#ENVIVO: Homenaje a los héroes del 14 de junio, a 61 años de su expedición

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Redacción DigitalSanto Domingo, RD.

Hoy se cumplen 61 años de la llegada de los héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo, que buscaban derrocar al régimen dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo Molina, quien por 31 años gobernó el país a base de sangre y fuego.

La intención era decapitar al régimen y aunque no fue posible, los valientes hombres que llegaron a combatir sembraron la semilla de libertad que tanto requería en esos momentos la República Dominicana.

Desde ahí, en 1959, la dictadura solo pudo sobrevivir dos años más hasta el tirano fue ajusticiado en la hoy Autopista 30 de Mayo.

Con motivo de esta fecha histórica, este diario ha preparado un recuento audiovisual de los acontecimientos de aquellos días, que presentamos a continuación.

14 de junio de 1959

A las tres de la tarde del 14 de junio de 1959 unos 54 expedicionarios, entre ellos Enrique Jiménez Moya y el cubano Delio Gómez Ochoa, salieron de la Sierra Maestra, en Cuba, rumbo a República Dominicana.

La misión principal era la de derrocar al tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina con apoyo el del líder cubano Fidel Castro.

“Pueblo dominicano: la hora de la liberación ha llegado. El despertar democrático de América, en auge creciente e incontenible, alcanza nuestra Patria. Después de haber barrido con las tiranías de Rojas Pinilla, de Perón, de Pérez Jiménez, de Fulgencio Batista y otras que se tambalean en el umbral de la derrota, el Ejército de Liberación Dominicana pelea ya, con decisión inquebrantable, en nuestros llanos y montañas, dispuesto está en destruir para siempre el yugo de la opresión y la barbarie”, fueron las palabras dentro del manifiesto leído por Jiménez Moya.

Cerca de las seis de la tarde el piloto venezolano Julio César Rodríguez hizo un aterrizaje sin complicaciones, pero dentro no estaba solo él. El avión, que era un modelo Curtiss, tenía dentro a 56 hombres armados pertenecientes al Movimiento de Liberación Dominicana. Aterrizó en Constanza, en la provincia La Vega.

Jiménez Moya le pidió a cinco compañeros ser los primeros en desembarcar para enfrentarse a lo que apareciera.

Los datos históricos indican que en ese momento la fortaleza tenía pocos militares, pero luego se acercaron algunos automóviles y se inició un intercambio de balas.

En un principio los revolucionarios no tenían pensando aterrizar en Constanza, pero en medio del vuelo cambiaron de plan. En un principio iban a aterrizar en la llanura de San Juan de la Maguana, una provincia al sur del país.

La idea inicial fue abortada debido a que Juan de Dios Ventura, un piloto que desertó en las filas del tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina, les advirtió que el dictador habría ordenado hacer zanjas en distintas partes de San Juan. Alguien los había delatado.

En la zona de San Juan había derribado muchos árboles, para dificultar el aterrizaje.

En una entrevista para Listín Diario, publicada el 7 de julio de 2010, el comandante cubano Delio Gómez Ochoa, uno de los líderes de la expedición del 14 de Junio de 1959, indicó que desde Cuba se habían traído aparatos para comunicarse dentro de las montañas. Sin embargo estos no fueron utilizados debido a que fueron atacados al momento de aterrizar en el aeropuerto militar de Constanza.

Tras el ataque militar, el grupo se dividió en dos bandos: uno encabezado por Enrique Jiménez Moya, jefe de todas las expediciones, que tenía 34 hombres, otro por Delio Gómez Ochoa, con 20 guerrilleros.

Durante las intensas persecuciones y bombardeos sobrevivieron con hambre y cansancio Gómez Ochoa, Pablito Mirabal, Alfredo Almonte Pacheco, Poncio Pou Saleta, Mayobanex Vargas y Francisco Medardo Germán, quienes fueron torturados pero luego puestos en libertad.

“Había agua en las montañas, lugares para subsistir con elementos de alimentación para tropas en guerra irregular o de guerrilla”, agregó.

El 11 de julio de 1959 fueron capturados Gómez Ochoa y Mirabal.

Nave de Constanza

La nave tuvo que regresar a Cuba, donde volvieron con minas antitanques que tenían planeado usar contra los militares de Trujillo.

Estas armas y aparatos fueron creados en Cuba, y habían servido para atacar tanques de guerra del ejército del dictador cubano Fulgencio Batista durante la llamada “Revolución Cubana”.

El grupo de guerrilleros tenía un plan B, que no se pudo llevar a cabo como se quería en el momento. Mientras los más de 50 revolucionarios viajaban a Constanza, otros cien hombres se mantuvieron entrenando en unas montañas de La Habana, Cuba. Pero en medio de los enfrentamientos ocurrió un accidente fatal, uno de los entrenadores detonó una granada que acabó con la vida de una parte de los jóvenes.

Gómez Ochoa dijo que en ese momento estaba convencido de que podían acabar con las tres décadas de tiranía de Trujillo, pero admitió que existía una falta de organización dentro del grupo de guerrilleros y también poca inspiración de lucha hacia el pueblo dominicano.

Tras el fallido plan, pensaban que luego de tres meses podrían provocar una reacción dentro del pueblo para derrocar a Trujillo.

Aunque Rafael Leónidas Trujillo mantenía un estricto control de las informaciones publicadas en los medios de comunicación de la época, en partes de Santo Domingo y Santiago, dos de las ciudades más importantes del país, se regó la voz en centros económicos y políticos sobre el combate ocurrido en el aeropuerto de Constanza.

También se difundió que militares confiscaron todo tipo de vehículos para entrar tropas que se dirigían hacia Puerto Plata, específicamente a Estero Hondo, donde también ocurrieron combates.

Ante los rumores de lo que ocurría en el país, la dictadura optó por ofrecer informaciones sobre el desembarco en Constanza, hablando a favor de las tropas de Trujillo.

El 13 de junio, un segundo grupo salió para Maimón y Estero Hondo, en Puerto Plata, para tratar de derrotar al régimen trujillista. El grupo de 144 expedicionarios, liderados por José Horacio Rodríguez y José Antonio Campos Navarro, arribó por Maimón y Estero Hondo después de varias dificultades en las lanchas Carmen Elsa y La Tinima, que zarparon de la bahía de Nipe en Cuba.

Lo que no sabían era que los calieses del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), la amplia red de informantes durante el régimen dictatorial, tenían conocimiento de los planes de este nuevo desembarco y que, para su sorpresa, estaban siendo esperados por la Marina de Guerra.

Quienes fueron arrestados fueron llevados a la Base Aérea de San Isidro, donde Ramfis Trujillo dispuso torturas contra los expedicionarios, quienes fueron posteriormente fusilados y echados en fosas comunes.

En total los expedicionarios eran 211 dominicanos, 20 cubanos, 13 venezolanos, nueve puertorriqueños, tres norteamericanos, tres españoles, un guatemalteco y un nicaragüense.

Mayobanex Vargas, uno de los sobrevivientes de la expedición del 14 de junio de 1959, dijo en a Listín Diario que en ese entonces tenía 23 años y que pasaron 26 días en la montaña y nadie se acercó a ellos.

En la entrevista con este diario manifestó que Constanza no fue el mejor lugar para desembarcar debido a la falta de alimentos.

Al ver las dificultades para conseguir comida propuso al comandante cubano Delio Gómez Ochoa que fueran a Bonao, donde afirmó había muchas provisiones.

Por otro lado, Radhamés Rodríguez Gómez, quien fue el coordinador del Movimiento 14 de Junio en La Romana, dijo que esta ciudad fue una de las principales en crear conciencia social para detener la dictadura de Trujillo.

En una entrevista para Listín Diario, Rodríguez Gómez manifestó que entre sus funciones dentro del movimiento estaban atraer personas al plan y regalar textos con ideas revolucionarias.

Pero también tuvo funciones más complicadas como buscar “relojes de cebolla”, que eran enviados para la fabricación de bombas y otros artefactos explosivos.

Una de las bombas estaba destinada para explotarla en el club recreativo de La Romana, un día en el que el tirano estuviese de visita.

Apresamientos de los miembros Movimiento

El Movimiento 14 de Junio fue una organización política creada con la finalidad de terminar con la dictadura de Trujillo, y que honraba a aquellos jóvenes que perdieron la vida en las luchas de Constanza, Maimón y Estero Hondo.

El presidente de esta organización lo fue Manuel Aurelio Tavares Justo (Manolo), que también tenía como líderes a Leandro Guzmán, Pipe Faxa, Pedro González, Minerva Mirabal, entre otros.

Fernando Cueto, durante una entrevista con Listín Diario, dijo que cuando se organizó el Movimiento 14 de Junio estaba constituido por grupos dirigidos por Fernando Cueto, Juan Carlos Morales y Germán Silverio.

Moliné Pichardo le informó que debía ir a Santo Domingo para organizar un grupo contra Trujillo donde estarían Manolo Tavares Justo, Leandro Guzmán y Cayeyo Crisanty.

En la reunión del 10 de enero de 1960, en Mao, encabezada por Manolo Tavárez Justo, se decidió el nombre del “Movimiento 14 de Junio”.

En el encuentro Cueto indicó que se debía exigir armas para luchar contra la dictadura.

Mayobanex Vargas contó que después de que apresaran a Manolo y otros dirigentes, también fue detenido el 20 de enero de 1960, momentos cuando salía de una audiencia en San Pedro de Macorís.

Recordó que estaba almorzando en la casa de sus suegros cuando un capitán preguntó por él para posteriormente arrestarlo. “Me agarraron y me llevaron a la Fortaleza”, dijo en una entrevista para Listín Diario publicada el 12 de junio de 2010.

Pese a que declaró que no conocía a nadie del Movimiento, recibió una paliza con un cable que le hirió toda la espalda. Esa noche fue trasladado en un carro Volkswagen, tipo “cepillo”, a la cárcel La 40, utilizada como un centro de tortura durante la dictadura trujillista.

Mientras estuvo encerrado fue “masacrado” con las torturas que recibió junto a otros compañeros.

Ajusticiamiento Trujillo

Una vasta conspiración integrada por diversos grupos, uno de acción, otro político y otro militar, que tenían la responsabilidad primero de ajusticiar al tirano y luego, de proceder a una segunda fase consistente en apresar a la familia Trujillo y a sus principales espalderos, con el fin de provocar un recambio en la cúpula política y militar del régimen.

El llamado “grupo de acción o de la avenida” era el responsable de llevar a cabo la ejecución del tirano. Los principales líderes de la conjura tenían la información de que cada miércoles el dictador, habitualmente, viajaba a su pueblo natal y sobre la base de ese dato confiaron en que la delicada y arriesgada misión tendría lugar a mediados de semana.

Pero el destino quiso que tal acontecimiento sucediera un martes, circunstancia fortuita que provocó que por lo menos tres de los miembros originales del grupo de acción se vieron imposibilitados de participar en el tiranicidio.

El 30 de mayo de 1961, Rafael Leónidas Trujillo Molina, de 69 años, fue asesinado por los hombres de la avenida, que fueron Antonio de la Maza, Antonio Imbert Barrera, Salvador Estrella Sadhalá, Amado García Guerrero, Pedro Livio Cedeño, Huáscar Tejeda Pimentel y Roberto Pastoriza Neret, los cuales, por lo menos en tres ocasiones (los días 17, 24 y 25 de mayo), intentaron fallidamente enfrentarse al dictador, que extrañamente varió su itinerario en cada ocasión.

La noticia que dio paso al ajusticiamiento la recibió Antonio de la Maza. “El hombre” iría a San Cristóbal. De la Maza procedió a verificar que la información era fidedigna, y tras determinar que no disponía de tiempo suficiente para la reflexión pausada contactó a los integrantes del grupo de acción accesibles en la capital.

Tres vehículos intervinieron en la ejecución de Trujillo. Una vez en la avenida, en las cercanías de la Feria Ganadera, hacia las 8:30 de la noche, los miembros del “grupo de acción” se repartieron las armas y de inmediato decidieron separarse para esperar por su presa, conforme a un croquis que para tales fines había elaborado el ingeniero Pastoriza.