Panorama político
Trump parece estar hoy entre la espada y la pared
El presidente Donald Trump parece estar hoy entre la espada y la pared, a la defensiva de un ataque graneado de los medios de comunicación y tras revelaciones en un libro del periodista Bob Woodward, de que sabía desde principios de año la gravedad de la pandemia Covid-19.
Todo ello está al margen de los golpes que le ha propinado en los últimos días a su corpulenta figura el candidato presidencial demócrata y ex vicepresidente Joe Biden, que lo ataca por el racismo, por dejar que la pandemia haya crecido y por el deterioro de la economía.
Biden está arriba. Tiene tanto dinero de recaudaciones partidarias para su campaña que no necesita más. Trump dijo hace días que pondría recursos de su peculio para hacer avanzar la campaña que tiene la opinión pública en contra por el tema de la pandemia.
Las elecciones en los Estados Unidos para la renovación de la Presidencia están fijadas para el martes tres de noviembre, ocasión en que se escogerán también senadores, diputados nacionales y gobernadores. El Partido Demócrata cree que podría capturar el Senado para lo cual requiere conseguir 4 escaños.
Mientras el presidente Trump, como ha sido la tradición tendrá como su candidato vicepresidencial al vicepresidente, Mike Pence, Biden escogió entre una docena de pretendientes vicepresidenciales a la abogada de California, Kamala Harris. (Trump la llama K-Mala).
La lucha entre Trump y Biden se centra en capturar los estados de Florida, Michigan, Pensilvania, Carolina del Norte y Arizona, con un aporte bastante grande de votos electorales. No se menciona California y Nueva York porque han votado demócrata por tradición.
Un ejemplo de otros estados disputados es Texas donde se juegan la Presidencia entre Trump y Biden, el senado estatal, diputados y el gobernador. Se dice que Texas podría teñirse de azul (color demócrata), cosa que no ocurre desde la época de Jimmy Carter en 1977. El color republicano es el rojo.
La calle habla La situación es tan seria que en los mentideros de Washington, DC. , se barajan varias hipótesis, dos de ellas muy ominosas. La primera dice que si el presidente Trump perdiera las elecciones, renunciaría para dar paso al vicepresidente Mike Pence, quien le daría un perdón.
Otra hipótesis es que si Trump pierde y se niega a acatar los resultados, como ya ha sugerido, el Pentágono ordenaría al Servicio Secreto, que cuida la seguridad de la Casa Blanca, llevarlo en el helicóptero No.1 a la base aérea Andrews, donde tomaría un avión con destino a Nueva York o Palm Beach, Florida, donde tiene casas.
Se diría que la primera de esas conjeturas de la calle sería impensable ya que hasta la renuncia del presidente Richard Nixon en 1974 ningún presidente norteamericano había dejado el cargo por dimisión. En esa ocasión, el vicepresidente Gerald Ford asumió el poder y le otorgó un perdón.
Trump ha estado tan apegado al puesto que dijo una vez, posiblemente en broma, pero al estilo del Doctor Merengue, que le gustaría mantenerse en el cargo 12 años. En algún momento elogió a Vladimir Putin, y a Xi jin Ping, de Rusia y China, que son vitalicios.
Biden es el candidato favorito para los afroamericanos, los latinos y los blancos bien educados, en tanto que Trump es fuerte en los suburbios y entre los granjeros de los estados más atrasados. Sobre el 50% de latinos votarían por Biden en la elección, dicen las encuestas.
Las encuestas sitúan la ventaja de Biden frente a Trump entre 4 y 11 por ciento. Los temas de preocupación son el racismo, la pandemia del coronavirus, la situación económica derivada de esa coyuntura y lo que se entiende como mal manejo de Trump de la Presidencia.
El adelanto a la publicación del libro de Bob Wooward, el célebre reportero de The Washington Post programado a salir el día 15, causó un enorme avispero en el país ya que el presidente Trump le asevera en conversación grabada a principios de año que conocía la gravedad de la pandemia. Rage (Rabia) tiene a la gente en ascuas ante las librerías.
El pasado miércoles el presidente reconoció haber hecho las declaraciones recogidas por Woodward en Rage, pero dijo que no había informado al público sobre la gravedad de la pandemia para evitar un pánico general. Trump había comparado el coronavirus con la gripe.
Desde la primavera el presidente Trump ha minimizado la gravedad de la situación, que según el doctor Anthony Faucci, director del Centro de Enfermedades Infecciosas, podría causar la muerte a 25,000 personas solo en las próximas tres semanas.
Trump dijo en un momento que el coronavirus podría curarse con un detergente líquido, lo que hizo que las góndolas de los supermercados se vaciaran del producto Lysol. También recomendó el uso de Hidroxicloroquina, un producto contra la malaria y el paludismo.
Trump entre RD y Haití Trump tuvo un apoyo poco disimulado entre las clases acomodadas de la República Dominicana y Haití en las elecciones de 2016 cuando venció a la demócrata Hillary Clinton en los colegios electorales, no en la votación general. Dominicanos y haitianos celebraron.
Los dominicanos explicaban su preferencia en que la señora Clinton y su marido el ex presidente Bill Clinton y el hermano de la ex primera dama, Anthony Rodhman tenían negocios en el país vecino en explotaciones petroleras y de oro, cosa que siempre quedó en conjeturas.
Quizás por las mismas razones los haitianos preferían al candidato republicano, aparte de que en su campaña visitó el “pequeño Haití” de Miami y ofreció ayuda para el empobrecido país si era elegido. Ya presidente, en su saña contra latinos y negros acusó al país de ser una letrina.
Muy extraño es el caso de que cuando Ronald Reagan venció a Carter en las elecciones de 1980, los Ton Ton Macoutes, la fuerza cívico militar del régimen de los Duvalier ), salieron a las calles a disparar sus carabinas al aire en celebración creando espanto entre los turistas norteamericanos hospedados en los hoteles de Pétionville. Veían al pastor de Georgia como una amenaza a la dictadura.
Hoy, 40 años después el fermento anti norteamericano es enorme en Haití. Se dice que si las elecciones fuesen hoy las ganaría Jean Charles Moise, candidato del partido Petit Dessalines, dominador de las masas populares como lo fue antes Jean Bertrand Aristide.
Entre Trump y Biden, negociando bien, los dominicanos debían escoger al demócrata porque entre los 20 aspirantes a la nominación presidencial es el único que ha visitado Santo Domingo. Biden vino aquí en junio de 2014 en misión especial enviado por el entonces presidente Barack Obama. Se le vio en mangas de camisa paseando de noche por la Plaza de España.
Los libros que denuncian su presidencia y su estilo salen uno de tras de otro como uno de un antiguo camarada, Richard Bolton, otro del ex funcionario, Michael Wolff y más reciente un terrible relato escrito por su sobrina, Mary Trump y publicado hace dos semanas.