Colmaderos y artesanos luchan contra el lodazal
Bajo una fuerte capa de lodo generado por el arrastre de sedimentos del río Duey tras el paso del huracán Fiona, todavía permanecen varios negocios en el barrio Los Platanitos, del municipio Higüey, en la provincia La Altagracia.
Con escobas y cubetas de agua en manos, se observó a los dueños de estos establecimientos de artesanía y provisiones de alimentos remover el barro para salvar sus mercancías y utensilios de trabajo.
Carlos Domingo, quien elabora figuras de piedras talladas, contó que aunque el ciclón ocurrió la semana pasada, aún no han podido higienizar todo el taller debido al fango que hasta se llegó a secar debido al cese de las lluvias.
Domingo dijo que nunca antes fue testigo de los daños materiales que causa un ciclón como hasta con Fiona, en que su espacio de trabajo quedó destruido y donde pocas artesanías permanecieron intactas.
“El agua del río Duey subió por encima de las ventanas y al techo, todas las figuras talladas que tenía quedaron enterradas”, expresó el higüeyano.
En esa misma comunidad resultó afectado el colmado de Luis Custodio, que puso en la intemperie sus frigoríficos para limpiarlos.
“A mí se me echó a perder todo. Esta semana tuve que botar varios paquetes de salami, vegetales, y frutas porque el agua del río llegó hasta aquí arriba”, comentó el comerciante. Custodio dijo que pese a que su local es de concreto y cuenta con cierta seguridad, no quedó exento a pérdidas y daños por Fiona.
Asimismo, la señora Daisy María López, narró el viacrucis que ha pasado debido a la falta de energía eléctrica en ese sector.
Explicó que vive de elaborar dulces de naranja, pero desde hace una semana ha visto cómo sus insumos se echan a perder debido a la ausencia de refrigeración.