El 80 % de las mujeres con discapacidad ha sido víctima de violencia; reclaman inclusión
RD fue la sede del primer Encuentro Regional de Mujeres con Discapacidad
Con la presencia de representantes de Latinoamérica y el Caribe, se llevó a cabo el Primer Encuentro Regional de Mujeres con Discapacidad, donde clamaron para que se garanticen los derechos de las personas con discapacidad.
Este encuentro se desarrolló como parte del Foro de Intercambio Regional que fue realizado con representantes de 30 países de manera presencial y virtual, realizado en las instalaciones del Hotel Hamaca, de Boca Chica.
El objetivo de este Primer Encuentro de Mujeres con Discapacidad de Latinoamérica y el Caribe se efectuó con finalidad de analizar y proponer acciones tendientes a la participación activa de las mujeres con discapacidad en los espacios de discusión de alto nivel.
Dentro de este encuentro de Mujeres con discapacidad se pidió romper las barreras donde se les impiden el acceso a la salud (incluyendo la sexual y reproductiva), trabajo, educación, participación en la política, justicia, a la recreación y cultura.
Las mujeres con discapacidad experimentan múltiples desventajas, siendo objeto de exclusión debido a su género y a su discapacidad.
Las mujeres con discapacidad tienen una probabilidad por lo menos dos o tres veces mayor que otras mujeres de experimentar violencia, ya sea por parte de sus familiares, parejas, cuidadores e instituciones.
El evento inició con las palabras de Cristina Francisco, vicepresidenta de RIADIS, quien pidió a los estados de poder apoyar más el tema de los derechos humanos, para que se pueda frenar la discriminación directa e indirecta hacia las mujeres con discapacidad.
Unos 1000 millones de habitantes, o el 15 % de la población mundial, viven con algún tipo de discapacidad. De estas cifras, los hombres con discapacidad representan el 12 % y las mujeres el 19,2 %. El 60 % de la población con discapacidad son mujeres.
Las mujeres con discapacidad tienen más probabilidades de sufrir resultados socioeconómicos adversos, como menos educación, peores resultados de salud, niveles más bajos de empleo y mayores tasas de pobreza.