Opinión

Panorama político

Abinader gana crédito público en solo 100 días

Guarionex RosaSanto Domingo, RD

El presidente Abinader al parecer se ha propuesto no perder su tiempo en discusiones con los partidos de la oposición y de ahí vendría que le concedió su convencimiento de que no ha pensado en la reelección para el período 2024-2028.

Ese período de reelección le corresponde ya que la Constitución no se lo impide y sus partidarios más cercanos han trazado planes para el gobernante y para ellos, de estar en altos puestos públicos al menos hasta el 2028, tras largos años abajo.

El presidente Abinader no tiene por qué mentir. Si más adelante, ya con un régimen maduro y una obra en camino, se le presenta el dilema, entonces podrá decidir y si buscara la reelección tendrá el permiso constitucional y mejores argumentos que sus antecesores.

Abinader se enfrenta a la rebatiña de los partidos opositores Liberación Dominicana (PLD) y Fuerza del Pueblo (FP) que dirigen los expresidentes Danilo Medina y Leonel Fernández, el último que está activo y proclamándose “el opositor” y el segundo, en silencio. Fernández ha estado publicando en los medios de comunicación listas o personalidades individuales que se han ido del PLD para saltar a FP, pero su afán publicitario parece no solamente dirigido al partido contrario, sino al gobierno.

El afán de retornar al poder en el 2028 por parte de Fernández no encuentra una explicación convincente entre muchos de los que discuten la situación política y aún entre partidarios suyos que nunca han dudado de sus intenciones desde que dejó el Palacio 2012.

Como el doctor Balaguer, el doctor Fernández vive para llegar al poder no obstante los obstáculos materiales y de conciencia que se puedan esgrimir en su contra. Fernández, como el doctor Balaguer ha mantenido un grupo sólido que le siguió cuando dejó el PLD. La persistencia del ex gobernante bajo las siglas del PLD es tan intensa que ha sembrado la duda de sus propósitos, al punto de apostar cuando perdió la nominación del antiguo partido y luego la presidencia con la victoria de Abinader, que se retiraría.

Su retiro no estaba contemplado cuando creó la Fundación Global, una institución al principio muy intelectual para discutir las ideas políticas, que se ha ido transformando en un escenario para reuniones y activismo político en torno a su figura.

Fernández tiene el apuro que representa la presencia de un puñadito de antiguos funcionarios que son juzgados por actos de corrupción “porque mataron la gallina y no guardaron las plumas”. Ese juicio por el caso ODEBRECHT se deriva del clamor de justicia.

La calle cree que la suma de US$92,000,000 que habría recibido el empresario Ángel Rondón para empujar los enormes contratos del gobierno con esa compañía del Brasil no fue para su personal beneficio. Los sometidos experimentaron gran riqueza en gobiernos pasados.

¿Que Abinader no va? Al decirle el pasado miércoles a un grupo de directores de periódicos que no pensaba en la reelección, señaló al mismo tiempo que hay que “andarle rápido”, en relación a una serie de proyectos, reactivar el turismo, la economía y reducir el desempleo. Abinader confía que cuando comiencen a llegar al país las vacunas contra el COVID-19 que su gobierno encargó a un laboratorio internacional, la crisis se reducirá y las medidas de excepción prolongadas y que muchos estiman molestosas serán superadas.

Los primeros 100 días de Abinader al frente del gobierno le han dado un enorme crédito publicitario y de aceptación, gracias a que es el principal productor de las primicias, a su acercamiento con los medios muchas veces por aprecio y no tanto para ganar méritos.

En eso Abinader le lleva una ventaja enorme al régimen del presidente Medina, a quien en los medios se le consideraba uraño; ese era su estilo, pero además no tenía un oficial de prensa sonriente y forjado en el trabajo periodístico como Daniel García Archibald.

Hablar de reelección cuando los comicios del 2024 están tan lejos parecería una insensatez, pero el empeño de volver al poder del PLD y FP supera las posibilidades de los analistas que no ven las cosas desde el punto de vista del otro sino del sentido común.

Abinader tranquiliza a sus opositores al decir que no ha pensado en la reelección, sin preocuparse de que sus partidarios, muchos todavía en busca de puestos , saben muy bien que solamente si ocurriera una catástrofe económica como la quiebra de los bancos, él no iría.

En materia de su manejo con los medios Abinader ha sido el de mayor avanzada que los anteriores presidentes desde don Antonio Guzmán hasta Medina. Balaguer hablaba con la prensa semanal en su camino al Consejo Nacional de Desarrollo. No daba entrevistas.

Una agenda robusta La agenda del presidente Abinader para los próximos años es robusta y se extiende desde las obras públicas, la terminación de los hospitales, la reducción del desempleo, el apoyo a las pequeñas empresas, a los menos favorecidos por la fortuna y a la mujer.

En su política exterior le ha extendido una mano a Haití a fin de discutir los problemas, que son muchos y que él mismo reconoció ante los periodistas. Quizás por ello autorizó al canciller Roberto Álvarez a que invitara a su colega haitiano a una larga visita oficial al país.

Ahora sin la presencia de presidente saliente de los Estados Unidos, Donald Trump, el gobernante dominicano podrá rediseñar los nexos con un presidente menos pugnaz y que no utilizará el chantaje. Le dijo a China que no se preocupe y que los negocios seguirán.

Bajo el consejo del gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, el presidente Abinader ha dispuesto la entrega de recursos a bajas tasas para los productores agrícolas, los adquirientes de viviendas y el mercado, sectores afectados por la pandemia.

Con la inyección de dólares para fortalecer el peso dominicano, el BC ha logrado que no se produzca la presumida escalada en la venta de divisas. La presidenta de la Asociación de Bancos, Rosanna Ruiz, dijo que los ahorrantes mantienen la fe pese a la pandemia.

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