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“En lo que tengo de vida no había visto una enfermedad tan peligrosa”

Hortensia Peralta, de 80 años, cuando esperaba para ser vacunada en un centro de Santiago. ONELIO DOMÍNGUEZ/

Hortensia Peralta, de 80 años, cuando esperaba para ser vacunada en un centro de Santiago. ONELIO DOMÍNGUEZ/

Hortensia Peralta, de 80 años, esperaba junto a otras personas mayores su turno para vacunarse contra el Covid-19 en el puesto que se ha habilitado en el club del sector Villa Olga.

La octogenaria, nativa de Arroyo Agua, Monción, pero residente en Santiago desde hace años, relata que cuando niña la llegaron a vacunar.

“En lo que tengo de vida no había visto una enfermedad tan peligrosa y mortífera como el Covid-19. Las epidemias y las pandemias siempre han existido y existirán, pero no como este virus. Que recuerde no hay uno que lo supere”, expresó Peralta.

También envejecientes que se vacunaron y otros que esperaban su turno, revelaron que se sienten alegres, felices y más seguros, porque padecen de diferentes complicaciones de salud.

“Soy hipertenso y diabético y mi preocupación radicaba en que si me agarraba ese virus a mis 83 años y enfermo, no iba a resistir, pero ahora estoy más tranquilo, ya me vacunaron”, refirió Juan Hernández, cuando salía ayer de la cabina de inmunización que habilitó el Gobierno en el club Mambuiche, del sector Gurabo.

Proveniente del Distrito Municipal de Yásica, de la provincia Puerto Plata, recuerda que cuando tenía entre ocho años lo vacunaron contra el tétano, la difteria y sarampión.

Otros que dicen sentirse alegres por haberse vacunado en contra del coronavirus son Delio Antonio Vega, de 76 años, nativo de Tamboril, y Delia Antonia Rojas Jiménez, residente en el Ensueño, Santiago, de 71, coincidieron en manifestar que al recibir la dosis, se sienten más seguros.

“Te imaginas a la edad que tenemos todos los que estamos aquí, con tantos achaques de salud que tenemos muchos, si nos agarre ese virus, nos lleva de una vez”, manifestó Vega, de 76 años, mientras salía del club de Villa Olga, donde hay instalado un puesto fijo.

María Antonia Beliard, de 81 años, quien se inmunizó en la carpa habilitada en el multiuso del sector Cienfuegos, Santiago, dijo que sufre de hipertensión arterial y diabetes, por lo que ahora se siente con mayor garantía y más segura, porque su temor era que el coronavirus la atacara ya con una edad avanzada y con esos padecimientos de salud. Hizo un llamado a las demás personas que muestran renuencia a vacunarse a que lo hagan, porque es por bien de todos.

La exhortación de la señora Beliard no es aislada, porque es la misma posición que mantienen otros beneficiados con la vacuna en diferentes centros de Santiago, donde exhortaron no solo a las personas mayores adultas, sino también a las más jóvenes para dejen el miedo, no se lleven de rumores y que en su momento se inmunicen en contra del Covid-19, porque ese virus no es un juego, es una realidad.

Mientras que sonriente y caminando ayudado por su esposa, debido a las dificultades que tiene para caminar, el italiano Winfrid Jung, de 77 años, pero residente en esta ciudad, afirmó que ayer recibió la dosis en el club de Villa Olga y que se siente muy contento, porque es un sobreviviente de cáncer, tiene otros problemas de salud y que ahora está más tranquilo y seguro para enfrentar el riesgo de contagio.

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