Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

Con muebles en la espalda, los moradores de Los Farallones buscan un nuevo hogar

Joan Manuel narró que las autoridades comenzaron el desalojo sin antes haber hablado o consultado con los moradores del lugar

Joan Santana, uno de los afectados del desalojo. Fotos: Adriano Rosario.

Joan Santana, uno de los afectados del desalojo. Fotos: Adriano Rosario.

Avatar del Listín Diario
Shaddai Eves / Javier FloresSanto Domingo Este, RD

"Papi me tumbaron mi casita". Así lloraba desolada una niña de seis años a su padre Joan Manuel Santana, luego de que durante la madrugada del martes las autoridades desalojaran a varias familias que se encontraban residiendo en una aérea protegida ubicada dentro del sector Los Farallones.

Santana, debajo del sol, trataba de recuperar varios de los materiales de construcción que utilizó para levantar su "casita", que quedó hecha trizas aquella madrugada. "Yo perdí mi existencia haciendo esa casita de block, cogí un préstamo de 25 mil pesos que aún debo y en esta pandemia. Los cobradores andan atra' de mí y yo volviéndome loco", exclamó desilusionado al equipo de reporteros del LISTIN DIARIO que realizó un recorrido por la zona.

Joan Manuel narró que las autoridades comenzaron el desalojo sin antes haber hablado o consultado con los moradores del lugar.

El ministerio de Medio Ambiente informó que someterá hoy a la justicia a las personas que "vendieron" parte de los terrenos de esta área protegida.

"Muchas mujeres durmieron con sus colchones en las aceras... Aquí no vinieron a consultar con nadie y somos humanos, no perros... Simplemente nos dijeron váyanse para la calle", dice Joan Manuel, quien llevaba cinco meses residiendo allí junto a su hija.

La situación de Joan Manuel se puede ver reflejada en la gran mayoría de las familias que en la mañana de este miércoles fueron a los espacios en donde estaban sus hogares para tratar de recuperar lo poco que podía ser salvado.

En el transcurso de toda la mañana, los lugareños se encontraban con los muebles y los colchones en las espaldas mientras otros buscaban las pocas prendas que se escondían debajo de los escombros.

"Ellos vinieron a las 4 de la mañana a destruir a esta madre soltera... No tengo dónde vivir, no tengo familia, trabajo limpiando y ahora vendo café en el mercado para mantener a mis tres hijos y mi dolor de cabeza es no saber dónde voy a parar con ellos", era la versión que contaba Ana Encarnación, quien tenía 5 meses residiendo allí.

Fidelio Despradel, pasado diputado y dirigente político de Alianza País, denunció que un regidor del Partido Revolucionario Moderno había invadido los terrenos, mudando allí a varias familias. El edil es Antonio Infante.

Ana Encarnación narró que una de sus hijas resultó herida con varios moretones en los brazos y un raspón debajo de sus labios, mientras que desconoce el paradero de su otra hija de 6 años que sufre de falsemia y fue tomada por el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani), junto a otros niños del sector.

Ana contó que construyó su "ranchito" tomando hojalatas y cartones de los basureros para poder darle un techo sus hijos, a quienes mantiene mediante la venta de café.

Varios de los moradores también denunciaron que estos limpiaron toda la zona protegida.

Los Farallones se encuentra ubicado en el kilómetro 14 de la autopista Las Américas, que queda justo en medio de otros sectores. Encima del área protegida se observaban viviendas que reflejaban una situación totalmente diferente a la que se vivía allí.

Durante el recorrido fueron vistos troncos de árboles de caoba cortados por la mitad que presumiblemente fueron utilizados para la construcción de algunas casas. El árbol de caoba es considerado el árbol nacional del país y su tala está prohibida por ley.

El Ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, informó ayer que depositará una querella en contra de al menos dos personas, que son señaladas como los cabecillas de la invasión al área protegida que pertenece al Parque Las Américas. Sin embargo no informó de quiénes se trataba.

Ana Encarnación, otra de las afectadas.

Algunos escombros que quedaron luego de los desalojos. Fotos de Adriano Rosario/LD.

Algunos de los troncos del área protegida, cercenados.