las condiciones de vida del personal de los ingenios. Se creía que el Central Romana había cumplido con esas recomendaciones.
Las recomendaciones que hace Estados Unidos tienen que ver con los malos tratos a los trabajadores, la trata de personas, empleo de menores, y en general las condiciones de vida en los bateyes, algo que denuncian sectores que defienden los derechos de los obreros tanto en territorio norteamericano como fuera.
La posición de crítica del Departamento de Estado la reafirmó el encargado de negocios interino de Estados Unidos, Robert Thomas, al decir que la práctica que motivó las sanciones impuestas por Aduanas y Protección Fronteriza de su país es vieja y consta en diversos informes sobre derechos humanos.
Thomas como encargado de negocios es más bien un portavoz del Departamento de Estado, ya que no es plenipotenciario como sería un embajador. Estados Unidos no tiene un embajador titular en Santo Domingo desde hace dos años cuando se produjo la salida de su antecesora, previo a la asunción de Joe Biden.
La doble cara ...
Estados Unidos tiene doble cara para tratar a los haitianos. Por una parte, insiste en que República Dominica los acoja, dejando la impresión de que tal postura forma parte de una conjura internacional, y por otro lado expulsa de su territorio a los que llegan en botes o por la frontera sur.
Para los empresarios que se han levantado contra el comunicado de la embajada es una cuestión de honor y también es ponerse del lado del país, que tiene con Haití una problemática que va más allá de lo que se gasta en atención médica a parturientas y otros enfermos que vienen desde Haití.
La presencia de bandas bien armadas, que ahora se denuncia que son financiadas por el ex presidente Martelly y dos antiguos primeros ministros, Laurent Lamothe y Jean Henry Céant, llevó el fin de semana al régimen canadiense del primer ministro Trudeau, a establecer sanciones contra los tres.
Quizás para tranquilizar al gobierno del presidente Abinader, el encargado de negocios Thomas dijo: “el Central Romana Corporation tiene un largo y desafortunado historial de no dar a sus trabajadores el trato que merecen”. Pero el problema República Dominicana-Estados Unidos tiene mayores alcances.
Se dice que por canales diplomáticos el gobierno de Estados Unidos habría propuesto al dominicano el establecimiento de campamentos de haitianos del lado este de la frontera, algo equivalente a la creación de Ghetos como los que hubo durante mucho tiempo en el sur de USA.
El tema ha causado tanta extrañeza y repulsión, que hasta el ex presidente Leonel Fernández, quien se ha caracterizado por no reconocer nada que pudiera beneficiar al régimen de Abinader al cual quisiera reemplazar, calificó de “injusto” el comunicado de Estados Unidos acogiendo supuestas quejas de afroamericanos de visita en RD por el trato de Migración.
Esas quejas no tuvieron mayor sustentación porque se refirieron a personas anónimas que al parecer habrían sido confundidas con haitianos. O fue un alegato adicional a las quejas de que aquí por razones de racismo y xenofobia se maltrata a los haitianos. Esto ha encandilado a comerciantes y activistas haitianos que durante la semana se manifestaron en la frontera de Dajabón.
Excepto por la falta de recaudación de un renglón importante de exportación y el daño a los empleados y trabajadores del Central Romana, al presidente Abinader el rifirrafe terminará beneficiándolo porque si Estados da marcha atrás y la compañía azucarera mejora, si procede, el tratamiento a sus trabajadores, el gobernante que calladamente aspira a la reelección tendrá menos escollos en el 2023.