REMINISCENCIAS
Una queja valiosa que me hace recordar

Ahora que se muere Jaya, el río de mi pueblo donde me bañaba de niño, lo recuerdo con sus bríos de entonces, sus charcos enormes, algunos temibles que nos estaban prohibidos por la poca edad, y otros muy amables que servían para la diversión de la muchachada.
Me ha escrito una breve queja un sobrino muy versado en las cuestiones relativas al agua y quiero reproducirla porque el relato es exacto, lo que hace valiosa la observación del Ing. Ramón Bolívar Castillo Sánchez. Veamos:
El otrora caudaloso y cristalino río Jaya, en cuyas riberas naciera y creciera la progresista ciudad San Francisco de Macorís, hoy agoniza lentamente y en silencio siendo víctima de la deforestación de su cuenca, la sobreexplotación de sus caudales y la contaminación causada por el vertido de aguas negras crudas y desechos sólidos en su cauce.
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