Congreso Nacional protagoniza batalla campal entre manifestantes del 30 por ciento y policías
Los manifestantes iniciaron sus movimientos a tempranas horas de ayer, desde las proximidades de las avenidas Enrique Jiménez Moya con 27 de Febrero
El Congreso Nacional fue sede de una batalla campal entre manifestantes que exigen el otorgamiento del 30 por ciento de los fondos de pensiones y miembros de la Policía Nacional que custodiaban el edificio legislativo.
El concepto de “marcha pacífica” parece no haber sido apoyada por todos los miembros de este grupo manifestante, que tiene como líder al diputado Pedro Botello, luego de los pintados de amarillo incitaron e iniciaron el caos y las posteriores agresiones.
Lo que estaba supuesto a ser solo una marcha preludio a la “manifestación masiva” que acontecerá el próximo 27 de febrero según Botello, terminó en una lluvia de piedras y bombas lacrimógenas entre los dos actores, con el condimento de que personas ajenas al conflicto fueron afectadas.
Los manifestantes iniciaron sus movimientos a tempranas horas de ayer, desde las proximidades de las avenidas Enrique Jiménez Moya con 27 de Febrero. Mientras, en el Centro de Héroes, los policías habían montado toda una línea de defensa compuesta por vallas metálicas, agentes de la unidad antimotines y varios vehículos.
Mientras los manifestantes marchaban hacia el Congreso, mantuvieron una actitud de protesta con algarabía, pero al llegar a la primera línea de vallas metálicas todo cambió. A penas unos segundos de hacer arribado, un manifestante gritó: “vamos a tumbar todas estas verjas” y de inmediato los vestidos de amarillo se lanzaron a derribar los muros que impedían su avance y su confrontación con sus enemigos, los policías.
Ante la incitación al desorden, los policías respondieron con agresión: macanazos y bombas lacrimógenas hacia los manifestantes, que intentaron huir del humo y los golpes. Pero en medio del caos, sucedieron otros fueron afectado
Por un lado, los periodistas que cubrieron el suceso recibieron el impacto de las bombas. Lágrimas, incapacidad para ver y respirar adecuadamente fueron los efectos percibidos, pero también, algunos sufrieron de robos luego de que los manifestantes tomaron ventaja del desorden para delinquir, hasta que algunos policías calmaron las aguas.
Minutos después, los manifestantes y su líder Botello, mantuvieron una discusión acalorada, frente a la fuente del Congreso Nacional, con los agentes policiales quienes impidieron su paso y al cabo de unos minutos, los vestidos de amarillo alegaron que ya se iban. Sin embargo, no fue así.
Rodearon la fuente y doblaron a la izquierda en la calle Juan de Dios Ventura Simo y se colocaron frente a los parqueos de los senadores, donde instantes después inició otra trifulca. Piedras y botellas volaron hacia el edificio del Congreso Nacional, rompiendo ventanas y abollando vehículos, mientras la policía volvía a recurrir a las bombas lacrimógenas que ya no parecían tener efecto para los manifestantes.
Durante unas dos horas, el Congreso Nacional fue un centro de batallas por causas injustificables, incitadas por manifestantes que extremaron, al punto de alterar el orden público, los pedidos de un proyecto de Ley que aún no se ha determinado que sea viable.
Legisladores ajenos, pero exigentes
Los presidentes de ambas cámaras legislativas, tanto del Senado de la República, como de la Cámara de Diputados, no dieron la cara en ningún momento, más allá del ataque frontal que recibió la casa del Poder Legislativo.
Ni Alfredo Pacheco, ni Eduardo Estrella, ofrecieron algún tipo de declaración o señalaron acciones a tomar, siendo esta la segunda vez que la estructura del Congreso Nacional es dañada.
Justamente la senadora del Distrito Nacional, Faride Raful, publicó en su cuenta de Twitter fotografías con piedras que lanzaron y rompieron las ventanas de su oficina. “Así vamos. A pedradas rompiendo los cristales de nuestra oficina. Un grupo que hace reclamos apostando al caos. #DesdeelSenado”, tuiteó.
Por otro lado, algunos diputados apuntaron sus cañones a su colega, Pedro Botello, quien es uno de los líderes de los manifestantes y que volvió a convocar a una “manifestación masiva” para el próximo 27 de febrero, cuando el presidente de la República haga su rendición de cuentas.
Luego del primer incidente provocado por los mismos manifestantes, el pleno de diputados formó el Consejo de Disciplina para que se investigara los hechos ocurridos el pasado octubre. No obstante, tras más de tres meses, aún no han rendido informe sobre lo sucedido, ni se ha tomado ningún tipo de sanción contra Pedro Botello.