Enfoque: Periodismo
Nelly Luna: “Para hacer periodismo de investigación, la resistencia y la concentración, importan más que la tecnología”
La Red de Periodistas de América Latina para la Transparencia y la Anticorrupción (PALTA) es un espacio de colaboración e investigación transfronteriza impulsado por medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales, interesados en analizar y fiscalizar el uso adecuado del dinero manejado por los gobiernos latinoamericanos.
¿Qué diferencia a esta red de otras alianzas regionales de periodismo de investigación? “Somos una mezcla de periodismo de investigación, de analistas de datos expertos en grandes volúmenes de información y de un componente tecnológico”, sintetiza Nelly Luna Amancio, editora general de Ojo-Público, sitio de investigación periodística independiente de Perú que forma parte de PALTA.
En total, son siete las organizaciones que conjuntamente aportan esas tres cualidades. Como Ojo-Público, El Faro, de El Salvador, y la diaria, de Uruguay, son dos medios que también hacen investigación dura, sobre política y poder.
Desde hace varios años, todas las organizaciones venían desarrollando desde sus propios medios y con otras redes regionales e internacionales investigaciones basadas en dos aspectos: el dinero público y las compras públicas, entendiendo que son las principales áreas estatales con alto riesgo de corrupción.
A raíz de cruzarse en encuentros latinoamericanos de periodismo y de tecnología, se plantearon avanzar hacia una red integral y sostenida que les diera la oportunidad de hacer investigaciones transfronterizas. “Entre todos ya existía un vínculo de confianza, porque conocíamos nuestros trabajos, y había una complementariedad en los diferentes perfiles de cada uno de nuestros equipos”, especifica Luna.
En agosto de 2019, con la publicación de una investigación sobre las contrataciones estatales de productos lácteos en América Latina -que puso en evidencia una serie de irregularidades en programas gubernamentales-, nació formalmente la Red PALTA.
Por medio de esta iniciativa se conoció recientemente que 13 países de América Latina otorgaron beneficios legales y tributarios a laboratorios para comprar vacunas contra la COVID-19.
(P) ¿Qué elementos son claves para un proyecto transfronterizo y cómo se hace en medio de la pandemia? (R) Cuando uno impulsa una investigación transfronteriza, que involucra a equipos de diferentes países, uno de los retos más importantes es la confianza y el compromiso. Hay que tener una relación de confianza previa. Y compromiso para saber que yo estoy avanzando con la certeza de que mi compañero también está avanzando y que el otro que está a kilómetros de distancia también lo está haciendo, y la certeza de que si yo me demoro, arrastro la demora a todo el equipo.
Ese compromiso es fundamental en una investigación transfronteriza y ha sido difícil en pandemia. Todos en algún momento empezamos a tener amigos o familiares enfermos y eso afectó en muchos casos la situación del ritmo de avance para investigaciones transfronterizas.
Y lo digo no solamente por la Red Palta, sino porque desde Ojo- Público participamos en otras redes, como CLIP o nuestra propia red de investigaciones en América Latina, y en todas hemos notado la misma situación, que el impacto sanitario del entorno familiar o el entorno más cercano sí terminó afectando a los periodistas y, por lo tanto, haciendo más lentas ciertas coordinaciones.
(P) ¿Qué hicieron para manejar esas situaciones? (R) Dando más tiempo. Nuestros calendarios se han movido un montón de veces. Las publicaciones se dilataban un poco. Otras veces, si es que está dentro de las posibilidades del equipo, alguien más se suma a cubrir y ayudar a investigar lo que hace falta. Incluso hemos llegado a resolverlo por alguien del mismo equipo.
(P) ¿Cómo es la metodología de trabajo? (R) La Red Palta es una red orgánica en el sentido de que tenemos una estructura para organizarnos, no tiene personería jurídica. Tenemos una coordinación periodística, una tecnológica y una para los proyectos con donantes. La coordinación periodística la estuvimos asumiendo en las últimas investigaciones desde Ojo-Público, la parte tecnológica depende de Datascketch y la coordinación de proyectos, de Poder.
Tenemos reuniones virtuales en las que ya tenemos un equipo de coordinación, están uno o dos representantes por cada organización, donde debatimos qué temas en este momento son fundamentales para la región y se pueden investigar. Al final llegas a tener unos 12 periodistas en total.
El editor periodístico tiene reuniones con los reporteros para ver la hipótesis del reportaje que vamos a construir, qué tipo de bases de datos vamos a armar, qué queremos encontrar, si vamos a hacer pedidos de información o no, si se pueden conseguir por filtración.
Y se van teniendo reuniones periódicas, pero de coordinación periodística. Una vez que la investigación ya está en marcha y todos los reporteros tienen sus propias comisiones de trabajo y el tema ya está más claro.
(P) ¿Tienen una estrategia de publicación? (R) Durante la pandemia, por ejemplo, se han publicado cuatro reportajes transnacionales en total. El último estuvo asociado a los beneficios que recibieron las farmacéuticas en la compra de vacunas. En este caso, por ejemplo, cuando ya estábamos avanzando en la investigación nos encontramos varios vacíos, porque tuvimos muchos problemas para acceder a información sobre las vacunas y los contratos.
Lo que hicimos fue contar con el apoyo de Directorio Legislativo, una fundación con sede en Argentina. Esta alianza fue lo que logró sacar adelante el reportaje, porque hasta ese momento gran parte de los países habían rechazado pedidos de información. Cuando hay mucho problema para acceder a una información, hacemos más alianzas. Es algo fundamental. Mientras más alianzas tengas, mejores resultados puedes tener.
(P) ¿Cada proyecto tiene un objetivo particular? (R) Gran parte de los objetivos de las investigaciones de Red Palta es exponer cómo hay un esquema fallido en el sistema de compras del Estado. El mal uso del dinero público termina afectando derechos fundamentales de las personas.
Entonces, es tratar de identificar dónde existe un patrón que haga funcionar mal el sistema de compras. Los periodistas podemos exponerlo a través de estas redes colaborativas, revelando que no solamente ocurre en una región sino que de manera sistemática.
Por ejemplo, en el caso de las mascarillas encontramos que en todos los casos eran un grupo reducido las mismas empresas chinas que se habían beneficiado con las ventas de estos insumos a toda la región.
(P) ¿Qué rol tiene la tecnología en la investigación? (R) El peso tecnológico recae al momento del análisis de los datos. Hay un fuerte componente tecnológico porque estamos hablando de muchos datos. Lo mínimo que todos los reporteros deben saber o deben conocer es la hoja de cálculo y sus funciones.
Cuando hay mucha más información, se usa R, un lenguaje de programación, para acelerar los cálculos y el análisis. Una vez que ya sistematizamos todo eso, vamos a la visualización. Y para las visualizaciones hemos utilizado cosas bastante básicas, porque con las cosas complejas el usuario a veces se pierde. Todos trabajamos en unas carpetas virtuales donde están los avances e incluso las bases de datos.
(P) ¿Cómo se financian? (R) El 80 % de los recursos de la Red son propios, de cada una de las organizaciones. Simultáneamente, se han estado buscando apoyos de donantes.
(P) ¿Podría ampliarse la red con organizaciones de otros países de América Latina? (R) Sí, es un tema de agenda. Como esto hasta ahora es una relación basada también en la confianza, nuestra meta es que puedan a futuro incorporarse más organizaciones, incluso de países donde no tenemos presencia. De hecho, conocemos a otros medios con los que trabajamos otros temas, como narcotráfico y ambiente.
El tema de fondo es de financiamiento: cómo convences a la otra organización de trabajar sin necesidad de que haya un presupuesto asegurado. Y lo que nos tiene unidos ahora en la Red es que en todos los casos forma parte de nuestro core la investigación periodística de datos y corrupción, por lo que no es un problema el financiamiento.
Obviamente nos convendría más para poder hacer mejores cosas y tener un equipo de dedicación exclusiva, pero hasta ahora podemos darnos ese lujo, por así decirlo, de destacar dos o tres periodistas o técnicos de cada organización a la investigación de estos temas.
(P) ¿Con qué recursos un periodista o un medio puede iniciarse en el periodismo de investigación? (R) Una de las cosas que impulsamos desde Ojo-Público es la investigación periodística especializada. Si tenemos una reportera en salud, esa reportera va a estar asignada a salud y va a tener un perfil investigativo. Lo mismo en temas de poder, economía, política, corrupción o narcotráfico.
Esto implica mucha dosis de persistencia. Hay mucho romanticismo en torno a la idea de derribar o desmitificar el poder, de exponer lo oculto. Pero detrás de eso hay mucho trabajo y en un contexto en la región donde hay muchos problemas de acceso a la información.
Entonces, tener un carácter específico con una capacidad de resistencia y concentración en tiempos de crisis es aún más relevante que el dominio de las herramientas tecnológicas. Porque las herramientas tecnológicas van a cambiar. Todos los años las estamos renovando.No se nace de un día para otro un periodista de investigación.
La concentración es la mejor aliada del análisis de datos y esa mirada crítica de preguntar qué pasa si junto esta base de datos con esta otra y generar nuevo conocimiento.
Es lo más difícil porque no requiere solo de escribir lo que ha ocurrido sino que se necesita mezclar los resultados, revolverlos y analizarlos.