El frío frío, refrescante bebida con la que don Francisco se gana la vida desde hace 24 años
“Coco, piña, fresa…” se escucha detrás de un triciclo cargado de botellas con mezcla de sabores y colores, en las inmediaciones de la Cruz Roja, en el sector Miraflores, de la Capital dominicana.
Es don Francisco Genao, quien con una sonrisa, bajo el candente sol caribeño, vende la tradicional y refrescante bebida conocida como “frío frío, yun yun o raspado”.
Su piel está arrugada, maltratada por el sol, pero se mantiene amable con la gente y orgulloso de la tarea que realiza desde hace 24 años para mantener a su familia.
La ola de calor le afecta a su maltratado físico, cosa que ignora don Francisco porque aumenta la clientela que busca refrescar y endulzar su paladar con una bebida que hace décadas se vendía en todo el país, pero que ahora es raro encontrar un de estos.
Don Francisco madruga cada día para salir de su casa en el sector Los Alcarrizos hasta el sector Villa Juana donde guarda sus mercancías y triciclo (paga 30 pesos diarios de parqueo). De ahí se dirige a comprar almíbar, el agua embotellada, las frutas y el hielo, en un mismo lugar, para luego empujar su vehículo de tres ruedas hasta el puesto de expendio.
Es un negocio informal. A veces le va bien y otra “más o menos”, porque cuando las brigadas del Ayuntamiento del Distrito Nacional están retirando los vendedores de las calles “me tengo que esconder”. Si no trabaja no come y cuando llueve no puede vender.
Así transcurren sus días. En un negocio que comenzó cuando un frío frío se vendía a cinco y diez centavos y ahora es a 35 y 50 pesos que se expende, dependiendo el sabor.
Al preguntarle si ha bajado la clientela, por temor a poca salubridad, don Francisco levanta la cabeza y sonríe. “Eso es tradicional, eso no cae, una generación lo deja y otra la coge”.
Solicitó una pensión por vejez y no tiene respuestas
Don Francisco dijo que en enero pasado solicitó una pensión por vejez y no tiene respuestas todavía.
Al enterarse de que su historia salió en Listín Diario y que la gente le envía muchos mensajes positivos, se sintió feliz y dijo esperar que ahora le salga su "pensioncita" que aplicó en enero pasado. No tiene telefóno móvil, pero en de su nieta que vive con él es el 828-864-0910.