Opinión

Agarrando al toro de los combustibles por los cuernos

“Al toro bravo hay que soste­nerlo por los cuernos para dominarlo y ga­rantizar la vida de quien lo enfrenta”.

Con este criterio es que el presidente Luis Abina­der trata de enfrentar el grave problema que re­presenta la fluctuación en los precios de los combus­tibles en República Domi­nicana.

Sus intenciones de mo­dificar la Ley de Hidrocar­buros No. 112-00, por la cual se rigen los precios de los carburantes en base a los mercados internacio­nales, buscan resolver “de golpe y porrazo”, este cua­dro económico.

La nueva fórmula sería no afectar directamen­te la economía de la po­blación ni la producción nacional ni tampoco los planes del Gobierno de llevar a cabo numerosas obras sociales en bienes­tar de la gente.

Las recaudaciones que se obtienen con los au­mentos de los precios de los combustibles, debido a las alzas de los merca­dos internacionales, gene­ralmente terminan en los proyectos de bien social.

Lograr que los dominica­nos asuman los movimien­tos de los carburantes como un diario vivir necesario pa­ra el crecimiento económi­co y desarrollo sostenible del país, sería la principal meta.

Evitar que el valor de los carburantes en el mercado y su comercialización en el país se conviertan en una tripleta política, en la que los contrarios se beneficien, quienes fijen precios resul­ten condenados, y la pobla­ción se sienta afectada, es otra meta.

El Ministro de Indus­tria, Comercio y Mipymes, Víctor Bisonó (Ito), cono­ce muy bien de fórmulas de combustibles. Pero pa­ra “dominar el toro por los cuernos” necesita que la re­forma a la Ley de Hidrocar­buros le permita domar a la fiera que le tumba el pulso cada semana a la economía mundial.

El presidente Abinader anunció el pasado sábado que su Gobierno presenta­rá al Congreso Nacional un proyecto para revisar la es­tructura de costos y la fija­ción actual de los precios de combustibles.

Desde el pasado 16 de agosto hasta la fecha el pre­cio del petróleo ha aumen­tado más de un 45%, pa­sando de los 42.34 dólares el barril a los 63 dólares por barril, recordó el Mandata­rio. En el caso del Gas Li­cuado de Petróleo (GLP), según dijo, el aumento es más grande y llega hasta un 79%.

Dar a conocer estas ci­fras insólitas no fueron las mejores noticias para un discurso de rendición de cuentas en la Asamblea Nacional. Pero sí un acto de franqueza al anunciar el firme propósito de mo­dificar la Ley de Hidrocar­buros para aliviar la carga de los precios de los com­bustibles.

El hecho de que el Go­bierno asumiera una sub­vención de 967 millones de pesos en este renglón en los dos primeros meses del 2021, para paliar los incrementos internacio­nales, y no ser percibido por la población, muestra la necesidad imperiosa de realizar reformas profun­das.

Los ministros de Ha­cienda e Industria y Co­mercio informaron el pa­sado miércoles que la situación que enfrenta el estado de Texas al redu­cir la producción de hidro­carburos en un 40%, im­pactará los precios de los derivados del crudo en la República Dominicana.

Ito Bisonó dijo que el Go­bierno ha asumido casi mil millones de pesos, amorti­guando el alza para que no impacte al consumidor, pe­ro la realidad es que esta situación no podrá mante­nerse por mucho tiempo.

“Pero tengan la certeza de que, el gobierno en el marco de sus posibilidades, gestionará las alzas de ma­nera responsable, sosteni­ble y transparente”, expre­só el Ministro que maneja los combustibles.

En los últimos seis me­ses, en plena pandemia Covid-19, el precio del pe­tróleo ha aumentado en un 45% hasta llegar a cos­tar US$63.00 el barril. El gas propano en el merca­do internacional ha subi­do un 79%. La devaluación monetaria fue un 9.2% en 2020 llevando el dólar a RD$58.20 por US$1.00. Es­te es, en sentido figurativo, “El Toro” que hay que en­frentar.

La capacidad recaudado­ra del sistema tributario do­minicano, compuesta por el ITBIS (35.7%), los Im­puestos sobre los Ingresos (35%), sobre Hidrocarbu­ros (8.7%); Impuestos Se­lectivos a las Bebidas Alco­hólicas y Tabaco (5.6%) y el Arancel (4.9%), son “los cuernos” que hay que do­minar.

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