Enfoque
Deportaciones ¿Quieren cifras?
Del 1 de enero de 2021 hasta el 26 de febrero de 2022, 25,765 personas fueron expulsadas o deportadas a Haití, según datos recopilados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Estados Unidos repatrió al 79 % de ellas, o 20,309 personas; mientras Bahamas, Cuba, las Islas Turcas y Caicos, México y otros países retornaron al resto.
En el mismo periodo, Estados Unidos envió de regreso alrededor de 2,300 niños de padres haitianos que habían nacido en ese país.
A partir de marzo del 2022 hasta la fecha (7 meses), esta cifra se ha triplicado con más de 60 mil haitianos deportados desde México, Estados Unidos y otros países de América de Sur.
Si hablamos de Caribe (incluyendo R.D.), esta cifra llegaría a unos 45 mil deportados.
En el 2021 y 2022, entre México y Estados Unidos se han deportado 1,497,000 personas de varias nacionalidades, pero mayormente de Centroamérica y el Caribe, incluyendo a Venezuela. Más de 6 millones de venezolanos han abandonado su país en los últimos años y la mayoría de ellos llegan a la frontera de México y Estados Unidos, donde este último país tiene una cuota de 24 mil inmigrantes por año.
El resto son deportados o metidos en cárceles de diferentes ciudades hasta su deportación.
Los que emigran de Nicaragua, Venezuela y Cuba puede que estén pasando la misma situación que los haitianos en términos de persecución política, peligro de muerte y mucha hambre.
México es un país económicamente poderoso, Estados Unidos el más poderoso del mundo ¿porqué cargan contra República Dominicana cuando se trata de deportaciones de haitianos, donde hay más de un millón de ellos residiendo y trabajando en forma legal e ilegal en nuestro país, que tiene un territorio que representa el 0.5% del de Estados Unidos y 2.5% del de México?
Corolario: Todo apunta a una campaña internacional para torcerle el brazo al país, a fin de que acoja a miles de haitianos en campamentos de refugiados y así quitarle presión a Estados Unidos, Canadá, Francia, la ONU y la OEA, que no deciden nada ni hacen nada por Haití.