Un centro de vacunación arropado por el silencio
La vacunación está en su punto más bajo desde que se inició.
Dos entradas principales son las que conducen al pabellón de karate del Centro Olímpico, donde desde inicios del plan de vacunación en febrero, se inocula a la población de forma ininterrumpida contra el Covid-19.
Acceder por una u otra puerta conduce al mismo escenario; un área repleta de un silencio ensordecedor que recibe de golpe al que llega y despide más al que se va.
Corría la 1:30 del día de este viernes, una hora en la que con frecuencia los asientos que ahora permanecen vacíos eran utilizados por los asistentes para esperar su turno de vacunarse, aprovechando las horas de almuerzo, según contaron parte de los colaboradores del lugar.
De acuerdo con el personal, entre las 12:30 y 1:30 de la tarde y el transcurso de la mañana hasta las 10:00, aproximadamente, el flujo de interesados en las vacunas aumentaba sin importar el día.
Sin embargo, ahora los que trabajan allí ven pasar no solo estos periodos de tiempo, si no todo el día sin que al menos dos personas lleguen al mismo tiempo.
“¿Se va a vacunar?”, pregunta una de las colaboradoras si ve llegar a alguien. Lo hizo una vez, y para volver a realizar la misma pregunta pasaron no menos de 20 minutos.
Este es el tiempo promedio que transcurrió este viernes entre una persona y otra para llegar a vacunarse, por lo que al filo de las 2:40 de la tarde, el número de vacunados no superaba las 15 personas.
No obstante, las fuentes consultadas aseguraron que la drástica caída de la vacunación, al menos en este centro, no se debe al reciente anuncio del presidente Luis Abinader de eliminar todas las restricciones contra el coronavirus, incluyendo la obligatoriedad de presentar las tarjetas de vacunación para acceder algunos lugares públicos y privados.