Una misa con el duro recuerdo de los militares que murieron por Covid-19
La misa se realizó en honor a los militares que fueron víctimas mortales del Covid o que murieron en el ejercicio de sus labores durante la pandemia.
“Aquí está mi papi; papi mío”, decía un niño de al menos tres años que añoraba inocentemente a su progenitor, quien murió en el ejercicio de sus labores militares durante la pandemia del nuevo Coronavirus.
Junto al pequeño se encontraban sus otros dos hermanos: una hembra de aproximadamente seis años y otro varón de algunos 9 años quienes estaban junto a su madre María Altagracia Acosta, esposa del difunto militar Carlos de los Santos Núñez.
El mayor de los hermanos (9 años) se mantenía tranquilo sentado en el banco de la capilla escuchando con atención la misa.
Mientras que los dos más pequeños (tres y seis años) ingenuamente aplaudían las canciones que cantaba un señor a ritmo de guitarras en plena eucaristía.
Estos y otros familiares participaron en una misa que celebró la Fuerza de Tarea Ciudad Tranquila (CIUTRAN), entidad dirigida por el capitán de navío Wilson Alfredo Heredia Santos para honrar a todos los integrantes del organismo que fueron víctimas mortales del Covid-19 o que murieron en otras circunstancias en el deber de sus labores durante la pandemia.
Como recordatorio, el Ciutran entregó reconocimientos póstumos a los integrantes de la familia que hicieron presencia en el homenaje a los difuntos.
A la hora de la entrega, la viuda María Altagracia aprovechó para pedirles la construcción de una casa propia para convivir con sus tres hijos que de manera repentina quedaron huérfanos de padre. Actualmente reside en una vivienda alquilada en el sector Los Palmares en Santo Domingo Oeste.
Otros de los familiares presentes portaban mascarillas personalizadas con una foto del rostro adherido en ella como una manera de rendir tributo al fallecido.
“Como un buen hijo y unido con su familia a un 100 por ciento”, recordará el mayor del Ejército de la República Dominicana Marino Adames García a su hijo de 23 años, que murió en un fatídico accidente cuando se dirigía a su casa luego de terminar su servicio en horas de la madrugada.
Por su lado, el capitán Heredia Santos le dijo a los familiares de las víctimas mortales que “ellos no están solo, cuenten con mi apoyo” ya que dentro del ejército todos son una familia.
Además incitó a la población a cumplir su deber como ciudadanos respetando las medidas preventivas para contrarrestar el COVID-19.
“El compromiso es de todos no sólo de las autoridades; la población tiene que saber y entender que tiene que aportar su granito de arena para luchar contra este el enemigo invisible (Coronavirus)”, expresó Heredia.