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Análisis noticioso

La poderosa ‘OTAN’ del PLD se desintegra tras derrota electoral

El PLD y su Comité Político experimentaron una profunda división tras las primarias abiertas de octubre pasado.

El PLD y su Comité Político experimentaron una profunda división tras las primarias abiertas de octubre pasado.

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Manuel FigueroaSanto Domingo, RD

La “OTAN”, el poderoso bra­zo político que determinó en las últimas dos décadas el crecimiento y triunfo elec­toral del gobernante Partido de la Liberación Dominica­na (PLD), se acaba de desin­tegrar.

El grupo élite del influyen­te Comité Político comenzó a debilitar sus fuerzas con la división del PLD en octubre pasado, y sucumbió defini­tivamente tras la aplastante derrota del 5 de julio.

En el mundo político do­minicano el poderío de la “OTAN” era un símil de la te­mida Organización del Tra­tado del Atlántico Norte, que garantiza la seguridad y li­bertad de sus miembros a través de medios políticos y militares.

Su estructura, sin estar avalada por los estatutos, lle­gó a integrar los miembros del Comité Político Eucli­des Gutiérrez Félix, el ex­vicepresidente Rafael Al­burquerque, Alejandrina Germán, José Ramón Fa­dul, César Pina Toribio, Rei­naldo Pared Pérez, Francis­co Javier García, Julio César Valentín, Alma Fernández, Bautista Rojas Gómez, Ra­món Ventura Camejo y Abel Martínez.

Aunque no era frecuente la deserción en la “OTAN”, se afirma que uno de los fun­dadores, el presidente Danilo Medina, que fungió de coor­dinador sin designación, sa­lió luego de un enfrentamien­to con el expresidente Leonel Fernández. También Franklin Almeyda se retiró en un mo­mento determinado porque le rechazaron una posición, y Germán nunca estuvo có­moda al considerar que fo­mentaba el grupismo.

El tiro de gracia

En definitiva, la “OTAN” sin tener en cuenta la frugali­dad en cada encuentro, lle­gó a considerarse un ente de equilibrio cada vez que la sangre amenazaba con lle­gar al río, cuando se agudi­zaron los enfrentamientos internos entre los grupos da­nilistas y leonelistas.

Sus miembros, transfor­mados en burócratas y “tu­tumpotes”, olvidaron los principios partidarios po­niendo piedras en el camino a muchos dirigentes pele­deístas, mientras se desvin­culaban con el paso de los años de los reclamos de la población.

Cuando estalló el sig­ma en el proceso de prima­rias internas del PLD el año pasado, ya la magia de la “OTAN” había sido eclip­sada por los acontecimien­tos de 2015, donde se incli­naron por la reelección del presidente Medina permi­tiendo aplastar la propues­ta contraria del expresidente Fernández.

La historia se replicó con mayores consecuencias el año pasado porque la ma­yoría del subgrupo se iden­tificó públicamente con los lineamientos internos del presidente Medina, ora con los nuevos intentos de re­elección, ora con las pro­puestas de reforma constitu­cional. ora con la escogencia de un candidato adverso a Fernández.

“Vamos presos todos”

Fue evidente el desdén de la “OTAN” por reasumir su pa­pel mediador y por primera vez minimizó los efectos ne­gativos de una división, ad­hiriéndose la mayoría de sus miembros a la corriente que apoyó a Gonzalo Castillo al sostener que el PLD ganaba con cualquier candidato.

Desde entonces desapa­reció de su vocabulario la recurente advertencia lapi­daria de que: “Sigan con sus confrontaciones, porque si nos dividimos y perdemos las elecciones vamos presos todos”.

No obstante, sorprendió cuando un mes antes de las primarias del 6 de octubre la mayoría de miembros del Comité Político anunció pú­blicamente su respaldo al precandidato presidencial Gonzalo Castillo, un delfín del presidente Medina.

Cuando el expresiden­te Fernández, que quedó en tercer lugar en las elecciones de julio, anunció su dimi­sión del PLD, tras denunciar un fraude en su contra en las primarias abiertas, dijo: “El equilibrio partidista se res­quebrajó. La facción grupal, ahora en forma de categoría de Estado, se instaló en el Co­mité Político, a través de la creación de un cenáculo que para un partido de vanguar­dia recibió un nombre extra­ño e inapropiado: la OTAN”.

Y expresó algo más: “Esa oligarquía de hierro opera en forma de una casta. No tiene visión de partido, en el senti­do de ser una organización que integra y representa a to­dos sus miembros. Se com­porta en forma autoritaria”, que se reúne siempre con an­ticipación a los encuentros del CP para llevar sus pro­puestas previamente acorda­das, y así dominar en el máxi­mo organismo de dirección política del partido morado.

O como se quejó la tam­bién precandidata presiden­cial del PLD, Maritza Her­nández, en su cuenta de Twiter: “Me venció el poder @DaniloMedina. Me asesi­nó la OTAN-CP, porque me atreví a mantener mis aspira­ciones presidenciales del 6 de octubre”, luego de que no fue seleccionada para formar par­te del máximo órgano de esa organización política el 31 de octubre.

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