Análisis noticioso
La poderosa ‘OTAN’ del PLD se desintegra tras derrota electoral
La “OTAN”, el poderoso brazo político que determinó en las últimas dos décadas el crecimiento y triunfo electoral del gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD), se acaba de desintegrar.
El grupo élite del influyente Comité Político comenzó a debilitar sus fuerzas con la división del PLD en octubre pasado, y sucumbió definitivamente tras la aplastante derrota del 5 de julio.
En el mundo político dominicano el poderío de la “OTAN” era un símil de la temida Organización del Tratado del Atlántico Norte, que garantiza la seguridad y libertad de sus miembros a través de medios políticos y militares.
Su estructura, sin estar avalada por los estatutos, llegó a integrar los miembros del Comité Político Euclides Gutiérrez Félix, el exvicepresidente Rafael Alburquerque, Alejandrina Germán, José Ramón Fadul, César Pina Toribio, Reinaldo Pared Pérez, Francisco Javier García, Julio César Valentín, Alma Fernández, Bautista Rojas Gómez, Ramón Ventura Camejo y Abel Martínez.
Aunque no era frecuente la deserción en la “OTAN”, se afirma que uno de los fundadores, el presidente Danilo Medina, que fungió de coordinador sin designación, salió luego de un enfrentamiento con el expresidente Leonel Fernández. También Franklin Almeyda se retiró en un momento determinado porque le rechazaron una posición, y Germán nunca estuvo cómoda al considerar que fomentaba el grupismo.
El tiro de gracia
En definitiva, la “OTAN” sin tener en cuenta la frugalidad en cada encuentro, llegó a considerarse un ente de equilibrio cada vez que la sangre amenazaba con llegar al río, cuando se agudizaron los enfrentamientos internos entre los grupos danilistas y leonelistas.
Sus miembros, transformados en burócratas y “tutumpotes”, olvidaron los principios partidarios poniendo piedras en el camino a muchos dirigentes peledeístas, mientras se desvinculaban con el paso de los años de los reclamos de la población.
Cuando estalló el sigma en el proceso de primarias internas del PLD el año pasado, ya la magia de la “OTAN” había sido eclipsada por los acontecimientos de 2015, donde se inclinaron por la reelección del presidente Medina permitiendo aplastar la propuesta contraria del expresidente Fernández.
La historia se replicó con mayores consecuencias el año pasado porque la mayoría del subgrupo se identificó públicamente con los lineamientos internos del presidente Medina, ora con los nuevos intentos de reelección, ora con las propuestas de reforma constitucional. ora con la escogencia de un candidato adverso a Fernández.
“Vamos presos todos”
Fue evidente el desdén de la “OTAN” por reasumir su papel mediador y por primera vez minimizó los efectos negativos de una división, adhiriéndose la mayoría de sus miembros a la corriente que apoyó a Gonzalo Castillo al sostener que el PLD ganaba con cualquier candidato.
Desde entonces desapareció de su vocabulario la recurente advertencia lapidaria de que: “Sigan con sus confrontaciones, porque si nos dividimos y perdemos las elecciones vamos presos todos”.
No obstante, sorprendió cuando un mes antes de las primarias del 6 de octubre la mayoría de miembros del Comité Político anunció públicamente su respaldo al precandidato presidencial Gonzalo Castillo, un delfín del presidente Medina.
Cuando el expresidente Fernández, que quedó en tercer lugar en las elecciones de julio, anunció su dimisión del PLD, tras denunciar un fraude en su contra en las primarias abiertas, dijo: “El equilibrio partidista se resquebrajó. La facción grupal, ahora en forma de categoría de Estado, se instaló en el Comité Político, a través de la creación de un cenáculo que para un partido de vanguardia recibió un nombre extraño e inapropiado: la OTAN”.
Y expresó algo más: “Esa oligarquía de hierro opera en forma de una casta. No tiene visión de partido, en el sentido de ser una organización que integra y representa a todos sus miembros. Se comporta en forma autoritaria”, que se reúne siempre con anticipación a los encuentros del CP para llevar sus propuestas previamente acordadas, y así dominar en el máximo organismo de dirección política del partido morado.
O como se quejó la también precandidata presidencial del PLD, Maritza Hernández, en su cuenta de Twiter: “Me venció el poder @DaniloMedina. Me asesinó la OTAN-CP, porque me atreví a mantener mis aspiraciones presidenciales del 6 de octubre”, luego de que no fue seleccionada para formar parte del máximo órgano de esa organización política el 31 de octubre.