Enfoque: Historia

Fundación Tzu Chi: un furgón de zapatos para los niños dominicanos

Wilfrido Martínez (al fondo), colabora en descargar el furgón recibido con el donativo de los zapatos.

Wilfrido Martínez (al fondo), colabora en descargar el furgón recibido con el donativo de los zapatos.

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NATHALY TAVAREZPuerto Plata, RD

La fundación Tzu Chi de origen taiwanés se ha de­dicado a ayudar a personas de Repú­blica Dominicana durante mu­cho tiempo. Fue fundada hace 56 años y en 1999 se estableció en el país luego de que ocurrie­ra el Huracán Georges.

En el año 2021 fueron en­viados 12,000 zapatos a Quis­queya para ser donados, los mismos llegaron a principios de octubre, pero fue en el mes de noviembre cuando empeza­ron a repartirse debido a que la organización no está exenta de impuestos, por lo que ten­drían que pagar un cargo de RD$650,000 pesos para que el furgón sea admitido en el país.

En busca de resolver la situa­ción, la Fundación que presi­de la gran maestra Cheng Yen buscó la mano solidaria del di­rector del periódico Listín Dia­rio, Miguel Fanjul, quien se hizo eco de lo que estaba pa­sando y, junto al Director de Aduanas, Miguel Sanz Lova­tón, solucionaron la entrada al país de este desinteresado do­nativo. Gracias a esto, las au­toridades del puerto de Cauce­do aprobaron la entrada de la ayuda.

Una donación bien acogida Entre las regiones beneficia­das con esta entrega de zapa­tos se encuentra El Valedor, una comunidad en las afueras de Puerto Plata. Fue la primera comunidad en recibir este apo­yo dirigido a los niños de esca­sos recursos, estudiantes de las escuelas públicas del norte del país.

Fabio Jiménez, director del Centro de Desarrollo Comuni­tario Valedor, encabezó el en­cuentro de los lugareños con los visitantes de la Fundación Tzu Chi y sus acompañantes. No fue un acto protocolar, sino un sano encuentro entre ami­gos que colaboran unidos en beneficio de esta comunidad norteña. Una representación de autoridades locales resaltó el evento mientras que, en sen­tidas palabras, Jiménez agra­deció a Tzu Chi por los aportes que ha venido haciendo en fa­vor de los humildes.

La presencia infantil tam­bién se sintió motivada. Varios niños se unieron para expresar la gratitud a los voluntarios. Fue una iniciativa llena de senti­miento y emoción que no pasó in­advertida.

El acto de entrega del donativo se destacó por su esmera fluidez, y organización. Un retrato de la gran maestra Cheng Yen presidió la entrega de los primeros 380 pares de zapatos de acuerdo a las escuelas previamente selecciona­das. El equipo de organización preparó con antelación las listas con los nombres de las personas que recibieron los productos, por lo que los moradores hicieron fi­las para buscarlos.

Ayuda para El Valedor La relaciónón entre la Fundación y el centro comunitario fue gra­cias a un grupo de emigrantes ex­tranjeros. Ellos informaron a los voluntarios de la institución so­bre las necesidades de este terri­torio puertoplateño.

Al escuchar este reclamo y después de hacer un levanta­miento de la comunidad, Tzu Chi entregó alimentos y útiles escolares, y en septiembre del año presente, al ver la situa­ción de los pobladores, decidie­ron ayudarles con aportes, brin­dándoles lo necesario para que estos sean beneficiados con el programa “Comida Caliente Ve­getariana” preparada por miem­bros de la comunidad tres veces por semana, con el apoyo de la.

Esto no fue difícil hacerlo, porque la entidad taiwanesa promueve el consumo de ali­mentos vegetarianos no solo porque respetan la vida, sino también porque abogan por el cuidado del medio ambiente.

La fundadora de la organi­zación, la gran maestra Cheng Yen, es una monja budista, con­siderada como la madre Teresa Calcuta de Asia, quien consi­dera la práctica espiritual como una misión de dar amor al próji­mo. Por este motivo brinda ayuda a los seres humanos. “La maestra es acción, amor y acción” dijo Ma­riana Ju.

Un poco de historia La Fundación Tzu Chi se inició con 30 amas de casas, las cua­les aportaban cincuenta centa­vos diariamente, expresando así el legado de que teniendo poco se puede ayudar, siendo está a día de hoy la filosofía de la entidad con sede en Taiwán.

Al día de hoy Tzu Chi es una entidad internacional que ha co­laborado con el bienestar de 125 países mediante la unión con igle­sias y otras organizaciones. La se­de principal se encarga de enviar ayuda a las divisiones que se en­cuentran a lolargo y ancho del universo, sumando a eso el hecho de que cada país tiene que hacer recaudaciones de fondos, por mí­nimos que sean. Con ello se apli­ca la llamada filosofía de “la caña de pescar”: cada comunidad pue­de lentarse por ella misma aun­que al principio requiera algún tipo de ayuda.

En el caso de República Do­minicana algunos de los aportes vienen de parte de voluntarios, quienes donan RD$100 pesos mensuales, además de que reci­ben recursos ofrecidos por em­presarios que se encuentran dispuestos a colaborar con las personas necesitadas.

A pesar de la situación en la que se encontraba el país a causa del COVID-19, los voluntarios no dejaron de apoyar a ciudadanos, por lo que entregaron en diferen­tes ocasiones mascarillas, prue­bas rápidas y alimentos en algu­nas regiones del país.

La escuela Tzu Chi En el año 2,000 la institución in­tegrada por voluntarios taiwane­ses y dominicanos se dispuso a contribuir con la educación, construyendo en la empobreci­dad comunidad de Villa Hermo­sa, en La Romana una escuela que disponía en sus inicios con ocho aulas, pero luego se cons­truyeron otras más.

Esta no ha sido la única contri­bución a la educación dominica­na. Cada año, los voluntarios do­nan uniformes y útiles escolares, además de que han llevado a ca­bo actividades en otros centros educativos.

Un ejemplo del agradecimien­to de los pobladores romanenses con Tzu Chi son las acciones de Wilfrido Martínez, un egresado de esta escuela que a día de hoy es parte del equio de voluntarios. Martínez se encarga de ser cho­fer en muchas ocasiones, suman­do a esto el aporte económico que hace a la organización, con el fin de ayudar a otros, ya que como fue ayudado considera que debe de hacer lo mismo por otras personas.

Zonas beneficiadas La Fundación Tzu Chi estará do­nando 7,000 zapatos para niños y 5,000 para adultos de diferen­tes lugares del país. En la región este se repartirán un total de 3,150, para la Escuela Tzu Chi (800), en bateyes de La Roma­na (600), en el Liceo Juan Pablo Duarte (250), en Ramón San­tana (700) y en otras escuelas (800).

3,530 alpargatas serán en­tregadas en Santo Domingo, de las cuales se darán en Jamaica (500), en El Valiente (300), en la Iglesia Juan Carlos (800), en El Caliche (300), en la Fundación Robert Reíd (250), en El Hoyo Villa Duarte (50), en Monte Plata (400), en la Fundación La Mer­ced (130) y en otras zonas (800).

Por otro lado, en Bonao se da­rán (50), en la comunidad ocoeña de Las Lagunetas (190), en la Fun­dación Azua (700), en la Escuela Hermanas Bucarlly de Baní (700), en Elías Piña (1,700). Y el resto del furgón recibido será repartido en otros lugares de República Domi­nicana.

Los niños de la comunidad de Valledor saludan a la Fundación Tzu Chi.

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