Enfoque
Apertura y cooperación, tendencia de la historia
El 30 de diciembre de 2020 el presidente chino Xi Jinping anunció junto con los líderes europeos que las dos partes han completado las negociaciones del acuerdo de inversión entre China y la Unión Europea conforme a lo programado. De esta forma la diplomacia china cerró exitosamente el curso del año 2020 con una contribución importante a una economia mundial más abierta.
El acuerdo de inversión entre China y la Unión Europea es un acuerdo equilibrado, de alto nivel y mutuamente beneficioso que concuerda con las reglas económicas y comerciales internacionales de alto nivel.
Las dos partes prestan gran atención a retener los derechos regulatorios necesarios al tiempo que hacen compromisos abiertos. Al mismo tiempo ambas partes se enfocan en promover la cooperación bilateral en inversiones y enfatizan que la inversión debe ser conducente al desarrollo sostenible.
Ambas partes están comprometidas a promover la liberalización y facilitación de las inversiones, alcanzando logros de negociación de alto nivel . Este acuerdo abarca terrenos mucho más allá de aquellos pactos tradicionales de inversión bilateral. Los logros consisten en cuatro aspectos: compromiso de acceso al mercado, reglas de competencia leal, desarrollo sostenible y solución de disputas.
La culminación de negociación del acuerdo como programada ha mostrado la determinación y la confianza de China para impulsar la apertura de alto nivel, proporcionando más facilitad y garantia de inversión mutua entre China y la Unión Europea. También impulsará enormemente la recuperación económica en la era posterior a la pandemia y fortalecerá la confianza de la comunidad internacional en la globalización económica y el libre comercio.
La apertura al exterior es una política de Estado básica de China que no cabe ninguna vacilación en ningún momento. Tal como ha señalado el presidente chino Xi Jinping, el mundo no volverá a un estado de cierre y separación entre sí. La apertura y cooperación sigue siendo la tendencia histórica mientras el beneficio mutuo es el anhelo unánime de la gente.
El Gobierno chino siempre ha persistido en llevar a cabo su compromiso de apertura y cooperación con hechos concretos. Desde principios del año en curso, emitió en dos ocasiones políticas a favor de estabilizar los capitales extranjeros, publicó una nueva versión de la lista negativa del país y de la zona piloto de libre comercio, estableció el puerto de libre comercio de Hainan y agregó 3 nuevas zonas piloto de libre comercio. Hace unos días, publicó un catálogo de industrias que incentivan la inversión extranjera, en el cual se agregaron 127 rubros respecto al año pasado. Según el ranking del Banco Mundial, el entorno empresarial de China ha subido 15 puestos en 2020.
Hasta la fecha, ha firmado con 26 países y regiones un total de 19 acuerdos de libre comercio. Entre los acuerdos, la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), que se firmó en pasado noviembre, es el tratado de libre comercio con mayor cobertura demográfica, de mayor diversidad de integrantes y con mayor potencial de desarrollo.
Además, ha anunciado que considera incorporarse al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), demostrando su sinceridad hacia una mayor apertura y su deternimación de salvaguardar el multilateralismo.
Precisamente por las políticas económicas y perspectivas de desarrollo de China, el mercado ha respondido con votos de confianza. En los primeros 11 meses del año en curso, recibió un total de 129,470 millones de dólares de inversión extranjera, con un incremento del 4.1% interanual. Durante el mismo periodo, el volumen de comercio exterior alcanzó a 4.17 billones de dólares, con un aumento interanual del 0.6%, y del cuál, la exportación ha crecido un 2,5%. Tan solo en el mes de noviembre, la exportación incrementó en un 21,1% llegando a su máximo nivel histórico.
Al mismo tiempo de que China se dedique a proporcionar aún más oportunidades de mercado y mayor espacios de cooperación, personas de algunos países están promocionando la llamada “ Nueva Guerra Fría”. Esa mentalidad, que busca el descoplamiento y la discriminación por país, implica una desconección con el mayor y muy dinámico mercado y una desvinculación con las oportunidades de desarrollo y también significa un retroceso histórico e inútil.
¿Esa mentalidad ahora se enfriaría un poco con el balde de agua fría de la mano del acuerdo de inversión entre China y la Unión Europea?