Psiquiatra: Trastornos mentales sin tratar inciden en auge de violencia

José Miguel Gómez, psiquiatra y escritor.

José Miguel Gómez, psiquiatra y escritor.

Desórdenes mentales agravados por la prolon­gada pandemia del Co­vid-19 y en muchos casos ignorados por la pobla­ción, unidos a la falta de atención comunitaria en salud mental, estarían in­fluyendo en la espiral de violencia que ha dejado cerca de 14 muertes en apenas una semana.

La reflexión la hace el psiquiatra José Miguel Gó­mez, quien lamenta que se hayan obviado las ad­vertencias de la Organiza­ción Mundial de la Salud (OMS) y de profesionales de la conducta hechas cua­tro meses después de que estalló la pandemia del co­ronavirus, sobre un even­tual incremento de los tras­tornos mentales a causa del impacto económico y sani­tario del virus.

El especialista indicó que el nuevo coronavirus ha multiplicado los desórde­nes mentales, la depresión, los niveles de frustración y agresividad, los trastornos adaptativos y asociativos y la violencia intrafamiliar.

Citó estresores psicoso­ciales que afectan a amplios segmentos de la sociedad vinculados a la larga pande­mia, como el desempleo, la inflación y el deterioro del presupuesto familiar.

Atribuyó a esa realidad casos tan sorprendentes co­mo el del comerciante que mató a tiros a seis personas e hirió a otras nueve en Hi­güey, provincia La Altagra­cia, así como el coronel que tiroteó la casa de su exespo­sa en San Cristóbal, y des­pués se suicidó, y otro de un hombre que acribilló a dos mujeres ayer en el ba­rrio La Zurza.

Catalogó de preocupan­te cerca de 14 muertes en hechos violentos en tan so­lo una semana. “Eso manda un mensaje de que se está propiciando en República Dominicana una cultura de violencia”, añadió el expre­sidente de la Sociedad Do­minicana de Psiquiatría.

Al evaluar la masacre en Higüey, Gómez precisó que el autor era una persona re­currente en las escenas de violencia y de celos, facto­res potenciados por el por­te de un arma de fuego que muchos asumen como un símbolo de poder.

El especialista estimó que en ese caso se conjuga­ron una angustia por una separación no resuelta, un sentido de pertenencia exa­gerado, mal manejo de la ira y un desorden emocio­nal por celos patológicos. Insistió con las autoridades sobre la necesidad de ser más rigurosas al momento de otorgar permisos para porte de armas de fuego, ya que personas con ese perfil psicológico no están aptas para tenerlas.

El psicoterapeuta sugi­rió al ministerio público instruir a sus fiscales pa­ra que sean entes protecto­res cuando las mujeres bajo amenaza machista procu­ran el auxilio de la justicia.

Instó a las familias que cuando tengan alguien cercano con un problema de salud mental, busquen ayuda de inmediato, por­que regularmente esas per­sonas dan señales y sínto­mas.

El escritor y psiquiatra rei­teró su exhortación a las autoridades para que lle­ven los servicios de salud mental a las unidades de atención primaria.

SEPA MÁS Nadie escapa de padecerlos Estatus. Gómez dijo que el he­cho de que aumenten incluso los desórdenes mentales en deportis­tas y artistas es un in­dicador de que nadie, sin importar su esta­tus social, está libre de padecerlos en alguna momento.

“Todos estamos ex­puestos y somos vul­nerables”, sentenció el psiquiatra.

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