La misa crismal congrega cientos de sacerdotes en la Catedral Primada de América

Misa Crismal

Misa Crismal

La Catedral Primada de América acogió hoy a cientos de sacerdotes integrantes de la Arquidiócesis de Santo Domingo. La celebración que los reunió es la tradicional Misa Crismal, donde la iglesia celebra la institución de la eucaristía.

La Misa Crismal es una celebración eucarística en la cual se reúnen los sacerdotes de las distintas arquidiócesis y diócesis para celebrar la institucion del sacerdocio y bendecir los oleos que serán utilizados para ungir al pueblo en todo el año.

La celebración estuvo presidida por Monseñor Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, acompañado por los Obispos Auxiliares Mons. Ramón Benito Ángeles Fernández, Mons. Faustino Burgos Brisman, Mons. José Amable Durán Tineo y Mons. Raúl Berzosa, Obispo Misionero en RD.

La homilía fue proclamada por Mons. Benito Ángeles, Obispo Auxiliar de Santo Domingo que agradeció Ozoria el “honor” de dirigirse a los sacerdotes de la Arquidiócesis.

Mons. Benito fomentó su mensaje en las consignas del Papa Francisco. El obispo destacó que sea cual sea el momento que esté viviendo el sacerdote, este pueda vivir la paz y la fecundidad que el espíritu quiere regalar, expresando que esto no es solo teorías, sino también basadas en vivencias propias.

Además dijo que “El tiempo que vivimos es un tiempo que nos pide no solo detectar el cambio, sino acogerlo con la consciencia de que nos encontramos ante un cambio de época. El cambio siempre nos presenta diferentes modos de afrontarlo”.

De igual manera el obispo sustentó su homilía en el pasaje de Lc 5,4 en la cual destacó que a este le gusta tener esta aptitud que puede permitir remar mar adentro sin miedo.” Jesús nos invita, una vez más, a remar mar adentro con la confianza de que el Señor y de su mano, podremos discernir el horizonte a transitar”.

Este afirmó que la vida de un sacerdote es ante todo la historia de salvación de un bautizado, no debemos nunca olvidar que toda vocación específica, incluida la del Orden sacerdotal es el cumplimiento del Bautismo y nuestra primera llamada es a la santidad.

Monseñor Benito afirmó que la vida sacerdotal se sostiene sobre cuatro columnas o cercanías donde la primera es la cercanía a Dios, la segunda es la cercanía al Obispo, la siguiente es la cercanía entre los sacerdotes y por último la cercanía al pueblo.

Concluyó invitando a los Obispos y sacerdotes hará bien preguntarse “cómo están mis cercanías”, cómo estoy viviendo estas cuatro dimensiones que configuran mi ser sacerdotal de manera transversal y que me permiten “gestionar” las tensiones y “desequilibrios” que a diario tenemos que manejar.

Esta Misa Crismal se efectuó luego de haber transcurridos dos años desde el último encuentro sacerdotal por causa de la pandemia por Covid19 en 2020.

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