Una sordomuda logra el bachillerato y sueña con estudiar educación
La joven ha superado la barrera de la discriminación, al hacerse bachiller y cursos técnicos.
Cursar una licenciatura en educación especial es el sueño de Yajaira Indira Ferreras Segura, una sordomuda que logró graduarse de bachiller y realizar varios cursos técnicos, rebasando la barrera de la discriminación por su discapacidad.
“Me gusta estudiar y poder ayudar a otros con mi misma condición. Anteriormente era discriminada, pero ahora es una sociedad inclusiva y de atención a la diversidad”, señaló en una entrevista vía whatsapp, en la que respondió las preguntas por escrito.
Indira, como se le apoda, vive con sus padres, en La Colonia Plaza Cacique, de Neiba, en la provincia Bahoruco, en la región Sur del país.
Allí nació y se crió en un hogar lleno de precariedades, pues es hija de un agricultor y una ama de casa.
Ellos la han apoyado para que Indira, de 22 años, estudie y se capacite, al notar la disposición y el talento que mostró desde niña. La joven destacó que fue formada por sus padres con mucho amor y respeto hacia ella y a los demás.
Hace dos años se graduó de bachiller, pero no ha podido ingresar a la universidad por su discapacidad, sumada a las dificultades económicas.
“La barrera que tengo es no poder seguir estudiando porque creo que no hay una universidad que me acepte con mi condición”, lamentó.
Su madre, Ramona Segura Herasme, contó que cuando investigó con la intención de inscribirla en una universidad, le informaron que la joven necesita un intérprete en lenguaje de señas, por lo que pide ayuda para que su hija materialice su sueño de cursar una carrera universitaria. “Ella me dice que quiere ir a la universidad porque quiere tener con qué hacerme una casa y trabajar para comprarme las pastillas de la presión”, manifestó su progenitora.
Su padre, Rafael Ferreras, sostuvo que Indira tiene capacidad para estudiar en la universidad, si se le da la facilidad.
Discriminación La madre contó que Indira fue rechazada en una escuela, porque no escuchaba.
“Cuando tenía 5 años, fue a la escuela de El Manguito, cogió ella misma su mascotica, su lápiz, y vino llorando, porque la profesora no la quiso, porque no escuchaba”, recordó la madre.
Al transcurrir alrededor de tres años, pudo iniciar sus estudios, porque abrieron en Neiba una escuela para sordomudos. Destacó que su hija es muy disciplinada y dedicada.
Indira realizó los estudios básicos en una escuela para sordos de la Iglesia Asamblea de Dios en Neiba, hasta el sexto grado. Luego, cursó el séptimo y octavo nivel en la escuela nocturna Profesor Juan Bosch, también en esa ciudad sureña.
Los cursos desde el primero hasta el cuarto de bachillerato los realizó en la escuela para adultos Prepara
ASPIRACIÓN Quiere seguir estudiando Ayuda. En la escuela tradicional tuvo la ayuda de una técnico distrital especializada en el área.